La abogada que representa a la familia de Romina Celeste Núñez, Emilia Zaballos, cuestionó la actuación del Hospital Doctor José Molina Orosa, a donde acudió la joven dos días antes de fallecer, presuntamente a manos de su marido, Raúl Díaz.

Zaballos señaló que la joven paraguaya "probablemente seguiría viva" si desde el Hospital se hubiese dado la voz de alerta de los hematomas que tenía la mujer.

Romina acudió al centro hospitalario la noche del 29 de diciembre pero se marchó porque durante el cuarto de hora que estuvo esperando a ser atendida recibió constantes llamadas de su marido, que la terminó convenciendo para irse del Hospital, llegando a recogerla en la puerta del centro.

La abogada se preguntó cómo era posible que una mujer que muestra los hematomas “y dice que le ha pegado su marido” la hagan esperar. “¿Cómo es posible que esa persona desaparezca y no se de la voz de alarma?", cuestionó la letrada.

Zaballos explicó que unas horas después de que Romina se marchara con su presunto agresor el Hospital anotó su “alta por fuga”. La abogada se preguntó si “el sistema funciona” ante casos como éste. La muerte de la joven se sitúa entre el 31 de diciembre y el 1 de enero.

Tanto la abogada como la madre de Romina, Miriam Rodríguez, comparecieron este miércoles por la tarde en rueda de prensa. La madre de la joven se encuentra en Lanzarote para someterse a pruebas de ADN que permitan confirmar de forma concluyente que los restos humanos encontrados en el litoral de Costa Teguise, un trozo de pulmón, corresponden con su hija.

La Guardia Civil le realizó pruebas el martes y este miércoles también se han llevado a cabo en el Instituto Anatómico Forense de los Juzgados de Arrecife.

“Vengo buscando Justicia para Romina”

La madre de la joven dijo que venía desde Paraguay “buscando justicia para Romina”. Según la investigación, su marido quemó su cuerpo, lo descuartizó, lo metió en bolsas y lo arrojó al mar en zonas como Los Hervideros o Los Ancones.

Romina, dijo su madre, “no vino a España a morirse, vino a trabajar” para labrarle un futuro a “sus dos hermosos hijos”. “Mi familia ahora está destrozada, nos mató a todos en vida”, añadió la madre de la joven. “No puede ser que mi hija venga viva y me la tenga que llevar en un cofre”.

Miriam Rodríguez aseguró que su hija “nunca” le había comentado que estaba sufriendo malos tratos. Si hubiese tenido esa información, aseguró, “ahora estaría viva y conmigo, no muerta en el mar”.

En su comparecencia, Rodríguez también dejó claro que no iba a “perdonar” en ningún caso a Raúl Díaz, quien insiste en sus declaraciones en el marco de la investigación que se deshizo del cadáver pero que no mató a Romina.

La madre agradeció al Cabildo de Lanzarote haber corrido con los gastos de los pasajes desde Paraguay, el interés de las autoridades paraguayas, y la labor del Juzgado y de los investigadores del caso.