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Héroes del día a día

Los efectivos del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote desempeñan una profesión de riesgo con un alto grado de preparación con el fin de salvar vidas

María José Lahora 0 COMENTARIOS 17/12/2024 - 06:59

Yoné, Chedey, Néstor, Acaymo, Rubén y Roberto forman parte de ese grupo de héroes anónimos que se juegan la vida en favor de los demás. Forman el equipo de excarcelación del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote que ha alcanzado el campeonato del mundo, para el que se han preparado a través de los cuantiosos entrenamientos y prácticas, pero, sobre todo, durante las numerosas asistencias que han tenido que realizar en una Isla con un alto índice de siniestralidad en la carretera.

Están formados en diversas técnicas de salvamento, pero también sanitarias y psicológicas. “La capacidad mental” para ser capaces de mantener la calma ante situaciones de peligro en las que está en juego la vida humana es una de sus cualidades. No en vano, están entrenados para afrontar situaciones de gran estrés. Poner a salvo a los ocupantes de un vehículo que ha quedado atrapado es la cara amable de su trabajo. Lo peor, ser testigos de siniestros que han acabado con el fallecimiento de personas.

Las asistencias más difíciles para ellos son aquellas en las que hay menores involucrados, “sobre todo para los que somos padres”, señala Acaymo. Una de sus preocupaciones cuando acuden a un servicio tras un accidente de tráfico es que el afectado se trate de alguien conocido. “En una isla pequeña y el temor de que el afectado sea una persona cercana cuando nos llega la alerta existe”.

“El trato personal y el componente psicológico es fundamental en una situación de salvamento”, explican. Y no solo a personas conscientes que se encuentran atrapadas en el interior de un vehículo, sino aquellas inconscientes. “Hay muchos estudios que afirman que las personas inconscientes saben lo que está pasando alrededor y son capaces de escuchar, por eso es muy importante saber cómo expresarse para acompañarlos en esos momentos y ponerles en conocimiento de la situación”, matiza Yoné.

Dicen que en los últimos años ha aumentado la concienciación de los conductores, que prestan más atención al volante y respetan las normas de circulación, aún así un alto porcentaje de siniestros sigue siendo por “un despiste”. También se han reducido las lesiones dado que los vehículos actuales son más seguros. “El armazón de seguridad, el habitáculo, es más duro, está construido con aleaciones más resistentes, tanto que, en ocasiones, incluso con nuestra herramientas cuesta cortarlo. La parte exterior es, por el contrario, más blanda que antaño, a fin de que sea capaz de absorber la energía del impacto y resulte más segura para los ocupantes”, explican. No es raro de esta forma que sean testigos de accidentes en los que el vehículo ha resultado totalmente deformado, “hecho una pasa”, y el conductor ha salido ileso.

El carácter “humanitario” de los profesionales, como destaca Acaymo, es otra de sus cualidades, lo demuestran día a día acudiendo a los servicios de salvamento o en sus acciones de voluntariado, como la reciente participación en las labores de limpieza de los efectos de la DANA en Valencia. “El Consorcio apuesta por la implicación del cuerpo de bomberos cada vez que hay una catástrofe en otras islas o a nivel nacional, pero también a nivel individual vemos que hay ganas de participar, por ayudar y por ganar experiencia”, señalan.

Amplia asistencia

Aunque el equipo se ha formado a fondo en la excarcelación de ocupantes de vehículos, están instruidos en todo tipo de siniestros: desde salvar a un gatito atrapado, pasando por accidentes de tráfico hasta la extinción de incendios. Dicen que la quema provocada de contenedores y vehículos, como la que se ha vivido el último mes en Arrecife, va por rachas y que la nocturnidad es una aliada para que el fuego pueda provocar daños mayores. “De noche hay menos gente que puede alertar de la incidencia y acaba extendiéndose a más contenedores o vehículos”, señalan. Lo mismo ocurre con los accidentes, sin testigos en la carretera tras un siniestro, que el auxilio puede demorarse. Recuerdan algún caso en el que el ocupante de un vehículo tardó horas en recibir asistencia.

La capacidad mental para mantener la calma es una de sus cualidades

De Rubén dicen que tiene un sexto sentido para evitar el peligro. Cuenta la experiencia en la que por segundos no acabó bajo los escombros tras el desplome de un techo en una vivienda abandonada en la que se declaró un incendio. “La reacción de un bombero es protegerse en el dintel de la puerta”, dice. Algo que le salvó la vida en esa ocasión en la que el humo impedía la visibilidad. Tras el derrumbe, él y otro compañero pudieron salir por su propio pie de la casa.

Durante las guardias de 24 horas el trabajo de los efectivos del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote incluye prácticas y revisión de vehículos, material y herramientas. Dicen que no existen las horas críticas en la que esperan una mayor siniestralidad, lo mismo un día no tienen ningún servicio y otro acuden a diez. Insisten en que durante la noche se complican los servicios por el hecho de que la alerta les llega más tarde al no haber transeúntes que avisen del siniestro a tiempo. Los efectivos del Consorcio están preparados para un amplio abanico de emergencias. “No hay un día igual a otro”, dice Acaymo. Durante la conversación se refleja el compañerismo que también existe entre el equipo, algo fundamental en el cuerpo, dado que en las asistencias no solo está en juego la vida de un bombero, sino la de sus compañeros. Todo ha de desarrollarse de forma coordinada.

Aclaran que en materia de incendios, y a pesar de lo que pueda haber trasladado la ficción, los bomberos no son investigadores de siniestros, y aunque cuenten con la suficiente formación para tener sospechas sobre las causas del fuego, no pueden pronunciarse al respecto, tendrán que ser los peritos los que averigüen el origen.

Seguridad

“Nos tomamos muy en serio la seguridad, contamos con una alta profesionalidad y en la asistencias tenemos en cuenta variantes de las que los ciudadanos ni se percatan”. Como inspeccionar los talleres donde se han declarado incendios para retirar todo objeto y líquido inflamable que pueda explosionar. La mejora de las herramientas y la formación ha venido a contribuir a ello. “Sabemos que es una profesión de riesgo. La gente normalmente huye del peligro, nosotros acudimos al peligro, es nuestro trabajo resolverlo”, señalan.

La profesionalidad no está reñida con la juventud. El Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote se caracteriza por ser “un parque joven, en comparación con otros de Canarias”. Los bomberos destacan también la “implicación” como otra aportación para el desempeño de su labor. Tal y como demuestra el equipo de excarcelación. “Son muchas horas libres las que hemos dedicado para llegar a lo más alto”. “Para ser un buen bombero tienes que contar con mucho tiempo libre para formarte, la experiencia no va siempre ligada a los años de trabajo”, matiza el grupo.

Élite mundial

“Para nosotros la excarcelación es un desafío, se trata de socorrer a una persona que ha quedado atrapada en una jaula metálica”, explica Yoné. El equipo de excarcelación del Consorcio lleva en la competición desde 2014, si bien, los actuales componentes llevan solo tres años compitiendo, logrando hitos como la segunda posición en el Encuentro Nacional de Rescate en Accidentes de Tráfico celebrado en A Coruña y ahora alzándose como el mejor equipo técnico del mundo y quedando en tercer lugar en la clasificación general en la World Rescue Challenge que se celebró en Azores, Portugal. 

El equipo lanzaroteño también consiguió el segundo puesto en la maniobra de triaje y un tercer puesto en la maniobra crítica. Para ello tuvieron que superar una serie de pruebas de rescate de alta exigencia, diseñadas para evaluar habilidades de comando, respuesta técnica y atención prehospitalaria en escenarios simulados de emergencias.

“El trato personal y psicológico es fundamental en una situación de salvamento”

Todo surgió tras comprobar la necesidad de estar mejor preparados para enfrentarse a este tipo de retos en la vida real. Hace diez años optaron por mejorar las técnicas empleadas con una mayor formación para lo que contaron con las enseñanzas de un equipo campeón de España, de donde surge la idea de formar su propio equipo específico de excarcelación que les permitiera competir y mejorar las asistencias en el servicio.

Las prácticas incluyen la preparación de complejos escenarios de simulación. El responsable de ofrecer estos simulacros es Aarón Rodríguez, que acude en calidad de suplente a los campeonatos. Los ejercicios donde pone a prueba al equipo constituyen todo un desafío. Cuentan para ello con la participación de otros compañeros del Consorcio que desempeñan el rol de víctimas con todo tipo de dolencias. Una maraña de coches aplastados en el patio del parque de bomberos dan buena muestra de la exigente preparación del grupo.

Todos los miembros del equipo tienen una función específica en la competición. Chedey ejerce el mando, -dicen que porque es el que más temple tiene-, mientras que Yoné ejerce de técnico sanitario y Roberto, de ayudante sanitario. El cabo Néstor, Rubén y Acaymo forman el resto del equipo técnico. Explican que el campeonato cuenta cada vez con más nivel, con grupos participantes que llevan hasta sus propios médicos.

En el World Rescue Challenge no solo se valora la capacidad para liberar a una víctima en el menor tiempo posible, sino otras aptitudes que deben tenerse en cuenta para que el ejercicio se desarrolle de la forma más óptima, como decidir qué accidentados deben recibir antes la atención sanitaria por lo que todo el ejercicio debe realizarse de forma coordinada. Aseguran que sienten mayor presión cuando se encuentran compitiendo que en el desempeño de una asistencia real. “Hay una presión enorme que tengas a tu espalda a una persona pendiente de lo que haces para valorarte, en cambio cuando sales del parque de bomberos para acudir a un servicio lo haces con total seguridad, sin incertidumbre ni nerviosismo y nos enfocamos en la asistencia a la persona. Al fin y al cabo entrenamos para ello. Nuestro trabajo se basa mucho en la práctica continua”, explican.

Tras demostrar su alto grado de implicación y profesionalidad en la excarcelación de víctimas de accidentes de tráfico, ahora afrontan un nuevo reto: mejorar en el rescate acuático. No en vano, se trata de un parque de bomberos “único” para atender todas las emergencias que abarcan todo el territorio de Lanzarote y La Graciosa. “Somos una única fuerza para todos los servicios lo que ayuda mucho a la hora de evolucionar y ser más profesionales”, especifica Chedey.

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