El 8 de agosto comenzará la temporada de caza en Lanzarote. Ese día se abre la veda para cazar conejo con podenco y hurón, mientras que a partir del 19 de septiembre se hará para la perdiz y la paloma bravía. Será el mismo día para todas las islas. El número máximo de cazadores de otras islas que podrá venir a Lanzarote será de 25, y se hará por sorteo. Es una de las decisiones del último Consejo insular de caza, que después fue aceptada por el Consejo regional.

En esa sesión hubo otras propuestas. El Seprona propuso ampliar la limitación de la caza a todos los espacios naturales protegidos de la Isla para una mayor protección de las especies y para contribuir a su conservación, según señala la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. También propuso la obligación de poner un GPS a los perros y a los hurones cuando salgan de caza, para controlar el abandono o extravío de estos animales.

Actualmente está prohibida la caza en el Parque Nacional de Timanfaya, en la Reserva Natural de Los Islotes, en los Sitios de Interés Científico de Las Salinas de Janubio y Los Jameos, en los monumentos naturales de Islote de Halcones y Montañas de Fuego, así como en el borde interior de tubos volcánicos y jameos del monumento natural de La Corona, en el área de El Mojón que comprende el tabaibal desde el pueblo de El Golfo hasta el límite del Parque Nacional de Timanfaya, y en Costa Teguise, salvo en algunas franjas de terreno.

En el Archipiélago Chiinjo se prohíbe solo en algunas algunas zonas y en el dominio público marítimo terrestre, pero se permite en otras. También hay declaradas limitaciones en Los Llanos de los Ancones, El Jable y El Rubicón.

La propuesta quiere expandir la prohibición a todos los espacios naturales: además del Parque Nacional y los parques naturales (de Los Volcanes y el Archipiélago Chinijo), al Monumento natural de La Corona, los sitios de interés científico y todos los que sean lugares de importancia comunitaria, así como la zona de especial conservación de Los Risquetes y también todas las zonas de protección de aves, como La Geria, Llanos de la Mareta y Cantil del Rubicón, Llanos de La Corona y Tegala Grande, Janubio o Los Ajaches.

Entre los argumentos expuestos están las posibles molestias de los perros sueltos a la avifauna e incluso las ocasionadas por los disparos. Se puso como ejemplo el Islote de Lobos, donde está prohibida la caza y se solicitó que se pusieran señales en el terreno para marcar los límites de las zonas permitidas y de las excluidas.

En el Consejo se aprobó que se señalizarán aquellas zonas prohibidas que pudieran causar confusión. La propuesta de la prohibición total se estudiará, en cualquier caso, para el año que viene, según el consejero de caza del Cabildo, Hugo Delgado.

Por su parte, Antonio Félix Fernández, presidente de la Nueva Sociedad de cazadores, señala que fue una propuesta verbal, pero que hay un Plan técnico de caza ya aprobado al que habría que incorporarla.

Asegura que la propia Sociedad propone todos los años que no se cace en algunas zonas protegidas donde ahora está permitido, incluidas zonas de protección de aves, pero señala que cada zona necesita un estudio porque “no se trata de prohibir por prohibir”. Destaca que en algunas de esas zonas hay terrenos de cultivo y que habría que sopesar los pros y los contras y “estudiar cómo controlar las especies en esa zona si no las controlan los cazadores”.

También destacó en el Consejo que los cazadores han puesto bebederos para las aves y han sembrado en muchas zona de la Isla donde se reproduce la fauna.

Un cazador con sus podencos. Foto: Cedida.

La Graciosa

El organismo autónomo de Parques Nacionales propuso que no se cazara con escopeta en La Graciosa y que se rebaje el número de perros por cazador, mientras que el Seprona también se adhirió a esta propuesta. Los motivos son los conflictos que se pueden producen con la ciudadanía y la presencia de la hubara canaria, una especie en peligro de extinción.

Desde la Nueva Sociedad de Cazadores destacan que en la Isla solo hay una persona con permiso de armas y que desde hace años, por la gestión de la Sociedad, el número de cazadores que entran en la Isla de La Graciosa ha pasado de doce a solo dos y con limitaciones especiales para perros.