El Consorcio del Agua de Lanzarote, compuesto por Cabildo y ayuntamientos, está convencido de que no tendrá que reintegrar a los abonados de Inalsa ningún recibo tras la anulación, por parte del Tribunal Supremo, de los precios de venta que estuvieron en vigor entre enero de 2009 y junio de 2011.

Así lo aseguró este jueves en rueda de prensa el presidente del Consorcio, Pedro San Ginés, quien destacó que “no hubo enriquecimiento ilícito” de Inalsa porque, insistió, con las tarifas anuladas estaba vendiendo el agua “por debajo de los costes” que suponía producirla.

San Ginés subrayó que, “a falta de un análisis más profundo” sobre la sentencia del Supremo, están “claros” los argumentos del Consorcio para defenderse ante la hipotética solicitud de abonados de Inalsa de que se ejecutase la sentencia en el sentido de que se les devolvieran los recibos pagados con unos precios de venta ahora anulados.

"El Partido Popular pretende simplemente alarmar"

La demanda fue interpuesta por la patronal turística Asolan y la sentencia en primera instancia, dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias en 2010, motivó que al año siguiente se “regularizara” la situación con la aprobación de unas nuevas tasas, que en teoría impiden vender el agua por encima de los costes de servicio.

El presidente atacó al Partido Popular por “pretender alarmar” cuando opinó este miércoles que el Consorcio del Agua tendría que devolver a abonados de Inalsa una cantidad millonaria que le impediría materializar el convenio con los acreedores de la empresa y abonarles los 36 millones de euros que se les adeuda.

“Burdas mentiras del PP”

Para San Ginés, esa conclusión “es una más de las muchas y burdas mentiras del PP en un intento de criminalizar al grupo de gobierno y desgastar a la presidencia del Cabildo”. También aseguró que no ocultó la sentencia en la última asamblea del Consorcio puesto que señaló que la recibió el pasado 22 de julio, después de que se celebrara.

Además, resaltó que el Partido Popular “siempre ha estado de acuerdo” con el concurso para privatizar la gestión del agua en Lanzarote y destinar los ingresos a abonar a los acreedores de Inalsa, discrepando “tan sólo” en el procedimiento negociado seguido una vez que ninguna empresa se presentó a la primera licitación.