Durante las últimas Jornadas de la Mujer organizadas por la asociación Mararía, se pusieron sobre la mesa cifras escalofriantes de casos de violencia sexual en Lanzarote, que se han disparado en los últimos meses. Solo en el primer trimestre del año los delitos contra la libertad y la indemnidad sexual aumentaron un 105,3 por ciento respecto a 2023, con 39 casos. Las agresiones sexuales con penetración se incrementaron en un 275 por ciento, al contabilizarse 15 casos.

La presidenta de la entidad feminista, Nieves Rosa Hernández, lo tiene claro: “Que nadie piense que las agresiones sexuales son cosa de las series policiacas o de la sección de sucesos de los telediarios; este tipo de violencia está en todas partes, también en nuestra sociedad insular, aparentemente segura y apacible. Porque los factores que inducen al aumento de estos comportamientos delictivos, el consumo de pornografía a edades jóvenes, la desigualdad estructural y la instalación de los valores del individualismo, la competitividad y el poder, también nos afectan”, añade.

Junto a las asociaciones, que denuncian la escalada de las denuncias y piden una respuesta inmediata, las administraciones se han puesto manos a la obra, alertadas por una realidad ante la que ya es imposible ponerse de perfil, de intolerable digestión para una sociedad que se dice libre e igualitaria.

En Lanzarote, el área de Bienestar Social e Inclusión del Cabildo, con el concurso necesario de los ayuntamientos, ha ideado una Estrategia insular de Prevención y Actuación en verbenas y celebraciones populares, para su implementación inmediata, al advertirse que son escenarios habituales de la comisión de estos delitos, amparados en la concentración de personas y el consumo de alcohol.

El catálogo de medidas previstas, según adelanta el consejero Marci Acuña a Diario de Lanzarote, incluye como principal novedad un control exhaustivo previo de los espacios donde transcurren los festejos: “Evitar que haya zonas sin iluminación en los recintos de ocio, por ejemplo, es una cuestión que no se ha tenido en cuenta en los planes de seguridad hasta la fecha, y que ahora queremos incorporar, pues se trata de añadir nuevas perspectivas a las situaciones de inseguridad que pueden darse en horario nocturno y en contextos masificados”, señala.

También se prevé reforzar los puntos violeta, espacios seguros instalados en zonas visibles de los lugares donde se celebran las convocatorias masivas. Habituales ya desde hace unos años en verbenas, mogollones de carnaval, conciertos y fiestas multitudinarias, están integrados por un equipo de profesionales especializadas en el ámbito de la Igualdad y la Violencia de Género, que ofrecen información y asesoramiento sobre cómo actuar en caso de sufrir o presenciar algún tipo de agresión. Además, proporcionan acompañamiento y atención inmediata ante posibles situaciones de acoso o violencia sexual con el fin de ayudar a las víctimas y disminuir el impacto provocado en estos casos.

Jornadas de Mararía sobre violencia sexual.

La estrategia contra la violencia sexual, que al cierre de esta edición figuraba en el orden del día de la Mesa Insular de Acción Social, ampliará la dotación humana en los puntos violeta con presencia de personal del Centro Insular de Igualdad y Atención a la Mujer (CIAM). También incrementará los materiales informativos para su reparto y la eficacia de los mensajes, a través de merchandising atractivo para el público joven. Completará las acciones una serie de charlas de orientación y sensibilización específicas para alumnado, trabajadores y trabajadoras de los locales de ocio nocturno y ventorrillos, y agentes locales y de la Guardia Civil.

Acuña destaca la importancia del trabajo coordinado con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y con las organizaciones de eventos, con el fin de maximizar y rentabilizar esfuerzos, y el montante global de cerca de 30.000 euros de fondos europeos de resiliencia, destinado a esta acción pública.

Centros de crisis

La última revisión de la legislación relativa a los delitos contra la libertad sexual, previa a la Ley del sí es sí, se incorporó en 1999, por lo que, tras 23 años de vigencia, era necesario modernizar las figuras penales para adaptarlas a las nuevas realidades. De este modo, además de reformar el catálogo de los delitos sexuales, tipifica conductas que hasta ahora quedaban impunes por no estar recogidas en el Código Penal, como el acoso callejero y el reenvío de contenido sexual a través de dispositivos electrónicos.

El consejero Acuña y la directora del ICI.

En solo un trimestre hubo 15 agresiones sexuales con penetración

Pero además, la norma estipula la obligatoriedad de apertura de un centro de crisis en cada provincia de España, con servicios de atención psicológica, jurídica y social para víctimas, familiares y personas del entorno, operativos durante 24 horas al día, 365 días al año. El objetivo es unificar la respuesta institucional -psicológica, jurídica y social- en un solo organismo, minimizando el desconcierto y la desorientación inicial de la víctima y dispensando sus servicios sin necesidad de denuncia previa.

Al respecto, el consejero Acuña anunció en el curso de la asamblea de la asociación Mararía, el pasado mes de mayo, la intención del Instituto Canario de Igualdad (ICI) de aumentar esta cifra e instalar centros de crisis en Lanzarote, Fuerteventura y La Palma, además de los preceptivos de Tenerife y Gran Canaria, en áreas metropolitanas donde se concentra la mayoría de la población.

Según señala, aunque el proceso para la localización y adquisición de los inmuebles que alojarán estas oficinas requiere de tiempo, la voluntad del ICI es ponerlos en marcha cuanto antes, “para dar una respuesta de atención inmediata a mujeres víctimas de delitos que generan una enorme vulnerabilidad física y emocional”.