POLÍTICA

Del 28-A al 26-M: la carrera electoral más incierta de la historia de la Isla

La aritmética de los pactos tras el 26-M se antoja tan importante como el veredicto que arrojen las urnas

Elecciones en Lanzarote el pasado 28 de abril. Foto: Manolo de la Hoz.
M. Riveiro 0 COMENTARIOS 10/05/2019 - 06:40

Sin tiempo para coger aire tras las elecciones generales del 28 de abril, los partidos han pisado el acelerador para la cita electoral del 26 de mayo. Lanzarote se enfrenta a los comicios más inciertos que se recuerdan, con más partidos que nunca y con pocas certezas. Entre ellas, emerge una que es clave: ganar las elecciones ya no se traduce casi automáticamente en gobernar, como sucedía antes. La aritmética de los pactos tras el 26-M se antoja casi tan importante como el veredicto que arrojen las urnas.

Las elecciones generales han sido un buen termómetro para medir el clima político en la Isla, pero en todos los partidos coinciden en que no se pueden trasladar los resultados a las elecciones locales. Tampoco está claro que se repita la elevada participación, del 61 por ciento.

Eso sí, en prácticamente todas las fuerzas predominan las lecturas positivas. El PSOE confía en seguir subido a la ola nacional, tras recuperar el escaño en el Senado por Lanzarote con 15.673 votos. Al Congreso, los socialistas consiguieron un millar más. Tras convertirse en senador electo, Manuel Fajardo insistía en que los buenos resultados no acabarían esa noche y la secretaria insular y candidata al Cabildo, Dolores Corujo, lanzaba el siguiente objetivo: “Ahora a por el Cabildo y los ayuntamientos”.

El momento es propicio para los socialistas lanzaroteños, que han echado mano para la campaña del ‘vecino’ Zapatero, pero el 26-M entran en juego otras variables, como la unidad interna o la imagen de los candidatos. Gobernar también influye: permite obtener rédito electoral, como se presume que sucederá en San Bartolomé, o te pone en la diana de las críticas, como ha ocurrido en Arrecife.

En Coalición Canaria, los resultados del 28-A han insuflado cierto optimismo. Al Senado, con un cabeza de cartel al borde de la jubilación política y sin perfil de candidato, Luis Arráez, los nacionalistas obtuvieron 9.625 votos. Un resultado que mejora en cerca de 400 votos el cosechado en 2015 a la Cámara Alta, poco después de haber ganado las elecciones al Cabildo con más de 11.000 y al Parlamento con más de 10.000 papeletas.

El presidente del Cabildo y candidato a la reelección, Pedro San Ginés, destaca que “dadas las circunstancias”, con una campaña muy centrada en los partidos de ámbito estatal, “no era fácil mejorar”. “Ojalá se traslade esa mejoría” a las elecciones locales, “porque eso nos apuntalará aún más como primera fuerza que somos a casi todo” lo que se vota en mayo, añade.

Las elecciones del 26-M van a suponer una prueba de fuego para la izquierda al margen del PSOE, con significativa presencia institucional desde 2003, cuando irrumpió Alternativa Ciudadana. Los buenos resultados de Podemos (9.976 votos al Congreso, donde fue segunda fuerza, y 8.050 al Senado) mejoran los obtenidos, en términos porcentuales, por la formación morada a escala estatal.

La marca sigue teniendo tirón en Lanzarote, a pesar de la fuerte crisis interna sufrida en los últimos meses, que ha terminado con la salida del que fuera líder insular, Carlos Meca. La incógnita es cómo se comportará el partido en las elecciones locales. Han apostado por nombres conocidos: además de Nona Perera, Myriam Barros, portavoz de Las Kellys, en el puesto número dos, y Jorge Peñas, candidato al Senado y abogado vinculado a la plataforma por una vivienda digna, en el tercer lugar.

Nueva Canarias quedó en séptima posición al Senado el 28-A, pero la interpretación que hacen no es del todo negativa. Al contrario. A pesar del mal resultado global de NC, de que la pugna en las generales se centra en los partidos estatales y de que no habían concurrido antes en solitario, dicen que los 2.159 votos los consideran un “suelo” para una organización que espera que en las locales la marca Somos Lanzarote ejerza una influencia positiva.

El resultado de Podemos y Somos-NC el 26 de mayo también será determinante para que se abra la posibilidad, con la que sueñan, de un “pacto de progreso” en la Isla. Su principal hándicap es que acuden a las elecciones con las heridas frescas de unas guerras intestinas muy próximas en el tiempo.

En el eje de la derecha, el Partido Popular se juega perder el grupo propio en el Cabildo. El objetivo real al que aspiran es a mantener tres consejeros. El resultado del PP al Senado por Lanzarote es, en términos porcentuales, calcado al que obtuvo el partido liderado por Pablo Casado al Congreso (16,8 frente al 16,7 por ciento de los votos).

No obstante, el tercer puesto, muy próximo al segundo de CC en la votación a la Cámara Alta, hace albergar cierta esperanza a los populares, que cuentan con el mismo punto débil de hace años: la escasa implantación territorial, dejando a un lado Arrecife y el bastión de Tías.

Al contrario que en el resto del país, Ciudadanos se ha estancado en Lanzarote, a tenor de los resultados del 28-A, si se compara con la anterior cita electoral. La formación naranja ronda el ocho por ciento del total de votos, que con una alta participación se tradujo en 4.561 papeletas. Su nivel de respaldo es, porcentualmente, casi la mitad que tiene el partido de Albert Rivera a escala estatal. La abrupta salida de Benjamín Perdomo, su rostro visible en la Isla estos cuatro años, ha generado cierta controversia. Para suplirlo han apostado por un exconcejal del PP, David Rodríguez.

En la derecha insular también ha irrumpido Vox, con más de 3.000 votos al Senado (1.200 en Arrecife y presencia significativa en Yaiza y Teguise). Si los mantiene en las locales es más que probable que entre al menos en el Cabildo y en la capital. Es otra de las incógnitas del 26-M, junto al comportamiento de marcas insularistas como Unidos por Lanzarote, que ha apostado por el tándem Manuel Cabrera y Laureano Álvarez al Cabildo y a Arrecife, o Lanzarote Avanza, tocada tras el varapalo que ha supuesto la expulsión de Gladys Acuña como candidata al Cabildo y al Parlamento.

Hay más: por ejemplo, ¿cuántos de los 14 partidos que se presentan para los 23 puestos del salón de plenos del Cabildo obtienen representación? Todos por Lanzarote de Segundo Rodríguez, Izquierda Unida, Ahora Canarias, Fuerza Vecinal Lanzarote o Contigo Somos Democracia también quieren jugar la partida. Parafraseando la canción: no hay sillas para tanta gente.

Añadir nuevo comentario