Con 26 años de vida, el Club de Gimnasia Isla Lanzarote ha formado a cientos de jóvenes en la gimnasia artística y, además, ha recibido recientemente el premio Empresa Referente de la FP Dual por la labor que viene realizando estos dos últimos años en enseñanza práctica. Por sus instalaciones han pasado desde medallistas olímpicos como Ray Zapata a gimnastas que han competido y compiten al máximo nivel nacional e internacional. Más de un cuarto de siglo de trabajo bajo el liderazgo de Clari Ramos, que un día soñó con ser entrenadora de esta disciplina y que, en la actualidad, continúa soñando con convertir al club en el Centro de Tecnificación de Canarias.

Clari es la directora técnica y fundadora del Club de Gimnasia Isla Lanzarote. Reconoce que lleva “toda la vida” relacionada con el mundo de la gimnasia, pero no fue hasta 1999 cuando el club comenzó a andar. Ella empezó antes: con 13 años comenzó una actividad extraescolar en el colegio de las Dominicas de la mano de Lolina Curbelo. “Se trataba de un grupo de niñas de unos ocho años y el objetivo era que hicieran el pino y bailaran un poco”, rememora. Sin embargo, siempre tuvo claro que quería ser entrenadora de gimnasia. “Empecé a formarme, a entrenar, a trabajar... y aquí estoy”, presume, sin olvidarse de las personas que la apoyaron en el camino y que ayudaron para que se convirtiera en la primera persona que se dedicó a la enseñanza de este deporte en Lanzarote.

Del colegio, donde se hacía gimnasia general y no había ni aparatos ni material alguno de gimnasia artística, se trasladaron a unas canchas abiertas en el polideportivo. Posteriormente se mudaron al gimnasio de usos múltiples de la Ciudad Deportiva y fue entonces cuando empezaron a entrenar como la Escuela del Cabildo. Finalmente, fundó el club en 1999, que comenzó su actividad en el garaje de una de las niñas del club, hasta que les cedieron una nave. “Nos instalamos, pedimos el material y surgió la magia”.

Los inicios nunca son sencillos, pero para Clari lo verdaderamente complicado fue mantenerse. Desde el principio contó con una base de niñas que venían de la Escuela del Cabildo, pero sabía que quería trabajar desde la cantera hasta la élite y para ello necesitaba desarrollar un sistema diferente de entrenamientos. “No puedes trabajar con 25 niñas una o dos horas al día”, explica, pues las prácticas suelen ser muy largas. “Fundamos el club con 20 niñas. Dos meses después ya teníamos 80. Dos meses después teníamos 120 y ahora movemos alrededor de 400 niñas y niños”, destaca.

En aquellos primeros pasos del club, Clari hacía todo, aunque reconoce que las gimnastas de mayor edad la ayudaron “muchísimo”. También los padres de “la generación cero” se involucraron y la ayudaron. “Hubo gimnastas y familias fundadoras del club que trabajaron a muerte por sacar esto adelante. Y luego mi familia, que ha estado siempre”, señala, mientras cita de forma expresa a sus padres, su hermana y su marido. Alguna de las gimnastas que empezaron con el club se fueron formando y son ahora entrenadoras y jueces, y trabajan “hombro con hombro” con Clari.

Los niños y niñas que practican gimnasia artística empiezan a una edad temprana. “Los cogemos a partir de los tres años”, explica Clari. Hasta los seis años juegan con habilidades gimnásticas y psicomotricidad. Hacen, en definitiva, entrenamientos “súper divertidos” y guiados a través de juegos. A los siete años ya empiezan una especialización. Suele coincidir que, a partir de esa edad, prueban otros deportes y alguno termina cambiando de disciplina, en ocasiones los combina o se queda definitivamente en la gimnasia. “Los que ya han encontrado su sitio, afortunadamente, se quedan hasta la universidad”, relata.

Clari Ramos comenzó en las Dominicas de la mano de Lolina Curbelo

Dentro de los que se encuentran en el club, Clari aclara también que hay espacio para todos, desde “niños que vienen dos veces en semana para divertirse, hasta los que compiten al máximo nivel nacional e internacional”. En cuanto a edades, no solo entrenan niños. “Tenemos clases de adultos, antiguos alumnos gimnastas que han terminado de estudiar, que tienen su profesión y que vuelven a entrenar. No hay límite de edad”, aclara la fundadora del club.

Talento

Ray Zapata es el mayor referente que ha producido el Club de Gimnasia Isla Lanzarote. El conejero ha participado en tres Juegos Olímpicos, rozó el oro en los de Tokio y hoy en día está federado por el club lanzaroteño, es decir, compite en los campeonatos nacionales representando al club de su Isla. “Desde que llegó vimos el potencial que tenía y empezamos a prepararlo para competir y lograr una proyección internacional”, señala la presidenta, quien recuerda que no solo vale el talento, sino que es importante estar centrado. “Tú puedes tener un Ferrari, pero luego es el piloto el que se pone al volante y maneja el coche, el que marca la diferencia. Si la cabeza no falla, sabes a dónde puedes llegar”, asegura.

Del deportista conejero resalta que tanto él como su familia “tenían muy claro dónde quería llegar”. Clari aprovecha para resaltar la figura de Francis, el entrenador de categoría mascullina, que fue el que acompañó a Ray a las diferentes concentraciones en Madrid. “Hizo un trabajo con él y con toda esa generación increíble, que luego se queda en el olvido. Fue un trabajo muy bueno y creo que fue el que cambió la vida de Ray en la élite”, asegura.

Además, en el club se encuentra la única gimnasta canaria que compite en la máxima categoría nacional, Irene Bermúdez. “En su nivel se encuentran las niñas que forman parte de la selección española de gimnasia, que viven y entrenan en el Centro de Alto Rendimiento”, explica Clari. Mientras que la conejera entrena cuatro horas, sus rivales entrenan al menos el doble. “Pero ella se mantiene en su Isla, estudiando en un instituto sin tener que cambiar de lugar de residencia y al lado de su familia”, señala.

“Fundamos el club con 20 niñas y ahora movemos alrededor de 400 niñas y niños”

Ray Zapata sí que tuvo que abandonar su lugar de origen en busca de sus sueños. Precisamente, en este sentido, Clari expone la necesidad de contar con unas mejores instalaciones en la Isla, para que los jóvenes “no tengan que elegir” entre desarrollar su potencial o mantenerse en su entorno: “La lucha está en que, si tenemos una instalación en condiciones y gente que entienda lo que hacemos, todo sería más fácil y los deportistas de élite no se tendrían que ir a la península a entrenar, sino que podrían desarrollarse cerca de su casa y de sus familias”.

Los objetivos

En 2009, el club se mudó a sus instalaciones actuales, en el barrio de Argana Alta, junto a la sede de la Cámara de Comercio. “El equipamiento de gimnasia es muy caro y hemos tardado muchos años en tener unas instalaciones completas”, explica. Sin embargo, para Clari no es suficiente: “Creo que, siendo uno de los pocos deportes que llena un pabellón en Lanzarote, la gimnasia no cuenta con las instalaciones y la infraestructura que debería tener, para la calidad y cantidad de participantes que tiene este deporte en la Isla”.

Cuando empezó, Clari creía que si tenía muchas niñas contaría con un gimnasio, pero no pasó. Luego pensó que eso sucedería cuando tuviese campeonas de Españas, pero tampoco pasó. Luego creyó que si tenía campeones olímpicos tendría un gimnasio en condiciones, pero tampoco se materializó. “Creo que la gimnasia artística de Lanzarote ha demostrado con creces todo lo que somos capaces de hacer y que es un momento en que las entidades de las Islas deben entender el gran momento que vive este deporte en Canarias y en Lanzarote, porque es aquí donde está dando unos frutos tremendos en gimnasia artística, como para plantearse proyectos bastante más avanzados”, reclama la fundadora del club.

Es tal el nivel que presenta el club conejero que cuenta con un equipo de cuatro niñas que están en la máxima categoría de su edad, 10 años, y otra niña que también compite en la máxima categoría para su edad, ocho años. La presidenta explica que el club ha competido y subido al podio en Estados Unidos y que recientemente fueron a Bélgica y ganaron. “A nivel nacional ganan y también suben al podio, y en campeonatos regionales no bajan del podio. La gimnasia conejera triunfa”, explica Clari. Aunque sus pupilas tengan un día malo, “hacen un muy buen papel y tienen unos valores más allá de los triunfos deportivos, y esto para mí también es un éxito absoluto”.

Para lograr los objetivos es fundamental el apartado económico, pero no es sencillo. “Nuestro gran respaldo son las familias”, relata la fundadora del club, quien detalla que cuando una niña entra en el equipo de competición y va a tener una proyección nacional e internacional, se les explica primero a sus familias. Después cuentan también con sus patrocinadores: la Sociedad de Promoción Exterior, el Cabildo de Lanzarote y los ayuntamientos de Arrecife, Yaiza y Tinajo. Clari reconoce entre risas que su imaginación siempre supera su presupuesto y que las gimnastas del club participan en competiciones en diferentes partes del mundo a las que son invitadas. “En este deporte se lleva eso de ‘yo te invito, pero tú te lo pagas’”, dice.

“Desde que llegó Ray Zapata vimos el potencial y empezamos a prepararlo para competir”

En la gimnasia hay que diferenciar las competiciones internacionales, donde los gimnastas representan a la selección española, como es el caso de Ray Zapata, de las competiciones en las que participan como club y para la que reciben invitaciones. “Nos llegan bastantes y vemos las que nos interesan más”, detalla Clari. Pero no solo viajan los deportistas, también lo hacen los entrenadores: “El año pasado tuvimos un campus de formación en Kansas, en Estados Unidos. Fuimos cuatro entrenadores con uno de los mejores preparadores. Estuvimos más de una semana de formación”.

Referentes de la FP Dual

Este pasado mes de junio, el Club de Gimnasia Isla Lanzarote recibió el Premio Referente de la FP Dual, que forma parte del programa FP Pyme y es entregado cada año por la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa y CaixaBank Dualiza, en colaboración con Diario de Lanzarote. Clari le da una gran importancia no tanto al premio, que le parece, eso sí, “todo un honor”, sino a la confianza que depositan en el club los profesionales que están formando a los estudiantes, explica. Le parece algo “brutal” poder formar a futuros trabajadores, entrenadores o técnicos deportivos.

El Club de Gimnasia Isla Lanzarote recibe en torno a ocho estudiantes procedentes de Animación de Actividades Físicas y Deportivas. Este ha sido el segundo año de formación y el tiempo que pasan en el club varía dependiendo del curso en el que se encuentren. “Hay unos que están dos semanas, otros un mes o dos. Todo depende del ciclo y el curso en el que se encuentren”, explica.

La colaboración entre el IES Blas Cabrera Felipe, de donde proceden los alumnos, y el club se debe a la profesora María Teresa Toledo, que fue la que apostó por hacer la formación práctica con el club de gimnasia. En la FP Dual las prácticas se hacen desde el primer curso, por lo que la comunicación entre ambas partes es crucial. “Tenemos reuniones periódicas con los profesores”, señala. En estos encuentros se establecen las fechas en las que los alumnos acudirán a las instalaciones del Club de Gimnasia Isla Lanzarote y cuáles son los conceptos en los que van a trabajar durante ese periodo.

Convertirse en el Centro de Tecnificación de Canarias “es nuestro sueño y objetivo”

“Cada uno de los alumnos que ha pasado por aquí nos ha aportado y nos ha ayudado. Nosotros hemos aprendido y espero que ellos también, es una experiencia muy positiva”, indica Clari. A fin de cuentas, los alumnos, que tienen que rellenar un diario de trabajo para el centro, tienen en el club la posibilidad de trabajar diversas áreas con diferentes entrenadores y niños durante su periodo de formación en la empresa. “Quien viene a aprender puede desarrollar desde un trabajo de fuerza con niñas de nivel élite a un trabajo de diversión y psicomotricidad con niños de tres años”, añade.

Seguir soñando

Lo que empezó como un sueño para Clari Ramos se convirtió en objetivo y finalmente en una realidad. Por ello, la fundadora del club mantiene que es importante la formación de deportistas, “no solo de élite”. “Es importante que los niños y niñas que pasen por aquí entiendan los valores del Club de Gimnasia Isla Lanzarote, como son el orgullo canario y el arraigo en nuestra tierra, porque vivimos en el paraíso”. Pero esto no se queda aquí, pues también quieren ser el Centro de Tecnificación de Canarias. “Ese es nuestro sueño y objetivo”, reconoce.

La intención es dar respaldo a cualquier equipo internacional que quiera venir a Lanzarote a prepararse, como ya hacen algunas selecciones. “Vienen a entrenar a un gimnasio tan humilde como este”, señala. Selecciones como la francesa o la belga realizan sus pretemporadas en la Isla aprovechando el clima, y también miembros del equipo de la selección española o directamente gimnastas que pasan por Lanzarote y aprovechan para entrenar en el club. “Recibimos a gente de todas partes de todo el mundo. Por ello, tener una instalación al nivel que se merece la gimnasia artística y el club Isla Lanzarote es uno de nuestros principales objetivos”, concluye.