José Artiles San Ginés, Pepe Artiles para todos, lleva la música en la sangre. Ahora dirige la Unión Musical de Lanzarote, y participa en otros muchos proyectos como intérprete. Fue y sigue siendo un referente de la música en la Isla con la creación a lo largo de su trayectoria de diferentes formaciones musicales, como la Banda Municipal de Tías, que dirigió durante dos décadas. Curiosamente, municipio que carece de agrupación hoy día.

Con la creación del entonces primer conservatorio elemental de música, hoy Centro de Enseñanzas Musicales (CIEM), el maestro Artiles pasó a formar parte del mismo junto a otros integrantes del Círculo de Amigos de la Música. Tras su jubilación, no ha querido dejar de lado su fusión con la música y ha buscado la forma de seguir ligado al CIEM, en el que fue profesor durante buena parte de su vida profesional, ahora en calidad de alumno.

Con nostalgia, el maestro Artiles recuerda que frente a la treintena de alumnos con los que empezó en su momento el CIEM, el centro acoge hoy día a unos 500 estudiantes. Entre su plantilla docente se encuentra precisamente la hija de Pepe, Melba, profesora de piano y repertorista, que le acompaña en la entrevista con Diario de Lanzarote. Y a la que le gustaría pasarle el relevo de la Unión Musical de Lanzarote.

No en vano, al igual que existen otras reconocidas estirpes musicales, asegura orgulloso que ellos dos forman parte de la saga de “Los Artiles”. Lo único que lamenta el intérprete de su profesión es que no le haya permitido disfrutar durante más tiempo de su familia. “Mis hijas me decían: ‘Papá, todo el mundo se va de vacaciones’. Y yo les respondía: No nos vamos de vacaciones porque vivimos de ellas. Es que soy feliz tocando”.

El piano, su instrumento preferido, ha formado parte del hogar de los Artiles desde siempre. “De niños teníamos nuestra propia orquesta con la familia. Benito y sus muchachos, le llamábamos. Mi padre era el trompetista, mi hermano, el segundo, tocaba la batería, Pedro el saxofón y Mari el piano. Hemos sido una familia muy musical”. Actuaban en las fiestas bajo el nombre de La Estrella del Sur. “La primera vez que salí a tocar tendría diez años”, cuenta. Fue con una banda municipal. Quiso el azar que ese mismo día coincidiera con la celebración de su cumpleaños y la Primera Comunión. “Un tres en uno”, comenta con una sonrisa.

A pesar de haber formado varias agrupaciones con su padre y hermanos, Pepe fue el único que se animó a continuar con los estudios musicales, para lo que tuvo que desplazarse a Tenerife, y finalmente dedicarse de manera profesional a la música. Si bien, recuerda que su hermano Pedro Artiles continúa formando parte de la orquesta Los Jarvac.

A sus 75 años, es un intérprete muy activo. Forma parte del panorama musical lanzaroteño con presencia en diferentes agrupaciones, tanto en calidad de director de la Unión Musical de Lanzarote, como alumno del CIEM, o bien ensayando con la Coral de Arrecife o la del Casino, además de formar parte de una rondalla de Teguise “de gente mayor como yo”, dice este veterano músico que nada más entrar en la sala del Centro de Enseñanzas Musicales donde se desarrolla la entrevista con Diario de Lanzarote se sienta a tocar el piano.

Banda de Tías

Florencio Suárez Rodríguez, alcalde del municipio de Tías, fue el encargado de contratar al profesor de música Pepe Artiles para la formación de la escuela municipal de música y posteriormente la creación de la Banda Municipal. Corría el año 1983, y la actividad se inició con una treintena de chicas y chicos que acompañaban a la procesión en las fiestas de La Candelaria. Más tarde, participarían en las procesiones de las diferentes fiestas que se celebraban en distintos pueblos de la Isla.

El piano ha formado parte del hogar de los Artiles desde siempre

El primer concierto -según recoge la web historiadetias.com-, se llevó a cabo con motivo de la presentación del escudo heráldico y la bandera del municipio. El músico estuvo al frente de la agrupación hasta 2003, cuando la dirección pasó a manos de Francisco Javier Torres Rivera.

Pepe Artiles lamenta que en la actualidad ni en Arrecife ni en Tías exista una escuela municipal de música, después de que quedaran “arrumbados” los instrumentos en el Centro Cívico de la capital. “Hemos intentado que vuelvan a abrir la escuela, porque hay alumnos interesados. Más de 200 se quedan fuera del CIEM”, señala apenado.

Retomar esta iniciativa musical permitiría también, a su juicio, contar con una banda municipal propia, sin necesidad de conformar una plantilla profesionalizada, sino con el mismo alumnado. Pone el ejemplo de estudiantes del Centro Insular de Enseñanzas, “gente joven de 14 o 15 años que participan en la Unión Musical de Lanzarote”.

Pepe Artiles destaca la importante labor que desarrolla el CIEM, de donde han salido “reconocidas carreras musicales y muy buenos músicos. Tanto cantantes, como violinistas, o guitarristas, entre otros intérpretes de reconocido prestigio”. De ahí la importancia de centros de enseñanzas musicales en la Isla.

Presente

Pepe Artiles dirige ahora la Unión Musical de Lanzarote, una agrupación creada tras su marcha al frente de la Banda Municipal de Tías. “Le pusimos Unión Musical, porque realmente era una unión de músicos de aquí y de allá”. Son numerosas las procesiones en las que participan y los conciertos ofrecidos. Desde hace dos años a la agrupación se la puede escuchar en los conciertos de música sacra.

“De niños teníamos nuestra propia orquesta con la familia: Benito y sus muchachos”

Su director comenta además el reciente espectáculo musical que ofrecieron en el Kiosko de la Música del Parque Ramírez Cerdá de Arrecife, un espacio en el que le gusta especialmente actuar. “Hacía años que no se ofrecían conciertos allí y es una maravilla tocar arriba porque tiene una acústica tremenda”. 

Con la Coral del Casino prepara conciertos, mientras que con la parranda, donde toca el acordeón, suelen actuar los domingos alternos en el mercadillo de Teguise, aunque dice que él ya no está “para ir arriba y abajo”. De carácter afable y gran compañero, Pepe Artiles siempre que su agenda se lo permite se muestra disponible para realizar alguna interpretación en eventos señalados. De entre sus últimos logros, destaca la fortuna de haber podido ser el único intérprete al que se le ha permitido tocar el órgano de la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria. “Qué maravilla. Todo el que pasaba por la iglesia se paraba a escuchar la interpretación”, rememora.

Al repasar estos recuerdos le viene a la mente cuando de “chiquito” entraba a la Iglesia de San Ginés, donde se podía contemplar un coro con un órgano de fuelle, antes de que pasara a ser eléctrico, y ya desaparecido. En aquel entonces, su cometido se limitaba a darle al fuelle. Uno de los templos de Lanzarote que sí ha preservado su órgano original es el de Teguise, del que dice “que está muy bien cuidado porque lo toca muy poca gente”.