La calle Oranienstraße es el corazón del barrio de Kreuzberg. Una de las calles con más vida del barrio más vivo de Berlín, donde los graffitis se extienden por todas las paredes hasta donde alcanzan las manos. Es septiembre, hace calor y la gente se lanza a la calle a pie, en bicicleta o se sienta en los bancos de madera frente a los bares, tiendas o restaurantes. El Franken no es una excepción. Abre tarde y cierra tarde, lo suficiente para ser la antesala y el postre de los conciertos de la sala que tiene enfrente, el SO36, que lleva orgullosa en su nombre el número del código postal del que nació como barrio turco.

En el Franken se sirven cervezas y mexicanos (o mexikaner, un cóctel que en realidad es una variación de la sangrita mexicana a la que se le añade vodka), entre humo de tabaco, fotografías de grupos de rock y de clientes, buena música, conversaciones y pegatinas para llenar un estadio. En la barra aparece Pablo con una camiseta de Guerrilla Urbana, que delata su próxima parada. Dice que es de Venezuela y que ha vivido en Colombia, aunque tiene acento gallego y vive desde hace doce años en Berlín. “Es mi infancia”, dice sobre la camiseta. 

El SO36 es la sala de conciertos más célebre de la ciudad: la cuna del punk rock en Alemania, por donde pasaron sus noches berlinesas David Bowie junto a Lou Reed o más tarde Nick Cave y donde han tocado todos los grupos de la escena alemana, como Atchung Baby o Kraftwerk, pero también muchos de los que han escrito la historia del punk, como los Dead Kennedys y donde tocará en mayo del año que viene Fermín Muguruza, en la gira en la que celebra sus cuarenta años sobre los escenarios.

Es la noche del Canarias Calling, un evento que comenzó llevando a varias ciudades alemanas los documentales de José María de Páiz sobre músicos canarios como Pistol, Catana, Zurda o Suárez y que se ha convertido en un encuentro anual entre bandas canarias y alemanas en el Archipiélago y en el continente. Canarias Calling va camino de tener entidad propia e independizarse de Cine Club Lanzarote, la asociación que comenzó organizando las proyecciones, gracias al empuje principalmente de Katrin Funke, que conoce bien las dos escenas.

El año pasado fueron Faktotum, Suárez DC y Eméritos y antes fue el documental sobre Ildefonso Aguilar con acto incluido en el Instituto Cervantes. Canarias Calling ya ha visitado Berlín, Leipzig, Hamburgo o Bremen pero también Tenerife, Lanzarote, Gran Canaria y La Palma. Este año, en la expedición canaria repitió Faktotum, junto a Guerrilla Urbana y los granacanarios Subresiduos. La mini gira viajó de Berlín a Münich, y en las dos ciudades se proyectó el documental de De Páiz Punk rock en Gran Canaria. Supervivencia y combate, que recorre cuarenta años de esa escena musical en 45 minutos. En Berlín se proyectó en el Wild at Heart y en Münich en la sala Werkstattkino, con la ayuda para la traducción de Nicolás, un estudiante de Medicina lanzaroteño en la capital bávara. 

Subresiduos, en el Wild at Heart.

Primera noche

Lo que espera dentro del SO36 no se parece a la paz exterior del barrio de Kreuzberg. La calma se transforma en rabia y el silencio en amplificación. La noche la abre el grupo local Wonderska, que actuará en diciembre en Canarias. Son ocho mujeres que llevan juntas varias décadas y que hacen ska y otras músicas limítrofes. Tiene sus incondicionales pero no solo divierten y se divierten. Únicamente han editado un disco en estudio, pero Wonderska participa siempre en conciertos, eventos y festivales feministas, de apoyo al colectivo LGTBI o contra el capitalismo o la subida de los precios. Steffi entró a la banda hace 23 años y es la tercera más joven: “Queremos ser comprometidas y decir lo que nos parece importante. Cuando estamos en el escenario, si alguien dice alguna idiotez, decimos que no es así. No queremos ser majas”, dice después del concierto.

El SO36 es la sala de conciertos más célebre de la ciudad: la cuna del punk rock

“Yo ya no sé lo que es la ley, yo solo sé cual es tú ley, lo que a ti te va bien, a mí me hace perder”. Así comienza el turno de Faktotum, con José María de Páiz al frente, haciendo de factótum de Canarias Calling: presenta películas y estrena canciones. En esta ocasión, junto a Potaje, Mame Spínola y Jorge Díaz, son cinco temas nuevos y una versión final de Sheena is a punk rocker de Ramones. La ley de Faktotum, que se ha vuelto a unir después de un parón, se acaba imponiendo sobre el escenario berlinés.

“Lo que llama la atención en Alemania es que en Canarias haya una escena underground de cierto calado pese a que no parece un territorio que sea proclive a tenerla”, dice De Páiz, que valora la importancia que tiene para los grupos canarios actuar en Alemania y en salas como estas porque “actúas delante de gente que no te conoce de nada y solo valoran tu música y tu puesta en escena”. “La conclusión es que no hacemos tan mal las cosas, el nivel de las bandas canarias no tiene nada que envidiar, porque el público las recibe bien”.

El mejor ejemplo de esto es el directo de Guerrilla Urbana, que cierra la primera noche. Son testigos y protagonistas de la primera oleada de punk en Canarias. No está Zurda, pero está Edu, que a pesar de su juventud lleva media vida (exacta) en los escenarios y que recoge el testigo de dos (o tres) generaciones de punks en Canarias. El directo es tan potente como lo esperaba Pablo y muchos de los incondicionales de la banda, que acortan en una noche la distancia que hay entre Berlín y La Laguna. Si el punk es actitud, lo de Rocko, el cantante de Guerrilla, es el canon. 

Guerrilla Urbana.

Segunda

Al día siguiente, la cita es en el Wild at Heart. En la película del punk rock en Gran Canaria, Txalo, guitarrista de Malformaciones Congénitas, dice que al punk canario le debilita la distancia pero que eso también hace que se fortalezcan las bandas. De ahí que muchas lleven, con interrupciones o sin ellas, más de treinta años tocando, como es el caso de Subresiduos. Juanjo, que también aparece al principio del documental, es el guitarrista. Es un superviviente: punky, carpintero, anticuario y guitarrista irredento. Igual que en Guerrilla, otras generaciones se van sumando. Cuando Juanillo sale a escena es difícil no pensar en Iggy Pop, y no solo por su presencia, sino también por su entrega. Eso mismo, que si es Iggy Pop, se pregunta días después del concierto Digger, miembro de la mítica banda alemana Slime, en sus redes sociales. El círculo mágico se cierra porque Subresiduos lleva en su repertorio una versión de un tema de Slime. Y no es la única que hacen: también versionan My Way o Soy rebelde (Soy rebenque) de Jeanette. Están acostumbrados a las versiones porque los cuatro, Juanjo, Juanillo, Fabio y Toba, también forman un grupo paralelo, The Last Drop, con un repertorio de clásicos de los años sesenta y setenta, haciendo honor al primer sustantivo de la película: supervivencia.    

“Actúas delante de gente que no te conoce y solo valora tu música y puesta en escena”

La segunda noche berlinesa la había abierto Mutti, músico y promotor con su grupo Muttis Lieblinge, que ya estuvo en Lanzarote en 2022 presentando un documental sobre su vida y dando un concierto en La Grulla, que en paz descanse. La noche termina con la pinchada de Javi Vielba.

El tercer día, Canarias Calling se traslada en tren a Münich, donde no reina el silencio y donde espera el Milla Club, que si no es un refugio antiaéreo lo disimula bien: una especie de tubo negro en un sótano que acaba en una escenario excavado sobre la roca. Ahí se suben de nuevo Faktotum y Subresiduos para descargar su energía.

Wonderska en el SO36.

En Canarias

El 6 de diciembre, Canarias Calling llega a Aguere Cultural en La Laguna, con TV Smith and the bored teenagers, Akelarre, Faktotum y Wonderska y el día siguiente se traslada a La Palma. Ese día actuarán estas tres últimas bandas, a las que se sumará la banda local Barbanegra. El día 8 de diciembre se proyectará la película Supervivencia y combate y actuarán Maldito Derrape, también de La Palma, junto a los grancanarios Skachaos y los holandeses Wick Bambix.