Cándido Armas: “Crecer no solo es vender, sino contribuir a dejar algo mejor”
El responsable de Grupo Chacón, la centenaria empresa de alimentación, es el protagonista del segundo episodio del videopodcast ‘Historias de emprendimiento’
Hace 105 años, en 1920, Cándido Armas Chacón abrió una pequeña carnicería en la calle Fajardo de Arrecife. Cuando emprender no era tan fácil, puso en marcha una fonda, luego una panadería, una tienda y finalmente la carnicería, el origen de una empresa: Grupo Chacón, que hoy regenta la cuarta generación y que es una referencia en el sector de la alimentación de las islas orientales. El despegue del negocio familiar llegó de la mano de Cándido Armas Rodríguez, protagonista del segundo episodio de Historias de emprendimiento, el nuevo videopodcast de Diario de Lanzarote y Diario de Fuerteventura. Estos son algunos fragmentos destacados del programa:
El secreto para mantenerse. “Trabajar mucho, ser constantes y seguir una pauta de compromiso con nuestros clientes y con Lanzarote. Me acuerdo que en la época de mi padre pasamos por una situación un poquillo estrecha, con años fatales, y se tuvo incluso que desplazar a trabajar en África. Con 11 años, cuando mi padre estaba en Mauritania, me quedé yo. Mis hermanos eran más pequeños y no se habían incorporado al negocio. Cuando regresó mi padre empezamos con una pequeña fábrica pegada a casa, para los chorizos. Teníamos un puesto en la Recova y retomamos una carnicería, donde la había tenido mi abuelo, en la calle Fajardo de Arrecife. Ese puede ser el origen de la nueva etapa, por decirlo de alguna forma, de lo que hoy es Chacón”.
“En La Recova había días que vendías 3.000 pesetas y con aquello íbamos tirando”
El antiguo comercio de Arrecife. “En La Recova había días que vendías 3.000 o 4.000 pesetas, a comienzos de los años 60, y con aquello íbamos tirando. Cuando abrimos la carnicería en la calle Fajardo, que era muy pequeñita, sin hacer propaganda, el primer día vendimos 21.000 pesetas. A partir de ahí empezamos a crecer. En esa zona estaban Los Guerra, un poco más arriba estaba La Fedora, Doña Severa, Manuel Fontes... En Arrecife, en aquella época, había más de 100 tiendas pequeñas. Cada uno se especializaba y todas vivían. Yo repartía los chorizos, cogía una cestita y los llevaba a las distintas tiendas. Fue un momento bueno”.
“Tenemos más de 100 proveedores locales. Es lo que hemos hecho toda la vida”
La receta del chorizo de Chacón. “Mi abuela Manuela ya sabía hacer chorizos. Era de Haría y vivía en El Cotillo, porque el padre era torrero, y en Fuerteventura se casó con Cándido Armas Chacón. También era muy buena repostera. La receta viene de aquella época. Son cuatro cosas, pero hay que saber combinarlas en las cantidades exactas y, sobre todo, tener buena carne. Mi padre continuó con la receta, que es la que ha llegado a día de hoy. Con el dinero que trajo mi padre de África, unas ciento y pico mil pesetas, empezamos a fabricar chorizos de forma un poco más industrializada. Hasta entonces, la mezcla se hacía a mano. La primera amasadora tenía unas manitas y parecía una persona, más contento que todas las cosas... Nos parecía que habíamos dado un salto tremendo. Un chico que nos ayudaba amarraba choricito por choricito, unos 20 o 30 kilos en una hora, que entonces nos parecía una barbaridad. Hoy se hacen 200 kilos en cinco minutos”.
“El compromiso con la Isla no es de dientes afuera: hay que demostrarlo”
La época de la expansión. “Cuando hicimos la primera nave, en la calle Velacho, nos parecía una cosa inmensa. Veníamos de 40 metros en la calle Fajardo. A mediados de los 80 empezamos con la actual empresa y a importar directamente la carne, fundamentalmente de Brasil, Uruguay y Argentina. Empezamos a distribuir y a que la empresa tuviera otra dimensión. Queremos seguir creciendo. Hay grandes corporaciones que se han instalado también en la Isla pero, como decía mi padre, cada uno pesca con su caña. Nosotros tenemos un compromiso con Lanzarote y los conejeros. Apostamos por los productos de nuestro campo, por nuestro queso y pescado. Tenemos más de 100 proveedores locales. Es lo que hemos hecho toda la vida, lo que creo que nos posiciona en el mercado, un nicho diferente. Así se echa una mano al agricultor, al pescador o al viticultor. La población está bastante mentalizada en ese sentido y prefiere productos frescos, de calidad y de cercanía, aunque se pague un poquito más, porque esa la forma de cuidar lo nuestro”.
Sostenibilidad y 35 horas de trabajo. “Esta medida ha sido otro de los compromisos con nuestros trabajadores y con Lanzarote. Buscamos que la gente se sienta bien y queremos que viva lo mejor posible. Queremos contribuir a que tengan estabilidad y creo que las 35 horas de trabajo semanales han supuesto una mejora. Los trabajadores se comprometen y se esfuerzan, y saben que van a tener más tiempo para estar con la familia. El compromiso con la Isla no es de dientes afuera sino que hay que demostrarlo en el día a día. En sostenibilidad estamos intentando introducir camiones eléctricos, colaboramos con Calor y Café, con la cárcel... Crecer no solo es vender, que es por lo que más se nos puede conocer, sino contribuir a dejar algo mejor”.
“Mi padre me transmitió siempre la seriedad y el valor de cumplir con la palabra”
El valor de la palabra. “Los que iniciamos negocios debemos de tener un sentido, una habilidad de ver venir las cosas... hay enseñanzas que tienes que vivirlas, tropezar con los inconvenientes, no basta con leerlo en un libro. Mi padre me transmitió siempre la seriedad y el valor de cumplir con la palabra, para las buenas y para las malas. Muchas veces daba la palabra y sabía que iba a perder, pero ya estaba cerrado el trato y se acabó. Esa rectitud y seriedad, además de la experiencia, es la que se tiene que seguir transmitiendo a los hijos”.
Comentarios
1 Toña García Martín Sáb, 07/06/2025 - 19:17
2 Jose Dom, 08/06/2025 - 18:06
3 Lola Lun, 09/06/2025 - 13:55
4 Opinión Lun, 09/06/2025 - 19:48
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