La Audiencia Provincial de Las Palmas ha absuelto al maestro del colegio Doctor Alfonso Spínola de Teguise al que la Fiscalía había acusado de un presunto delito de abuso sexual a una alumna, por el que le llegó a solicitar una condena de seis años de cárcel.

El docente, que en la actualidad tiene 63 años, se enfrentaba también a una petición de condena con inhabilitación durante 11 años para cualquier profesión que conllevara el contacto regular y directo con menores de edad.

La sentencia, hecha pública este lunes, señala en sus hechos probados que el maestro daba clases en octubre de 2019 en el citado colegio de Teguise, donde impartía clases a los alumnos de quinto de Primaria, entre ellos una alumna de 10 años de edad.

Para la Audiencia, no ha quedado acreditado que “durante las clases el acusado sentara a la menor en sus rodillas o que le tocara sus partes íntimas, tampoco que le diera besos y abrazos o que le mordiera la oreja, ni que llevara a cabo ninguna otra acción sobre la menor” con la intención de satisfacer “sus instintos sexuales”.

En ese sentido, la Audiencia Provincial considera que no ha quedado acreditado el delito continuado de abuso sexual por el que se formuló la acusación, tanto por parte de la Fiscalía como por la acusación particular.

En el juicio declaró la menor, que cuando se celebró el juicio tenía 12 años, y que relató que en octubre de 2019 el acusado era su profesor de francés y tutor. En su declaración aseguró haber recibido tocamientos por parte del docente, “llegando a poner la mano en sus partes íntimas”.

La Fiscalía solicitaba seis años de cárcel y 11 de inhabilitación para trabajar con menores

La niña también explicó que le contó a la madre la situación y que ésta a su vez lo puso en conocimiento de la dirección del centro escolar. A partir de entonces, aseguró que empezó a suspender exámenes en la asignatura.

La Audiencia destaca que en los delitos de abusos sexuales reviste “especial importancia” la declaración de la víctima y añade que se cometen normalmente “evitando la presencia de testigos”, si bien esta circunstancia “no se da en el presente caso en el que el acusado habría llevado a cabo los hechos denunciados en presencia del resto de la clase”.

En ese sentido, la Audiencia apunta que “podrían existir testigos de los hechos denunciados” y añade que hay que “tener también en cuenta que la perjudicada es una niña, menor de edad, y, además, alumna del acusado”.

“Tras el análisis de la declaración de la menor”, subraya la Audiencia, “se considera la misma insuficiente para fundamentar un fallo condenatorio”, por las “dudas” sobre “la naturaleza de los actos llevados a cabo por el encausado”.

El acusado negó los hechos denunciados por la menor, declaró que fue alumna suya durante 40 días y que le “llamaba la atención” en clase. En la actualidad, el docente está jubilado. En el juicio declararon varios alumnos, que declararon que no había visto ni abrazos ni besos o que le hubiese mordido la oreja a la niña, además de que las clases se daban con la puerta abierta.