José María Espino (Guatiza, 1935) sigue siendo el alcalde de Arrecife, de la etapa democrática, que más tiempo estuvo en el cargo. Antes había sido diputado constituyente de la Junta de Canarias y también fue concejal y consejero de Servicios Sociales del Cabildo, en esta ocasión por CC tras su salida del PSOE. Hasta 2008 fue director del Centro asociado de la UNED en Lanzarote, donde también fue docente durante 32 años. La Universidad nació con tres alumnos y tres profesores, y cuando la abandonó tenía 800 alumnos y 50 profesores.

Expone cifras y fechas sin dudar y prefiere hablar de lo que hizo en el pasado, más que de lo que queda por hacer en el presente. Recibe a Diario de Lanzarote en su casa de El Islote -“es mi obligación”-, dice, rodeado de árboles, de tranquilidad y de sus tres perros: Balú, Nera y Rocky.

-¿Qué hace en su día a día?

-Leo, escucho las noticias, veo programas como Ahora caigo o Pasapalabra, camino, porque es indispensable, hasta el pie de la montaña de Juan Bello y vuelvo por este camino, el camino del sobaco, que es un nombre que no se supo interpretar. Ahí vivía Eloy Perdomo, un señor que murió hace mucho tiempo y que sus nietos son Nemesio Cabrera y Pepe Ferrer... Don Eloy Perdomo puso en su casa un letrero que decía: “Al soco de Baco naciste”. Tenía una gran cantidad de parras. A lo mejor la mala interpretación lo dejó en el sobaco...

-¿Está al tanto de la política actual?

-Sí, la sigo toda. Afortunadamente aún conservo buen estado de salud mental y estoy al día de todo lo que pasa en el mundo.

-¿Y tiene alguna vinculación con la política local?

-No, no. Mi última etapa fue hasta 2007, que acabé en el Cabildo como consejero. En 2008 entregué la dirección de la UNED, donde estuve 32 años y medio, que nunca dejé de ser director y profesor. Se acabó mi militancia efectiva totalmente.

“Cuando tomamos posesión, lo primero fue hacer un estudio de las necesidades”

-¿Cómo ve la Isla en esta situación tan difícil?

-Soy consciente de las dificultades que tienen los políticos en este momento. Cuando nosotros tomamos posesión, lo primero fue hacer un estudio, incluso antes de ser elegidos, de cuáles eran las necesidades de Arrecife. Había barrios sin luz, sin agua, sin saneamiento ni aceras. Lo primero que hicimos fue solucionar esto: había que llevar luz, agua... Ni siquiera la Calle Real tenía saneamiento. Asfaltamos unas 480 calles. Había varios colegios de ocho unidades, en Altavista y en Argana y los pasamos a 24.

-Le tocó a usted una etapa de modernización...

-Exactamente, era indispensable. El Colegio Nieves Toledo eran unas escuelitas y se hizo un colegio nuevo en 18 meses, y lo mismo hicimos en Altavista, con el Mercedes Medina, que por cierto ahora tenemos el problema del nombre, una cosa totalmente absurda. No me lo explico. A la inauguración fueron la inmensa mayoría de las alumnas que tenía doña Mercedes. Me parece mentira esto, con el agravante de que doña Mercedes tenía un patrimonio y su hija ha vendido la inmensa mayoría y ha creado una fundación con becas... y era una profesora que trabajaba estupendamente. Tenía su carácter, pero había quien lo consideraba una virtud.

-¿Tiene la sensación de que hay cosas en Arrecife que siguen igual que hace treinta años?

-En los doce años que estuve yo de alcalde hicimos más de 990 casas baratas, viviendas de protección oficial, y después creo que no se ha hecho ninguna. Las últimas fueron las de Los Alonso, en 1993. Incluso en una promoción en Argana se entregaron solares a los dueños y les dimos una subvención para autoconstrucción. Se hicieron muchas promociones. Otra de las necesidades que había en Arrecife era un Plan General, que sigue siendo el mismo desde enero de 1991.

-Y que trajo avances y también ha generado problemas, ya que desencadenó una serie de pleitos por expropiaciones no resueltas...

-Pero no por su implantación, sino porque no se habrá cumplido el Plan... Yo salí de la alcaldía en 1995. Había que desarrollar el Plan General, y si no se ha desarrollado habría que preguntar cuáles han sido los obstáculos para cumplir las obligaciones que el Ayuntamiento tenía en ese Plan.

“¿Qué sería de Arrecife sin la Vía Medular? No hubo que pagar ni un céntimo”

-¿Cuáles cree que fueron los mayores aciertos de ese Plan?

-¿Qué sería de Arrecife sin la Vía Medular? Da la casualidad de que no hubo que pagar ni un céntimo, porque las fincas por donde pasaba dejaban terrenos a ambos lados y negociamos con los propietarios, que estaban encantados de que su terreno fuera urbano. Yo traje al consejero de Obras Públicas, Ildefonso Chacón, lo llevé por las calvas que tenía la ciudad en ese momento, por donde pasó la Vía Medular, se habló con los propietarios y estuvieron de acuerdo.

-¿Qué dificultades hubo para su aprobación?

-Se aprobó sin ningún problema. Tuvo la ventaja de que se adquiría suelo en diversos barrios y eso ha sido interesante para la ciudad. En Argana Alta, Argana Baja, Maneje, Altavista... había muchos solares que pasaron a urbano y se construyó.

-¿Qué echa en falta en Arrecife cuando va por la ciudad?

-Esto corresponde analizarlo a los que están gobernando ahora y han estado en este tiempo. Les corresponde a ellos analizarlo, igual que hice yo… Suponte ahora que la Vía Medular no estuviera hecha, ¿cómo accederíamos a Arrecife? En ese momento estaba la circunvalación, pero venía del aeropuerto a Costa Teguise, nada más. Para dentro era el caos.

“Siempre he votado al PSOE incluso en aquella época en que entré en CC”

-Da la impresión de que ahora no se plantean soluciones ni siquiera a medio plazo, que solo se mira el corto y no se planifica. ¿Haría falta un nuevo Plan General?

-Es lo que tendrían que hacer. Un Plan no dura ni cincuenta ni treinta años y es hora de complementar o transformar ese Plan. Recuerdo el actual Cabildo, que no estaba hecho y no había forma de acceder e hicimos el puente aquel que une la Vía Medular para acceder al Cabildo. En conversación con Nicolás de Páiz le decía: “tenemos que hacer la Medular, que era un presupuesto de 600 millones de pesetas. Si vamos a construir el Cabildo, ¿cómo accedemos?”. Me costó un poco de trabajo. El Cabildo no tenía demasiado dinero pero Nicolás de Páiz puso 200 millones, Chacón me dio otros 200 y nosotros pusimos otros 200.

-¿La clave está en colaborar entre administraciones?

-Sin lugar a dudas. Sin eso no hay nada que hacer. En el Cabildo estaba Enrique (Pérez Parrilla) y yo estaba de alcalde, que eramos del mismo partido, pero el Cabildo ya había puesto el dinero antes de entrar Enrique. Se consiguió que colaboraran las tres administraciones y se sacó adelante todo y hoy el acceso o la salida están perfectamente conseguidos.

-Cuando antes se refería a estudios sobre las necesidades de la ciudad, ¿a qué estudios se refiere? ¿Quién los hacía?

-El partido. Teníamos que asesorarnos, pero los hacía el partido. El Ayuntamiento de Arrecife, cuando yo entré, tenía ciento y pico trabajadores, y doce años después tenía más de 350, porque no había ni técnicos ni muchos trabajadores que hacían falta. Eso es lo que habrá que hacer en estos momentos, ver las posibilidades… Cuando yo entré, el Ayuntamiento tenía 225 millones de pesetas de presupuesto y cuando me fui era de 2.500, diez veces más. ¿De qué manera? Con colaboración de todos. Habría que ver si en estos momentos las corporaciones están funcionando o no.

“La Recova, prácticamente, está como estaba. Se quitó el colegio de La Marina”

-Estuvo doce años como alcalde por el PSOE y acabó en CC. ¿Le queda algún tipo de resquemor por su salida del PSOE?

-No tengo resquemor. Era socialista y sigo siéndolo aunque no vaya al Partido Socialista, pero siempre he votado al PSOE incluso en aquella época en que prácticamente me obligaron a entrar en Coalición Canaria.

-¿Le obligaron?

-Bueno, por los obstáculos y las críticas que se hacían allí dentro del propio partido.

-Porque usted quería seguir en política...

-Sí, y de hecho fui concejal y consejero del Cabildo ya en CC.

-Estuvo en Servicios Sociales y con problemas similares a los de hoy.

-Sí, teníamos nada menos que cuatro centros para menores extranjeros, varios que reformamos y uno que construimos nuevo.

-De su labor como alcalde, ¿qué le quedó por hacer?

-Siempre hay un montón de cosas por hacer... Cuando era alcalde de Arrecife Jaime Morales Teixidor, yo no era ni concejal, era presidente de la asociación de cabezas de familia de Arrecife. Nos reuníamos en El Refugio, esquina con la calle José Molina: Armando de León, Manuel Hernández Avero, Manuel Cáceres… Fui a ver al alcalde para hablar del Charco y fue cuando se limpió el Charco por primera vez, cuando el agua llegaba a las traseras de las casas y los desagües de aguas negras iban ahí. Fuimos a dar una vuelta al Charco y salimos con los zapatos llenos de fango. Lo limpiamos y sacamos 80.000 metros cúbicos de fango. Aquello dio lugar a poder hacer la avenida y el saneamiento y hoy es una zona de ocio. Por allí no se podía ni pasar. Yo había estudiado el Bachillerato donde está ahora el esqueleto de la ballena, hice primero de Bachillerato ahí y en segundo curso inauguramos el Agustín Espinosa. Venía desde Guatiza al instituto en bicicleta en carretera de tierra. Bajaba y subía todos los días en bicicleta.

-Intentaron en aquella época llegar a un acuerdo para desarrollar el Islote del Francés...

-Intentamos hacer un acuerdo con los dueños del Islote del Francés, después de que se aprobara el Plan General. Les dábamos unos terrenos, frente al Cabildo, en aquella zona, porque teníamos un plan para urbanizar en el islote con casas de dos plantas y algún hotel. No hubo posibilidad. Sabían que si hacíamos aquello era muy importante para Arrecife. No hubo forma, se opusieron.

-¿Y qué infraestructuras hacen falta?

-Muchas: renovar aceras, mejorar al alumbrado... Siempre hacen falta infraestructuras.

-Quizá Arrecife creció muy rápido y de forma desorganizada.

-Sí. De todas maneras, los barrios estaban muy desorganizados y creo que, más o menos, los organizamos. Y esos barrios hoy no están tan mal. También se hizo el Hospital General. Vino Ernest Lluch, que era ministro de Sanidad, a inaugurarlo. Se hizo gracias al Plan General y después la ampliación de consultas externas y el colegio que hay detrás.

-Ahora se dice que no era el lugar adecuado.

-Vaya, a lo mejor hubiera estado más bonito en el centro del Charco. Hay terrenos por allí y ya estamos hablando de 26 años... Los accesos que se hicieron, con el puente para el hospital, también fueron importantes.

-He escuchado muchas veces, y se lo tengo que preguntar, que no se debió transformar la antigua recova en la casa consistorial. ¿Cree que fue un error?

-La Recova, prácticamente, está como estaba. Lo único que se quitó fue el colegio de La Marina. ¿Mejor estaría como estaba? Pero es que no ha variado mucho. Lo que era el colegio es el Ayuntamiento, el patio esta ahí y la parte alta donde había tienditas y una cafetería, ahí está. La Recova en sí está: el patio y los escalones y lo de arriba. Luego están las habitaciones donde hay algunas oficinas viradas a la Iglesia... y el resto es el Ayuntamiento, donde estaba el colegio La Marina. Nosotros respetamos todas las casas que tenían que ser protegidas, todas se protegieron. Ahora, lo que se haya dejado hacer veinte años más tarde..., pero tampoco había tanto patrimonio. Las casas de tres o cuatro plantas en la Calle Real ya estaban antes de ser yo alcalde… La casa más característica, la de los Arroyo, allí está. Lo que había allí era poca cosa y con poco valor.

-¿Cómo vivió los casos de corrupción en Arrecife? Tenía que conocer a muchos de los protagonistas.

-Ya lo creo. Es una pena, pero se puede decir de muchas otras ciudades. Afortunadamente, mientras estuvimos nosotros no salió nada porque creo que no había nada en ese momento. Salió después. Esas personas que están implicadas, algunas son gente que yo apreciaba, y como eran los mandamases de los funcionarios... me da verdadera pena que ocurran esas cosas.

-¿Cómo ve el Arrecife del futuro?

-No tiene más posibilidades que seguir creciendo en los barrios. Hay algún barrio fuera, al otro lado lado de la circunvalación, y la cantidad de terrenos que hay allí baldíos todavía... Incluso hay una zona urbana con un plan aprobado y solo tiene construidos dos bloques. Y más al centro, sigue habiendo muchos solares y sitios donde se sustituyen casas viejas por nuevas.