“El mundo será mucho mejor el día en que prefiramos ser más felices que tener razón”
Formada en Relaciones Internacionales en Estados Unidos e Inglaterra, Ana Lydia Fernández- Layos reenfocó su interés profesional y vital tras una primera experiencia como voluntaria en un proyecto social en la sierra Tarahumara (Méjico). La promoción de los derechos humanos y el desarrollo se convirtió así en objetivo de esta consultora nacional e internacional, profesora universitaria y terapeuta grupal e individual, residente en Gran Canaria y vinculada familiar y afectivamente a Lanzarote.
- ¿Qué es Opciónate? ¿Qué diferencia a su propuesta de otras ofertas de coaching?
- “Opciónate. Mejora tu vida. Mejora el mundo” es un proyecto que tiene como principal objetivo apoyar procesos de mejora personal y profesional, de particulares, instituciones y empresas, a través de herramientas basadas en la terapia Gestalt, el desarrollo de la inteligencia emocional y la equidad de género. Con las empresas e instituciones apoyamos procesos de formación, investigación, diagnóstico y diseño, revisión, seguimiento y evaluación de acciones, proyectos y planes de mejora profesional individual y organizacional. Tenemos experiencia local y mundial, nuestra práctica parte de la experiencia en contextos locales, nacionales e internacionales, en sociedades y culturas diversas y con una gran variedad de colectivos: instituciones públicas, privadas, gubernamentales, no gubernamentales, con ánimo y sin ánimo de lucro, en ámbitos rurales, urbanos, civiles y políticos.
- ¿Por qué son hoy tan necesarias las terapias particulares y colectivas? ¿Somos una sociedad enferma?
- La mayor parte de las personas tenemos alguna dificultad para vivir nuestro día a día con cierta serenidad y sufrimos con nuestros conflictos internos y las tensiones que van surgiendo en nuestras relaciones con otras personas. La sociedad en la que vivimos y de la que formamos parte es muy exigente, tanto en el ámbito personal como en el colectivo; nos impone un ideal de vida que no siempre se ajusta a cómo somos, lo que tenemos, lo que podemos ser y hacer. Vivir para muchas personas se convierte en una carrera de fondo que nunca acaba, un corre corre para lograr objetivos autoimpuestos. El resultado es en muchos casos una insatisfacción crónica, un vacío que no sabemos cómo llenar salvo con las ocupaciones prácticas diarias y los conflictos emocionales que van surgiendo o vamos provocando.
“Me parece una incoherencia decir que el lenguaje no es importante y sin embargo polemizar tanto cuando un representante político utiliza el término “miembras”
- ¿Y en este contexto, cómo actúa la Gestalt?
- La terapia Gestalt nos ofrece la oportunidad de identificar nuestras necesidades, nuestros deseos, nuestros bloqueos y dificultades y enfrentarnos a ellos a través de recursos y herramientas que tenemos y a veces no usamos y que nos permitirán relacionarnos mejor con nosotras mismas y con el resto de las personas. Solemos dar las mismas respuestas ante ciertos estímulos y circunstancias, pero si ampliamos nuestra capacidad de respuesta adaptando nuestra manera de pensar, sentir y actuar a las necesidades que vayan surgiendo día a día, probablemente seremos más felices. Sin duda, el mundo será mucho mejor el día en que prefiramos ser más felices que tener razón.
- Nuevos tiempos para una sociedad en transformación y nuevas palabras para explicarlos. Defina empoderamiento y sororidad.
- El empoderamiento es un proceso personal en el que aprendemos por un lado a conocernos más y mejor y a aceptarnos y querernos tal y como somos, con nuestras fortalezas y limitaciones. También aprendemos a tratarnos mejor, a cuidarnos, a identificar lo que necesitamos y deseamos y cómo obtenerlo si es posible, o aceptarlo si no podemos lograrlo en este momento. Además, implica tomar conciencia de nuestras capacidades internas y de nuestros derechos y aprender o mejorar las habilidades necesarias para ejercerlos. La sororidad es la solidaridad, el apoyo mutuo, el hermanamiento entre mujeres desde las identidades de género y la historia de discriminaciones que nos es común. La sororidad implica la unión entre mujeres por encima de nuestras diferencias raciales, sociales e ideológicas para ejercer nuestros derechos, para cambiar y vivir mejor en este sistema androcéntrico y patriarcal del que formamos parte activa y de cuya continuidad también somos responsables.
- En crecimiento personal, logros profesionales, resultados académicos, las mujeres progresan y los hombres se estancan. ¿Tiene algo que ver con la violencia de género o la instalación de relaciones de poder en las parejas adolescentes?
- Lamentablemente existen aún muchas personas que ven las relaciones entre mujeres y hombres como si fuera una lucha entre sexos. Es un hecho probado que el patriarcado ha establecido un sistema de privilegios que ha beneficiado mayoritariamente a los varones pero eso está cambiando y puede provocar que algunos hombres reaccionen violentamente pero la violencia de género existía y existe independientemente de que las mujeres estén cambiando de rol o no. Y por tanto, es un gran reto que la población joven aumente sus niveles de conciencia sobre los mandatos de género que les limitan, para que puedan elegir con mayor libertad qué y cómo quieren vivir su vida.
“Es necesaria más honestidad acerca de cómo funcionan los mecanismos del poder, tanto los que tienen que ver con el género como los de carácter económico y origen o clase social”
- ¿De quién depende el avance hacia la igualdad, de la política y las leyes o de una sociedad formada y responsable?
- A lo largo de la Historia en ocasiones han sido las leyes y las políticas las que han permitido cambios de conciencia en la ciudadanía a favor de mayores y mejores derechos para las mujeres y las niñas; y en otras ocasiones el cambio social ha surgido en el día a día de las familias y ha sido la ciudadanía la que ha presionado de abajo a arriba para que cambiaran las leyes y las políticas. En mi opinión no es posible separar ambos factores. Una sociedad formada y responsable en principio elegirá a representantes políticos que gobiernen y legislen a favor de su bienestar individual y general. Los resultados en este terreno serán más rápidos y sostenibles si existe un gran consenso en la prioridad de colocar la igualdad en el bienestar y los cuidados humanos en el centro de las decisiones cotidianas, tanto de cada una de nosotras/os como de nuestros representantes políticos.
- Opine sobre dos propuestas polémicas, el lenguaje de género y la discriminación positiva.
- El lenguaje representa la expresión de los valores, de la cultura, de la sociedad y por tanto es dinámico, cambia, se actualiza constantemente. El lenguaje actual en nuestro idioma sigue representando los valores y la cultura que han imperado durante los últimos siglos: el patriarcado y el androcentrismo. El lenguaje no sexista plantea ir modificando aquellas expresiones y normas que resultan machistas y discriminatorias hacia las mujeres y las niñas. No entiendo cómo las mismas personas que dicen que el lenguaje no es importante y que no hay por qué cambiarlo, se indignan cuando se utiliza el femenino en aquellas palabras que lo permiten. Respecto a las medidas de acción positiva, como me gusta llamarlas, son la base de la equidad para lograr una mayor igualdad de derechos, no buscan discriminar a nadie sino compensar a aquellos colectivos que están en desventaja, para que puedan alcanzar una mayor igualdad de oportunidades. Estas medidas no se aplican sólo a mujeres y niñas; en algunos casos afectan a otros colectivos que por alguna razón se encuentran en una posición más vulnerable para ejercer sus derechos. Es una realidad que las mujeres siguen teniendo mayores dificultades que los hombres en el ámbito laboral y político, en el ámbito público en general, donde siguen existiendo suelos pegajosos, barreras internas y techos de cristal que dificultan una verdadera autonomía para tomar decisiones y acceder y disfrutar de las mismas oportunidades que los hombres.
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