Federico Mayor Zaragoza (Barcelona, 1934) no para. En una semana ha estado en París, invitado por Francoise Hollande, en Extremadura, Sevilla y Madrid. Contesta por teléfono desde un coche camino del AVE. Preside la Fundación para una Cultura de Paz y era el director de la Unesco cuando esa institución otorgó a Lanzarote el título de Reserva de la Biosfera.

-Han pasado maś de veinte años desde que se otorgó ese galardón a Lanzarote. ¿Fue un acierto?

-El balance es muy positivo porque aunque la palabra sea “reserva”, que da la impresión de que hay falta de apertura, no significa eso. Lo que pasa es que hay que hacer en la Isla todas las actividades, incluso de extracción minera, de todo tipo, pero bien hechas, de forma sostenible y sin que afecte al medio ambiente.

-Uno de los motivos para la Reserva fue el Plan Insular de Ordenación (PIO) de 1991 y la apuesta por limitar el crecimiento. En estos años hemos visto que ha habido una lucha entre esa limitación y otros intereses privados para construir.

-Pero lo que es importante es que se haga una reflexión y que siga la protección de un área con una belleza y riqueza extraordinarias. Las cosas se han hecho como se tenían que hacer y hoy es una de las reservas más importantes del mundo, porque la Biosfera es nuestro gran compromiso con las generaciones venideras.

-Lanzarote tiene varios retos y amenazas. Quizás la mayor de todas sean las prospecciones petrolíferas.

-No creo que puedan seguir con ese proyecto. Debería haber desobediencia cívica, una objeción clara, porque puede ser en perjuicio de todos. El futuro de Lanzarote no está en que se encuentre petróleo, la Isla depende del agua del mar y de su atractivo turístico extraordinario. No nos engañemos. Es un proyecto que se merece una objeción que ya han dado las instituciones apropiadas. No se puede jugar con el futuro por unos intereses inmediatos. Hace poco lo dijo un asesor de Obama: La Edad de piedra se terminó cuando todavía había muchas piedras, y la del petróleo terminará cuando quede mucho petróleo. Sería un error enorme, sería necesario un recurso a Estrasburgo y una objeción cívica. No podemos aceptar que el Gobierno haga lo que le parezca en contra de la opción de los expertos y de la voluntad popular, en contra del Gobierno de Canarias, que se ha manifestado claramente. El Parlamento debería contemplarlo como una cuestión de desobediencia de una comunidad autónoma. Canarias es una parte importante de la imagen exterior de España y pueden acarrear trastornos para la biodiversidad y el turismo. Tiene que haber una intervención al máximo nivel para aplazar las prospecciones hasta que se diga si lo quieren los canarios o no lo quieren. El Gobierno debe ser desautorizado.

“La Edad de piedra se terminó cuando todavía había muchas piedras, y la del petróleo terminará cuando quede mucho petróleo”

-¿No se puede intervenir desde Europa para frenar esto?

-¡Pero cómo va a intervenir si acabamos de ver lo que pinta en esta elecciones, que se está llenando de euro escépticos! Es un disparate. Es una unión monetaria, de intereses, pero ni es unión política ni económica, se ha empezado la casa por el tejado y así no vale.

-¿Cómo ve el ascenso de la ultraderecha en Europa, sobre todo en Francia?

-Lo veo con preocupación. La democracia consiste en tener en cuenta a los pueblos y no los intereses del mercado. Desgraciadamente, en Europa la influencia de los mercados es tan importante que se ha nombrado en Grecia, sin urnas, un Gobierno, en la cuna de la democracia, y en Italia igual. Se están aceptando cosas gravísimas. Además, no podemos seguir con la OTAN, no tiene sentido. Deberíamos tener nuestras fuerzas de seguridad porque ya no existe el Pacto de Varsovia.

-En estas últimas elecciones se ha evidenciado maś que nunca la brecha entre gobernantes y gobernados.

-Estamos hablando de que la ciudadanía no quiere algo y los gobernantes se empeñan. En Europa nos han impuesto unos recortes y una austeridad y quieren que funcione al dictado de los mercados. Es la política la que debe prevalecer y no los intereses.

“En Europa nos han impuesto unos recortes y una austeridad y quieren que funcione al dictado de los mercados”

-De esta situación se puede derivar más populismo o más participación. ¿Es usted más optimista o más pesimista?

-Lo primero sería modificar las normas de las elecciones. No puede ser que haya sentados en el Europarlamento representantes de países donde la abstención llega al 70 por ciento. Si no se logra que el cincuenta por ciento vaya a votar habría que repetir las elecciones porque no se pueden dar como válidos esos resultados. El dinero no es lo que une, sino los pactos políticos y económicos. El dinero, el euro, no une. El sistema neoliberal ha llevado a esta situación y el pueblo debe decir que no lo acepta más.

-¿Cómo ha visto el resultado de las elecciones europeas en España? El ascenso de Podemos, el recorte al bipartidismo, la transición en el PSOE…

-En el PSOE al menos hay cierta democracia interna pero el PP nombra a dedo.

-A sus militantes no parece importarles.

-Pero ha tenido un descenso enorme en el número de votantes, deben hacerse análisis serios porque ha disminuido mucho, y hay muchos que seguro que no aceptan nombrarlo todo a dedo. ‘Podemos’ refleja este desacuerdo con que en Europa estemos bailando al ritmo del FMI, del Banco Mundial, Alemania… ¿pero qué es esto, dónde estamos? Lo primero es tener una política económica. Europa se está convirtiendo en uno de los paraísos fiscales más importantes de la Tierra. De sur a norte, todos son paraísos fiscales, y eso va en contra de la sociedad. El pueblo no puede tolerar esto, que se eludan las responsabilidades fiscales, y en lugar de eso se hace una amnistía fiscal. Son muchas cosas las que hay que revisar pero teniendo en cuenta los principios democráticos y del rigor. Obama ya dijo que si disminuye el consumo no habrá crecimiento o lo habrá con cierta mejoría macroeconómica pero la microeconomía seguirá igual. Hay que invertir en desarrollo, investigación… Ahora dicen que aumenta la competitividad, pero porque nos convertimos en un país con la mano de obra más barata. Son asuntos muy  importantes, la ciencia, la educación, la sanidad y la justicia, no pueden decidirse por mayoría absoluta parlamentaria y debe haber una reacción popular que diga: hasta aquí llegamos.

“El sistema neoliberal ha llevado a esta situación y el pueblo debe decir que no lo acepta más”

-¿Se deben decidir por referéndum?

-No necesariamente, pero podemos hacer una gran movilización de clamor popular, incluso a través de la tecnología. Que sepan que no vamos a obedecer.

-Ya ha hecho usted varias referencias a la desobediencia civil…

-Sí, sí, la objeción de conciencia y la desobediencia civil no creo que sorprenda a Rajoy porque en septiembre 2010, cuando se trataba de aplicar la Educación para la ciudadanía, dijo que ante un hecho de esa naturaleza era necesaria la objeción de conciencia y la Conferencia episcopal se puso de su lado. Pues ahora, por cosas mucho maś graves, la reacción que él aconsejaba se podría tomar.

“Europa se está convirtiendo en uno de los paraísos fiscales más importantes de la Tierra”

-¿Aún hay futuro para el proyecto de Canarias como Zona internacional de Paz?

-Es una apuesta magnífica. América Latina y el Caribe acaban de nombrarse como zona de paz. Es una magnífica iniciativa. El Senado ya estuvo de acuerdo y el presidente de Canarias y el Parlamento. Ahora se debería seguir con ello. Sería magnifico desde la atracción turística que se sepa que Canarias es una zona de paz.