DESTACAMOS

Rescatar el pasado: la Casa Viñas vuelve a la vida

Tras un minucioso proceso de rehabilitación, abrirá sus puertas una de las piezas arquitectónicas más características de Arrecife, frente a la Iglesia de San Ginés

M. Riveiro 12 COMENTARIOS 10/09/2024 - 05:50

Los techos caídos, los suelos de madera carcomidos, los huecos de las ventanas principales tapiados por dentro, los muros desconchados y la sensación de desamparo impregnada en cada una de las estancias hacían presagiar que el emblemático edificio situado justo en frente de la Iglesia de San Ginés estaba abocado a la desaparición.

Las imágenes de la conocida como Casa Viñas, tomadas hace cuatro años, muestran las entrañas de un inmueble singular al que el tiempo y el abandono amenazaban con condenarlo sin remedio. Hace unos días se colocaba la chimenea, el último capítulo de una rehabilitación que ha rescatado una de las muestras más reconocibles del pasado de Arrecife. En breve se espera que abra sus puertas al público.

“El edificio no estaba en estado de ruina total, pero sí muy deteriorado, en unas condiciones de salubridad nefastas y con acabados en mal estado pero, al mismo tiempo, conservaba muchas posibilidades para que se pudiera rehabilitar”, señala el arquitecto Eduardo Spínola Rosa, responsable del proyecto junto al también arquitecto José Alberto González.

La filosofía de la intervención ha sido como la de quien restaura una obra de arte: no se ha retirado nada que se pudiera mantener. Se aprecia de forma clara en los elementos de madera. “Se suele decir que es más sencillo y barato retirar toda la carpintería y colocar una nueva, pero el resultado final no es el mismo”, explica Eduardo. Por ejemplo, en las ventanas, la mayor parte de la estructura era de madera de tea, “que tiene mucha resina y es complicado que se pudra”. “Los paños más cortos, de menor espesor, eran de pino, una madera que sufre más, y se han tenido que sustituir”, explica.

“En ciertas rehabilitaciones se suelen introducir elementos contemporáneos en la arquitectura tradicional, pero lo que hemos hecho aquí ha sido utilizar técnicas avanzadas, por ejemplo en el acabado de los muros o en las carpinterías, pero buscando la mínima transformación”, apunta.

“El edificio no estaba en estado de ruina total, pero sí muy deteriorado”

Con el cambio de uso del edificio, algunas estancias han cambiado su finalidad. Entre lo más llamativo se encuentra la antigua cocina, con unos característicos azulejos hidráulicos de cuadros rojos y blancos. Por sus reducidas dimensiones y al encontrarse en la parte trasera, no resultaba práctico mantener su función. Se ha conservado y ahora será el vestíbulo en la zona de acceso a los baños. “Queda como un elemento ornamental, pero es importante mantenerla porque tiene su valor”, remarca Eduardo.

El inmueble da a tres calles: a la Plaza de Las Palmas, a la vía Ginés de Castro y a la calle Otilia Díaz, quien precisamente residió en la casa, madre del periodista Guillermo Topham. La rehabilitación ha permitido recuperar elementos decorativos de la arquitectura tradicional muy reconocibles, como los esgrafiados de la fachada. Es la parte que externamente más brilla, como las luces de un escaparate. Sin embargo, para Spínola Rosa, “conservar el patrimonio no debe ser solo mantener la fachada y pintarla, sino ir más allá y analizar todos los valores que hay en el conjunto de la pieza arquitectónica”.

Relación entre espacios

En conservación del patrimonio, se tiende a proteger el exterior del inmueble y, en menos casos, lo que hay de puertas hacia dentro. La tendencia habitual es su vaciado. “Para mí, lo más interesante es la cualidad de los espacios, su condición, sus dimensiones y cómo se relacionan entre ellos”, señala Eduardo, que destaca la peculiaridad de la Casa Viñas, con un amplio patio y pasillos entre estancias al aire libre: “Hay espacios techados que, al mismo tiempo, se relacionan con espacios intermedios o de transición”. Para este joven arquitecto, el estudio de la distribución que se hacía en la arquitectura tradicional “sirve de mucho” y es “fuente de aprendizaje”.

“Interesa preservar los espacios originales para habitarlos y disfrutarlos”

El inmueble guarda una proporción simétrica, con cuatro ventanas y dos puertas en la fachada. Con la rehabilitación y la adecuación para el uso como restaurante, en la parte más próxima al mar se encuentra una sala con una barra y, detrás, la cocina. En la parte central se localiza el comedor principal y, en el otro extremo del inmueble se ubica uno de los accesos al patio interior y la escalera a una terraza desde la que se aprecia la masa arbórea de la Plaza de Las Palmas y la Iglesia de San Ginés. El patio es uno de los componentes fundamentales, como punto de encuentro, en el que se han habilitado unas mesas de madera, como lugar de paso hacia la zona más reservada del inmueble y también a una galería transversal que actúa como eje para moverse por el interior del edificio.

“Se ha intentado conservar la condición de los espacios, adaptándolos al nuevo uso pero manteniendo la lectura entre las diferentes piezas, con el objetivo de que se perciba con claridad cómo era la antigua edificación”, explica el arquitecto sobre el resultado de la rehabilitación de un inmueble que fue vivienda, pero que también albergó otras actividades: desde una academia a almacenaje y venta de tomates. En un edificio de estos valores, “lo que interesa es preservar los espacios originales para habitarlos y disfrutarlos”. “Ese es el planteamiento que hemos seguido”, apostilla.

El arquitecto Eduardo Spínola Rosa muestra el edificio después de la rehabilitación.

“Rehabilitar compensa”

La Casa Viñas ha sido el primer proyecto de rehabilitación de Eduardo Spínola Rosa. “Nos hemos encontrado con varias dificultades, pero tampoco tantas”, afirma. “Rehabilitar compensa”, insiste Eduardo. “En este tipo de arquitectura lo interesante no es solo la fachada, si en el interior hay valores es positivo conservar esas cualidades especiales”, añade. También se muestra convencido de que “socialmente todo el mundo valora este tipo de intervenciones” y considera que “Arrecife tiene mucha arquitectura de interés”. “No se trata de arreglar una casa, sino que es necesario un trabajo a escala urbana, que incluya el espacio público”, concluye.

Imágenes de la rehabilitación

ASÍ ESTABA EL INMUEBLE

Comentarios

¿ Que es eso de Casa de Viña ?. Siempre fue conocida como Casa de los Pineda y para los más modernos ( como yo ), la de Doña Hortensia Díaz Navarro.
La descantan para un restaurante bar lo que precisamente no supone darle valor . Suponemos que no han contado con subvención pública para su rehabilitación.
Enhorabuena, una maravilla rescatada. Arrecife gana, todos ganamos.
Al comentario 2. Qué comentario más marronero en plan todo mal. Por qué no es darle valor dedicarla a restaurante si la propiedad cobra el alquiler? Qué querías que montaran dentro, un polideportivo? Y qué pasa con las subvenciones para rehabilitar?
Me parece una gran iniciativa por parte de los propietarios que en lugar de tirarla y hacer un edificio nuevo, al estilo de otros muchos que se han levantado sobre ruinas de patrimonio local, inviertan su dinero en recuperar la historia de Arrecife. Aplaudo que las nuevas generaciones de las familias propietarias estén apostando por ello, no es fácil ni barato, lo fácil es lo que se ha hecho siempre, así que felicidades. A ver si les siguen el ejemplo los propietarios de otros inmuebles de la capital que están en estado similar.
Comentario 4 : primero respeta mi opinión al igual que yo hago con la tuya . Segundo : se da valor a rehabilitarla con unas condiciones específicas marcadas según convocatoria y de ahí subvenciones . No es lo mismo dedicarlo a un restaurante como muchos , a que sea una vivienda o una librería e incluso una biblioteca . Lo que empieza siendo restaurante pasa a ser un local de copas con música sin normas de insonorización . Se dice una actividad y la realidad pasa a ser otra bien distinta ya que aquí parece que nada se controla .
Hasta montando un Baratíssimo dentro, siempre y cuando respeten la morfología del edificio, estará muuuucho mejor que la ruina que había antes. Cualquier actividad respetuosa con la edificación y el entorno será bienvenida si le da una nueva oportunidad de existir. Así hay cientos de inmuebles en la isla que ojalá recuperaran su aspecto independientemente de la actividad que se realice en su interior. Casi nadie va a gastar cientos de miles de euros como habrá costado recuperar esto para vivirla o montar una librería o una biblioteca si no es rentable ya que hay que luego conservarla y pagarla.
A la del comentario 2 y aclaración en el 6. Creo que la respuesta en el comentario 4 no le falta al respeto. Otra cosa que menciona usted de "según convocatoria y de ahí subvenciones". Le falta información al respecto, esta vivienda es adquirida por una empresa que ha preferido restaurarla para dedicarla al negocio que crea conveniente y no tiene que ser una bibilioteca como dice usted. Un particular restaura una casa y usted le da su finalidad, que osado por su parte. Referente a las subvenciones, no creo que haya tenido subvenciones pero si las tuviera, no me importaría cuando se trata de mantener el patrimonio, porque mucha casa protegida pero que hacen su propietarios que no pueden tocar nada y les sancionan si modifican... pues lo que hacen es dejar que se caiga sola. Si el Ayuntamiento quiere que algo se proteja y que no se tire, en algo tendrá que colaborar. Y déjese de inventarse cosas y de opinar de cosas que desconoce y sea más positiva en la vida.
Pues ojalá otros edificios siguieran el ejemplo, y si es para montar un restaurante bienvenido sea! Es lo que necesita Arrecife, recuperar su casco histórico y dinamizarlo tanto desde el sector público como privado. Su potencial es ENORME, solo hay que ponerle entusiasmo, ganas y mucho dinero. Ojalá más pronto que tarde todos los conejeros nos sintamos orgullosos de nuestra capital, la redescubramos, la vivamos y la disfrutemos como se merece!!!!!
Me parecen correctas las diferentes opiniones pero creo que cuando se conceden subvenciones públicas , es decir , dinero de todos , el proyecto y utilidades deben ser las mismas y claras sobre el proyecto final . Es fácil opinar pero difícil entender que haya gente que obtiene subvenciones y hay otras con proyectos y criterios de utilidad pública clara que son rechazados.. Todo lo que sea bueno para la ciudad y sus vecinos me parece oportuno y necesario pero todo lo que suponga únicamente beneficios para privados no . Hay vecinos sin recursos con sus casas antiguas casi en ruinas por dejadez de la administración que no ayuda a sostenerlas y esto si es sangrante .
Amén políticos.
Enhorabuena, gran trabajo.

Añadir nuevo comentario