Este mes se cumplen cinco años de la muerte de Tito García, un albañil de 38 años al que se le desplomó el techo de su casa, en el número 40 de la calle Timbayba, en Titerroy, mientras dormía. La muerte hizo evidente el mal estado de muchas de esas casas, construidas en los años cincuenta con materiales de poca calidad e incluso sin cimientos en algunos casos, y la necesidad de plantear una solución, que se encontró, parecía, en el Plan Estatal de Vivienda.

Hasta dos años después no se firmó el convenio entre el Gobierno central y el Gobierno de Canarias para la primera fase de la rehabilitación de 166 viviendas. A las de Titerroy se sumaron los cinco bloques más antiguos de Valterra como Áreas de Renovación Urbana (ARU). El presupuesto era de 20 millones de euros, a pagar entre esas dos administraciones, más el Ayuntamiento, el Cabildo y los propios afectados, y más que de una rehabilitación, se trataba, y se trata, de derribar las casas, realojar mientras tanto a las familias en otro lugar y construir unas nuevas.

Cinco años después no se ha movido una piedra y no se sabe si se va a mover. El concejal de vivienda de Arrecife, Rafael Juan González Robayna, dice que están a la espera de que se firme el nuevo convenio entre el Gobierno central y el de Canarias, pero señala que “no haya nada por escrito”. Las obras tenían que haber comenzado en 2012 pero el Ayuntamiento, gobernado entonces por el PP, cometió un error administrativo que hizo que el proyecto se retrasase. Se llegaron a firmar los contratos de redacción de los proyectos de ejecución de obra, pero no se sacó a concurso ni la oficina de gestión ni la propia realización de la obra.

El proyecto quedó a la espera del nuevo Plan Estatal de Vivienda, que abarca desde 2013 hasta 2016, pero que lleva un retraso considerable. Este año ya se supo que la ficha financiera, señala González, viene con menos dinero, así que el Ayuntamiento de Arrecife ha presentado una propuesta que solo alcanza a la mitad de las viviendas: a dos de los cinco bloques de Valterra y a la mitad de las casas de Titerroy.

Seis desalojos

Pero el tiempo no pasa en balde. En estos cinco años el Ayuntamiento ha tenido que realojar a seis familias por el mal estado de sus casas. A estas personas se les paga el alquiler de otras viviendas. La última de ellas, hace tan sólo unas semanas, la del número 31 de la calle Timbayba. Tras una inspección, se decretó el estado de ruina inminente “por estado de colapso estructural con los forjados en peligro de derrumbe inmediato”.

Según los informes municipales, se han ido deteriorando dos vigas por el agua que se filtra desde la cubierta y no ha servido el apuntalamiento que se hizo porque el agua se sigue filtrando y sigue desgastando las armaduras y provocando problemas en el forjado del salón, la cocina y los dormitorios. Se adoptó esta medida porque la casa no reúne las condiciones de habitabilidad y para garantizar la seguridad, y se especifica que es provisional  hasta que se resuelva el ARU. Si es que se resuelve.