Su libro “Hay vida después de la crisis” se convirtió en ‘best seller’, sus análisis en el periódico ‘Cinco Días’ son seguidos por los lectores de la prensa económica y sus intervenciones en ‘La Sexta’ lo han acercado al gran público. El economista José Carlos Díez ofrece este viernes a las 12.00 horas una conferencia enfocada a los estudiantes del Instituto Zonzamas y de la Escuela universitaria de Turismo pero de entrada libre en el Teatro de San Bartolomé.

En Lanzarote hay casi un millar de jóvenes menores de 25 años que están inscritos como demandantes de empleo, aunque el paro real afecta con seguridad a una población juvenil mayor. “Cuando terminé de estudiar en los años noventa, la tasa de paro en los jóvenes era elevada, pero la crisis de ahora es peor”, destaca Díez.

No obstante, evita trasladar pesimismo. “En un entorno complicado, a muchos de mis alumnos les va bien”, destaca el economista, profesor en la escuela de negocios Icade. “Hay que estudiar más que el resto y adaptarte, no centrarte demasiado en algo concreto”, apunta Díez, quien pone de ejemplo: “El que quiera ser auditor, a lo mejor tiene que hacer otra cosa”.

El economista destaca que para enfrentarse al mercado laboral “hay que tener un estado de ánimo fuerte”. “No necesitas mejorar el empleo mundial sino conseguir un puesto de trabajo, y no llevarlo a lo personal, porque la gente te va a desanimar”, señala Díez, quien recomienda “estar siempre en estado de batalla”. “En un mundo complicado surgen oportunidades”, añade.

Díez destaca que en la actualidad “se está creando empleo de mala calidad”, algo que en la Isla perciben los sindicatos y se admite en círculos empresariales. “Lanzarote tiene dos millones de visitantes, los mismos que recibe Cuba”, recalca el economista, para quien la Isla “es uno de los grandes centros turísticos mundiales, con buena planta hotelera, el atractivo cultural de César Manrique y un clima maravilloso”.

Pero para reducir las cifras del paro, superiores al 31 por ciento, “tienes que hacer algo más”. “La construcción va a tardar tiempo en volver porque la burbuja fue brutal y se deberían buscar otros sectores y hacer más cosas que en 2007”, cuando estalló la crisis.

Petróleo: “Beneficios pequeños y riesgos infinitos”

José Carlos Díez destaca que “el rechazo a las prospecciones” frente a las costas de Lanzarote “tiene todo el sentido”. “Los beneficios del pozo para la población son pequeños y los riesgos son infinitos”, algo que “por lógica económica, no se puede aceptar”. Advierte, en relación a la imagen turística que “un accidente acaba con la gallina de los huevos de oro”.

También resalta el peligro para el abastecimiento de agua: “¿Si pasa algo qué haces con la población, la sacas en barco?”. “Entiendo que la población esté en contra, yo también lo estaría si viviera en Lanzarote”.