4 COMENTARIOS 01/04/2016 - 12:31

La recusación es un procedimiento excepcional. La mayoría de los jueces que ejercen su carrera en España la terminan sin que nadie les haya recusado nunca en ningún procedimiento, a pesar de que pueden llevar varios miles cada año. Recusar es solicitar ante la Justicia que un juez, una juez o un representante del Ministerio fiscal no intervenga en el procedimiento en curso que le afecta a alguien, bien como acusación o bien como acusado. No se puede recusar por recusar (aunque se haga), sino que hay unas razones y hay que demostrarlas. Para recusar a un juez tiene que estar claro que tiene algún tipo de interés directo o indirecto en la causa, por sus relaciones personales o de otra índole con alguno de los participantes; o por que haya sospecha de que pueda haber prejuzgado, o bien que exista una querella entre el juez o el fiscal y alguno de los participantes, es decir una enemistad manifiesta.

Hay recusaciones en los casos más sonados. Se ha recusado al juez en el caso de Marta del Castillo, en el desvío de fondos de la SGAE, Garzón recurso al juez que le tocó y el PP recusó a Garzón. También recusaron a sus juzgadores Arnaldo Otegui, el lehendakari Ibarretxe y Miguel Blesa a Elpidio Silva. Hay que decir que antes de la recusación cabe la posibilidad de la abstención. La mayoría de los jueces, cuando es un caso claro de relaciones personales, se abstienen ellos mismos.

En las piezas que se han ido generando alrededor del caso Unión, la recusación se ha convertido en una moda, y Luis Lleó en un modelo. En la pieza en la que le piden seis años de prisión presentó más de sesenta recursos, que tuvieron que resolver muchos jueces de distintas secciones de la Audiencia provincial. En abril del año pasado se nombró un presidente del Tribunal del Jurado que le debe juzgar, José Luis Goizueta, y le recusó porque había resuelto alguno de esos recursos y por lo tanto ya ha prejuzgado. Esa recusación se ha admitido pero habrá que ver si se encuentra a otro que no haya resuelto ninguno de esos recursos. De momento ya ha ganado un año sin que se le juzgue.

Hay otro procedimiento, en el que Pamparacuatro denunció al Ministerio de Justicia por entregar sus datos personales a Lleó. El abogado lanzaroteño se personó como perjudicado aunque le acabaron expulsando del procedimiento porque sería, en todo caso, beneficiado, pero antes de irse recusó a los tres miembros de una sala de Santa Cruz de Tenerife. No aclaraba cuál era el motivo de la recusación, pero también retrasó el procedimiento porque para resolverla se tuvieron que reunir el presidente del TSJC, los presidentes de las salas de lo contencioso y de lo social de ambas provincias y los magistrados más veteranos y más nuevos de cada una de esas salas.

Lleó ha recusado incluso a una secretaria judicial porque dice que tiene una enemistad manifiesta con la persona a la que él mismo ha denunciado

Si la recusación sale mal, el paso siguiente es la querella, porque si se admite a trámite contra el juez o el fiscal que te va a juzgar, se tienen que apartar. Así lo ha intentado Lleó con Pamparacuatro y con el fiscal Stampa contra quienes se querelló sin éxito. Lleó ha ido más allá. Ha recusado a una secretaria judicial, Sonia Herrera, que está ahora en el Juzgado de instrucción tres, que lleva el juez Rafael Lis. Lleó ha denunciado al primer secretario de Unión, José Ramón Vera. Herrera fue secretaria también en el caso Unión y Lleó dice que hay una enemistad manifiesta entre ambos secretarios y por eso la recusa, aunque la enemistad, en caso de existir, sería perjudicial para aquel contra quien se ha querellado Lleó, que parece que quiere extremar las garantías para aquellos contra los que se querella. El propio juez Lis ha sufrido varias recusaciones en dos casos relacionados con Unión. Una surtió efecto y era clarísima: Lis admitió como perjudicado en la investigación del robo de autos a Juan Francisco Rosa mientras su mujer era la abogada del empresario lanzaroteño. También la Fiscalía y Vera le han pedido que se aparte de otro procedimiento y, de momento, lo que ha hecho es no tramitar la recusación, algo inaudito.

La fiebre recusatoria se ha extendido más allá. En la órbita de Unión han aparecido otros procedimientos. Pamparacuatro se querelló contra el periodista Francisco Chavanel por sus informaciones y comentarios sobre el caso Unión. Pues bien, el periodista ahora recusa a la juez que tiene que resolver ese procedimiento civil porque su hijos coinciden en el mismo colegio.

Y si extendemos el círculo (no tanto) vemos que la moda sigue y no es de ahora. Rosa ha recusado al arquitecto Coderch ante el Ayuntamiento de Yaiza para que no informe sobre sus hoteles, con el argumento de que el arquitecto ha redactado el Plan General sobre el que tiene que informar. Ya lo hizo antes, él y otro empresario, con los técnicos del Cabildo, Polo Díaz y Esteban Armas. Pidió que los apartara “por enemistad manifiesta” y después recibieron una querella. El siguiente paso fue más eficaz. Fue el propio presidente del Cabildo quien apartó a Díaz de la Oficina del PIO.

Comentarios

Los laberintos de circundantes espirales de interminables giros, y vueltas y mas vueltas, ahora adelate y ahora para atrás , y vuelta a empezar, y los ciudadanos mirando el espectáculo en el que los poderosos han convertido y convierten lo público, en herramienta que les hagan perpetuarse en su latifundio de privilegios...¿ hasta dónde llegará nuestro nivel de aguante ?. Adelante Saúl, adelante.
Esperemos que la justicia, aunque tarde, acabe poniendo a cada uno en su sitio. Saludos
Podemos recusar nosotros a los poderosos y sus testaferros políticos,..............
no a los empresarios no se les puede recusar porque crean mucho trabajo y son unos santos .....

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