2 COMENTARIOS 31/01/2014 - 06:53

En diciembre de 2009, Dimas Martín envió desde la cárcel una serie de cartas para intentar compensar a su favor (y el de su partido) la balanza de la opinión pública. Una de ellas comenzaba así: “Reitero rotundamente la no participación personal o con otras personas en actividades urbanísticas, cobros de comisiones, negociaciones prohibidas u otras de carácter ilícito”.

Esta afirmación la hizo un poco de antes de retar en otra carta a la UCO a que encontrara pruebas de sus intermediaciones urbanísticas y de que estos recogieran el guante y afirmaran en un informe que Dimas había cobrado más de 800.000 euros entre 2001 y 2005 precisamente por intermediar en negocios urbanísticos. Le perdió el carácter. Y los hechos, claro. El político de Guatiza no ha sabido mantener un perfil bajo ni en la cárcel.

Como sus negocios y su supervivencia dependían de su imagen pública, Dimas siempre se esforzó en mantener al menos una duda razonable sobre su inocencia. Cuando esta posibilidad se iba cerrando, pasaba al ataque: a la Justicia, a rivales políticos, a la prensa, etc. Ya saben: campañas de acoso y derribo por ser quién es.

La mayoría de los políticos de Lanzarote de cierta edad son hijos de Dimas (aunque no sean hermanos de Fabián). Uno de los más destacados, un alumno aventajado y enemigo íntimo, es Pedro de Armas, a quien también le pierde el carácter y que no conoce el perfil bajo.

Si no se hubiera ido hace dos años al Caribe, y sobre todo, si no hubiera vuelto para darse un paseo por medios y televisiones de toda España, la investigación sobre su patrimonio no hubiera interesado tanto fuera de la Isla, pero él mismo se ocupó de hacerse un hueco en el elenco de personajes de dudosa reputación. Y con esos antecedentes (mediáticos), quién se resiste a seguir la historia de “el concejal del Caribe tiene una fortuna descomunal”.

Pero claro, todo tiene un porqué, y él también necesita mantener su integridad. Los negocios de Pedro de Armas también dependen de su imagen, porque dependen de la política. En lo público y en lo privado se ha dedicado a lo mismo, al urbanismo (fue gerente de Gesplan y concejal de urbanismo de Arrecife).

Este nacionalista que invierte en Argentina es político a medias y empresario a medias, pero no porque divida su tiempo entre estas dos ocupaciones, sino porque como político no se sabe bien qué defiende y como empresario no produce nada: compra, vende, alquila, intermedia y cobra, pero no tiene ni empresa ni trabajadores.  Y como Dimas, también acude a la teoría de la conspiración: contra la prensa, contra un abogado, contra otros partidos: es una persecución política porque no se calla y denuncia irregularidades.

Ya ven. Aprendió bien. Demasiado bien, porque si reparan en esto, lo que ganó Dimas a lo largo de cuatro años en comisiones urbanísticas, se lo llevó calentito Pedro de Armas en una tarde y sin salir de la notaría. Luego dicen que no avanzamos…

Comentarios

Yerra usted, don Saúl, el cangrejo no se lo llevó en una tarde, se lo llevó en una mañana y sí salió de la notaría, a tomar algo, fue la época en que no había tapas en aquella notaría....
Y el Alfonso le baila el agua...

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