Vayamos por partes. Ástrid Pérez Batista, más conocida como Ástrid Pérez, debe ser al PP lo que Casimiro Curbelo fue al PSOE en La Gomera, esto es, que utilizó, mientras le convino, las siglas del partido para su ambición personal. Pero, claro, hay diferencias sustanciales,  Casimiro lo controla todo, y Ástrid controla el partido en la isla y nada más, que no es poco. Casimiro se fue y montó su partido y todos los que eran votantes del PSOE se fueron con él a su nueva formación.

No aventuro que de hacer Ástrid algo así no se los vaya a llevar a todos, pero lo dudo. Como el propio Casimiro, que no es de nadie ni rinde cuentas ante nadie, Ástrid no es del PP, sino de sí misma, por lo que voy argumentando para llegar a la conclusión que quiero.

Que el  PP acuerde el próximo gobierno de Canarias con CC no me gusta, porque mis simpatías no están en CC, pero poco me gusta Ángel Víctor Torres -y no he dicho el PSOE- pues me parece tanto como si a un pirata le dan un barco con cañones. Las balas han caído en Lanzarote que es tanto como volar sus otros navíos, ¡menuda prenda! No es que CC roce la santidad, todo lo contrario, pero, cogobernando con el PP, ya irán con cuidado. En la legislatura que acaba, Ángel Víctor Torres, aliado con NC, con Podemos y con Casimiro se ha despendolado y nos ha venido jodiendo y por tal motivo sólo deseo verlo jubilado de la política.

Para la flaca memoria insular conviene recordar que, contra todo pronóstico, Ástrid pactó en 2019 con el PSOE, o con Dolores Corujo, que nunca tuve muy claro los detalles,  para gobernar el ayuntamiento de Arrecife. No es que fuera un experimento en el laboratorio insular, sino la conveniencia de ambas formaciones en la que no convergía precisamente el interés general. Luego, a la alcaldesa se le enredó el asunto con los socialistas, se montó una película de ofensas y pactó con CC, con quien ha acabado el mandato de mala manera.

Y vamos recapitulando: Ástrid es tan del PP como yo admirador de Ángel Víctor Torres, o sea, nada. Al PP le debe dar un poco igual lo que pase en Arrecife. A CC, no le da igual, pero como carecen de férreos principios  podrían hacer la vista gorda a un pacto PSOE-CC en la capital lanzaroteña.

Queda un fleco y gordo que es que con Pedro San Ginés no hay quien baile porque te pisa los callos, pero en un arrebato de generosidad, que nos lo debe, se queda en el Parlamento y da vía libre al pacto. Y, además, es lo que le conviene. Y listo, Ástrid al Parlamento por un lado y a la oposición por otro. Ganamos más de lo que perdemos, que de aquella, de Ástrid, ya sabemos cómo lo hace de mal, conocemos su falta de lealtad, su ninguneo, su poco conocimiento de los asuntos del municipio y, por descontado, su falta de respuesta a los problemas de la ciudad y, además, tiene una casa parcialmente ilegal. Nada ejemplar, vaya.

No creo que Alfredo Mendoza (PSOE) y Echedey Eugenio (CC), con la que nos va a caer si no espabilamos, vayan a ponerse tan burros como ella. Y ya tenemos pacto en la capital.