El mismo día en el que el pueblo canario dio una demostración de amor por su tierra, manifestándose en todas las islas y algunas ciudades de la Península para protestar  de forma contundente por el modelo turístico masificado, el consumo excesivo y la deficiente gestión de recursos naturales como el agua, la arrolladora especulación inmobiliaria y la falta de mayor atención e inversión en servicios esenciales como la sanidad o la educación, entre otras reivindicaciones, me fui con mi mujer y una gran amiga a disfrutar al teatro de San Bartolomé de una propuesta artística encantadora que no fue ajena al sentir de lo que escuchamos y vimos en la calle. La música también ayuda a defender los sueños de los que sueñan.

Punto Cubano y Milonga es el espectáculo que nos regaló el estupendo verseador canario Yeray Rodríguez, artista del Archipiélago y de mundo que ha sabido nutrirse de su peregrinaje cultural por Sudamérica y el Caribe, aprovechando además su bagaje intelectual. Yeray es doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y profesor en la Facultad de Filología de este mismo centro educativo.

Junto al veterano payador uruguayo José Curbelo, cuyos abuelos procedían del municipio lanzaroteño de San Bartolomé, y los también payadores argentinos Marta Suint y David Tokar, ofrecieron, cuerdas en mano, la más emocionante expresión cantada, poética e improvisada uniendo el Río de la Plata y Canarias. Y como si fuera poco, Yeray sumó a esta imaginaria parranda trasatlántica la voz de Gara Niz y los tocadores canarios Domingo ‘El Colorao’ y Juan Carlos Pérez. 

Entre décimas, milongas, punto cubano y romance, ni los continentes parecen tan distantes ni las culturas y emociones que brotan al escuchar los bellos cantares de los versos, los de aquí y los de allá. Los artistas, que a mediodía estuvieron en la manifestación de Lanzarote, por la noche hicieron un guiño a lo que exigió la calle, incluyendo en sus composiciones consignas como la de ‘más agua pa’ las papas que pa’ las piscinas’.

Ante un escenario social como el actual y ante este 20 de abril de 2024, que gran parte de la dirigencia política y empresarial de Canarias no solo recordará con amargura, sino que empieza a ver con preocupación, el arte no podía mirar para otro lado. El arte no se escondió como lo hicieron la mayoría de los políticos y políticas de Lanzarote y Canarias. El arte fue de frente y con convicción para expresar libre y creativamente su opinión, fue lo que transmitió el grupo multicultural de verseadores invitados a San Bartolomé.

Y claro que hubo protesta social de solidaridad con el pueblo canario en forma de canto, cada uno en su estilo y recordando las raíces a su manera, pero también hubo muchísimos versos dedicados al amor, a la figura de la mujer, a la hermandad de los pueblos y a remembranzas entrañables de la tierra.

Yeray Rodríguez pidió frases al público para hilar versos improvisados de cualquier temática, tiene una capacidad impresionante para hacerlo, y así como recogió el guante de la asistencia para versear el buen humor canario también hizo alusión a la barbarie en Palestina y al campamento de refugiados en el Sahara.

Para el cierre, verseadores y payadores se “picaron” aguantando el pulso entre ellos y respondiendo con ingeniosos cantares los “dardos”  lanzados por algún compañero de escenario. Es lo bonito que tiene la creación artística, que así como nos ayuda a protestar o reflexionar, nos sirve para expresar sentimientos y emociones y divertirnos a placer. Y más que merecida la ovación de pie, y en pie está Canarias.