Vincenzo Pernice tenía previsto huir del país: está en la cárcel por intentar matar a su ex pareja
El último jueves de octubre, según el testimonio de varios vecinos, Vincenzo Pernice estuvo en el domicilio de su ex pareja, en la calle Campoamor de Arrecife. “Escuchamos una fuerte discusión y tras la discusión, un portazo; después de eso no le volvimos a ver”. También aseguran que el presunto agresor, que ya no vivía en esa casa, “solía frecuentarla porque ahí vivía su hijo”, de tres años.
Los vecinos eran ajenos a la orden alejamiento que pesaba en contra de Pernice. Hace un año, su ex pareja y madre de su hijo interpuso una denuncia por violencia en el ámbito familiar. El hombre fue detenido mientras trabajaba como vigilante de seguridad. Desde entonces tenía prohibido acercarse a su ex compañera sentimental. También, mediante orden judicial, se procedió a retirarle la licencia para el uso de armas.
Los vecinos lo describen como un hombre callado y recuerdan un episodio, ocurrido hace ya más de un año, “cuando la dejó en la calle con el pequeño tras cambiar la cerradura de la casa”. Sin embargo, jamás se podían imaginar que dos días después de la discusión, Vincenzo comprara gasolina, rociara la puerta de la casa y le prendiera fuego con su hijo y ex pareja dentro.
“Sentimos una explosión, luego vimos el humo, y a ella con el niño asomada por la ventana intentando que no se asfixiara”. Es el relato de Patricia, una de las vecinas que socorrió a la mujer y al pequeño. “Mi marido le dijo que intentara salir pero estaba a oscuras y la casa llena de humo. Entonces le dijimos que fuera al patio porque las casas están comunicadas. Así lo hizo, me impresioné cuando vi al pequeño y a ella, estaban llenos de hollín”.
“Sentimos una explosión, luego vimos el humo, y a ella con el niño asomada por la ventana intentando que no se asfixiara”
Las primeras palabras de la víctima llevaron a los agentes de la Policía Local tras el presunto autor de los hechos: “Le vi de espaldas y creo que era él”. Horas más tarde fue detenido. La investigación fue asumida por el Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional.
El agresor tenía un billete para volver a su país de origen, Italia. Sus planes fueron frustrados por los agentes y hoy está tras las rejas. El juez le imputa un delito de tentativa de homicidio y otro por quebrantar una condena.
La investigación considera que lo tenía todo premeditado. Desde la compra de material altamente inflamable hasta la huida del país. Sus hechos habrían tenido un mayor alcance: familias enteras dormían a esa hora en el interior de los domicilios ubicados en un conjunto residencial de Argana Alta. Había vehículos cerca que podrían haber explotado si el incendio no hubiese sido sofocado con rapidez.
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