Decisiones sobre el dinero a dos velocidades: una para las que le afectan a uno directamente y otra para las que no. La diferencia es notable.

En el primer caso, las subidas de sueldo. Siempre al principio. ¿Hay algo que impida subir el sueldo a mitad de mandato tras haber comprobado si la remuneración anterior es o no suficiente? ¡Qué clarividencia para saber desde el principio que el sueldo no es suficiente al desempeño del cargo! Ojalá tuvieran las cosas tan claras con todo lo demás.

Habrá que ver los motivos que alega el nuevo presidente del Cabildo para subirse el sueldo 24.000 euros más al año, y pasar de un sueldo alto a un sueldo altísimo. A muchas familias les gustaría cobrar al año la subida que se ha aplicado el presidente.

A lo mejor se sube el sueldo a tiempo por si le pasa lo mismo que con la ejecución de las sentencias de los esqueletos de Costa Teguise. Otro ejemplo de reacción a tiempo: si no hay amenaza al bolsillo, dejamos pasar el tiempo, si hay multa personal, hay que tomar decisiones.

La otra velocidad la hemos visto estos días con dos personas que han dejado el cargo. En el Cabildo, Loli Corujo se va sin haber aplicado la subida de las tarifas del agua, que ella misma criticó que no hizo su antecesor. Seis años retrasando la decisión. En Arrecife, Astrid Pérez también ha dejado como legado una indemnización de 4,6 millones de euros por la ocupación de un suelo.

En ambos casos, las sentencias son firmes desde el mes de enero. Pero cuando el dinero no te afecta directamente, no hay prisa aunque los intereses corran. Que lo pague el siguiente.