Ana Carrasco

Se siente...

La palabra milagro, tiene su origen en el latín miraculum, del verbo mirari, que significa «admirarse» o «contemplar con admiración, con asombro o con estupefacción». Los hablantes en latín, llamaban miraculum a aquellas cosas que sucedían y no podían entender, como tempestades, plagas, eclipses de sol...

Para el mundo cristiano, "un milagro es en sí un hecho sobrenatural en el cual se manifiesta el amor de Dios a los seres humanos". El Nuevo Testamento es prolijo en relatos milagrosos protagonizados principalmente por Jesús. De pequeña recuerdo leer en los libros de catequesis —en aquella época la religión era una asignatura obligatoria— la resurrección de Lázaro, las curaciones de leprosos, la multiplicación de panes... La imaginación ponía color y formas a esos sucesos extraños, y vivíamos con la esperanza de ver con ojos propios un milagro en nuestro entorno más cercano.

De acuerdo al Evangelio según San Juan, el primer milagro que realizó Jesús tuvo lugar en Galilea y sucedió así: En una boda celebrada en Caná, a la que fue invitado Jesucristo, ante la escasez de vino, Ana, su madre, le dijo: "Ya no tienen vino". Entonces, Jesús mandó a llenar seis tinajas enormes de agua, y las convirtió en vino para jolgorio de anfitriones e invitados.

En Lanzarote, las pérdidas de agua potable producida son tan altas, cerca del 60 %, que si por milagro toda ella se transformara en vino, tendríamos borrachera asegurada para siglos.

Cuentan también las Sagradas Escrituras, que Jesús bajó de la barca en la que viajaba y ante el gentío que lo seguía, sus discípulos le dijeron: "Éste es un lugar solitario, y se está haciendo tarde. Dile a la gente que se vaya a los pueblos y compre su comida". La respuesta de Jesús fue muy cristiana, "no tienen que irse". Solo había cinco panes y dos pescados, entonces Jesús miró al cielo y dio gracias a Dios, partió los panes y se los dio a los discípulos para que fueran repartidos entre el gentío. Todos quedaron saciados.

En Lanzarote lo que se ha multiplicado y multiplicado son las camas turísticas y  los turistas en detrimento de los peces y la agricultura... Según los últimos datos en biomasa marina, peces, solo queda un 10% en comparación con lo que había en los años 70.

Podría continuar dando datos que demuestran que el milagro del desarrollo turístico, no controlado, empezó hace tiempo a generar estropicios.

Habitar Lanzarote actualmente es habitar una isla que se degrada por el flujo incesante de turistas, que campo a través, se mueven de un lado a otro pisoteando la Vida. Cada irrupción sobre el terreno no respetuosa, cada invasión de personas por malpaíses, laderas volcánicas, malezas, cráteres, enarenados, sin orden y concierto, destruye. Cuando se cementa, hormigona o empicha un trozo de tierra, todo lo vivo que hay en él, muere.

Cuenta la bióloga Carolina Martínez que la botánica y activista feminista, Mary Meara Chase luchó a favor del voto femenino, participando en un "grupo decidido a mantener una hoguera ardiendo constantemente frente a La Casa Blanca para quemar discursos presidencialistas que contenían la palabra libertad hasta que las mujeres tuvieran derecho al voto".

Quizás convenga encender, en vez de una vela, una hoguera frente al Parlamento de Canarias con todos los discursos institucionales que contengan la palabra sostenibilidad hasta que se tomen medidas para frenar la masificación y proteger las islas.

Hace mucho tiempo que sostenibilidad y crecimiento turístico no son términos compatibles, pero sí sostenibilidad y crecimiento en calidad de vida. Sí, sostenibilidad y crecimiento de bienestar social, sí sostenibilidad y crecimiento de la sanidad, soberanía alimentaria, calidad del empleo, del agua, de la educación o de la biodiversidad. No se trata de rechazar el turismo, vivimos de él. Se trata de cuidar el turismo y cuidarnos, de llevar a la práctica las palabras que pronunció José Saramago en la Sociedad Democracia un 8 de marzo de 1998: "El turismo de calidad es el turismo respetuoso que va a un lugar que se respeta a sí mismo".

Ciudadanas y ciudadanos de Canarias, han promovido una movilización para el sábado, 20 de este mes, con el lema "Canarias tiene un límite". Se siente el ambiente caldeado, como si los discursos incoherentes ya estuvieran en la hoguera.

Si creyera en los milagros, pensaría que el genius loci de Saramago ha empezado a soplar con energía cósmica para alentar a la población de Canarias a vocear lo que, de múltiples maneras, dijo Manrique hace más de treinta años: "Canarias tiene un límite". Y vaya si lo tiene, somos islas.

 

Comentarios

Cuidado con unir crecimiento y sostenibilidad... Muchos, por no decir todos, ecologistas de la isla defienden que esas dos palabras no pueden ir juntas en la misma frase, dado que son incompatibles. Personalmente coincido con usted y me niego a creer que no se pueda crecer sosteniblemente o en equilibrio con la naturaleza. La clave está en el modo y en dejar atrás los intereses partidistas y en las manipulaciones porque ecologismo es respeto por la naturaleza sencillamente y todos los caminos que existen solo se han usado para perdernos.
Está tan caldeado el ambiente que necesitamos tres artículos de opinión y dos notas de prensa al día para recordarnos de que el 20 de abril habrá una manifestación que no se sabe muy bien qué pide (o más bien qué no pide). ¿Quieres mejores condiciones laborales? ¿Quieres que fusilen a gatos callejeros? ¿Quieres que derriben hoteles? ¿Quieres menos coches de alquiler? ¿Quieres más árboles en Arrecife? ¿Quieres más restricciones en el campo? ¿Quieres alquileres más baratos? ¿Quieres moratoria turística? ¿Quieres prohibir la venta de viviendas a extranjeros? ¿Quieres una inalsa pública? ¿Estás en contra del salto de Chira-Soria? ¿Quieres una falange verde que vigile el campo? ¿Quieres más molinos? ¿Quieres menos molinos? ¿Quieres ni un fastidio más ni uno menos para Oswaldo? Para todo eso y mucho más, esta es tu manifestación. Es tu momento para gritar en una almohada y seguir como siempre el 21 de abril, pero con un partido nuevo tipo Podemos pero en verde que se proclame portavoz y divida los votos de la izquierda en Canarias. Visto lo visto, no me sorprendería ver a hoteleros en esa manifestación.
Conocer y respetar los propios límites es el único modo sostenible de avanzar. Gracias por el artículo.

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