Marcial Riverol

Muerte o refundación del PSOE

Esto es como si viniera de dormir durante cuatro años y ahora todo estuviera lleno de descerebrados. Bueno, se supone que algunos había antes, pero se habrían multiplicado y llenado todo, como moscas en una bosta.

El PSOE, en lo que viene siendo una táctica de huida hacia adelante, amparado en "díselo antes de que te lo digan", acusa a otros de estar instalados en la mentira y la ocurrencia -menudos morros-, o que el PP y VOX son lo mismo. No miran para lo suyo, si ellos, los “progresistas”, como dicen que la pasa al de la derecha y al de ultraderecha, son lo mismo que los partidos que lo sustentan, o pretenden sustentarlo, en el poder; si son lo mismo que Puigdemont o que Otegui. No consideran que en su casa están como para fumigar.

En una vuelta conveniente a su interés, Sánchez preguntará a los afiliados una soberana tontería, si les parece bien un pacto parecido al actual, lo cual no es tan igual como preguntar si les parecería bien pactar con los independentistas la amnistía para los golpistas y un referéndum de autodeterminación. Las preguntas, según cómo se formulen, tienen su aquello, y las respuestas no les digo. La intención está clara, lo que quiere es carta blanca para hacer lo que le venga en gana, y nunca ha necesitado la autorización de nadie para sus veleidades. La trampa de andar con rodeos con la redacción de la consulta es que Sánchez sabe que los militantes no tragan con todo y conviene lubricar la cuestión para que voten sin demasiado dolor. Votarán porque son del partido, no porque crean que el gobierno lo esté haciendo bien ni que lo vaya a mejorar, y tampoco está la cosa como para preguntar con la verdad por delante, no sea que los afiliados manden al secretario general a hacer puñetas, que mucha suerte está teniendo. Y a Sánchez lo que le importa es mantener el colchón en la Moncloa y andar pavoneándose entre ataque y ataque de ira. Por extensión, es lo mismo que importa a todos los cargos públicos salidos d ellas últimas generales: mantener la silla o estar condenados al ostracismo.

Que el PSOE está acojonado es una evidencia, y se nota porque sea cual sea la intervención pública que hagan, una parte de ella se centra en decir lo malo que es el PP. Si esto fuera de inteligencia y proyecto se dejarían de hablar de los que no gobiernan y se limitarían a contarnos de qué va y punto. Otra pista de sus nervios es no parar de afirmar que el voto de los españoles fue para ellos. No sé yo. Si el PSOE obtuvo 122 escaños al Congreso, y el PP 132, no sé yo, insisto, qué lectura hacen !Ah!, claro, que hay que contar juntos todos los votos "progresistas", los de los independentistas, también los de filo etarras, los anti constitucionalistas y los de la muy etérea Yolanda Díaz, empalagosa e insoportablemente frívola como el otro, por eso se han juntado, como el hambre (de poder) de ella y las ganas de comer de él. Sánchez sabe que tiene sartén que agarrar con los suyos y la tiene bien cogida por el mango, amén de saber que es el puto amo de quienes andan desnortados y abducidos, tanto que de tan buenos alumnos, ahora a todos y a todas les ha dado por descabalgarse de principios y valores y no paran de sermonearnos sobre lo bueno que es hoy lo que ayer era malo, engordaba, o era imposible, sustentado, claro, en lo que no van a decir, esto es, todo por mantenerse en el poder. Que no puedan gobernar en semejante jaula de grillos les da igual con tal de figurar.

Aunque pueda tener alguna razón en algo, el PSOE no está para amonestar a nadie cuando ellos mismos son ciegos discípulos del Sánchez, devenido en líder de una secta que da vueltas a las palabras hasta que estas dejan de tener ningún valor, cero valor, pero que cala en los adeptos, tanto que el influjo de su magia les hace cambiar el discurso a todos y a todas, tal que si se hubieran vuelto imbéciles. El único que aparenta seguir siendo normal, con principios, quiero decir, es García Page, presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha.

Se puede ser mitómano, mentiroso, o todo a la vez. Conociendo el matiz entre uno y otro término, todos -casi todos- de Sánchez para abajo, vienen manifestándose como una partida de embusteros, de trepas y de vividores. El apego al sillón de Sánchez y de los que perdieron ayuntamientos, comunidades o Cabildo, a los que aquel premió con los puestos de salida al Congreso, para que no se le rebelaran, no quieren perder tal oportunidad de ganarse un sueldo de una manera tan fácil -alguno-as porque no tengan ocupación profesional a la que volver-. No hay vocación de servir porque ni saben lo que es, y todo lo justifican con altisonancia, aunque eso pretenda disfrazar la vacuidad del discurso. Mienten cuando se denominan a sí mismos como progresistas. Mienten cuando apelan a la Constitución como tapadera de sus intereses, que dicen que es el general. Mienten hasta cuando dicen que nunca han mentido. Yo, por aquí, miro con perplejidad a ese atajo de inútiles que, del látigo de Espino, pasan a la impostura de Corujo, la de la sonrisa facilona y el discurso vacío, a Ariagona, que dice escandalizarse con las ocurrencias de CC en el Cabildo, o a Bergaz, anunciando mociones en las administraciones locales para la mejora de la convivencia de los catalanes con el resto de la comunidad, como si existiera un problema imputable a quienes no somos catalanes y hubiéramos creado un conflicto con todo el pueblo catalán, a sabiendas de que el conflicto es de los representantes de unos partidos con el Estado y que dentro de nada estarán amnistiados a pesar de la gravedad de los hechos perpetrados. Más simple no se puede ser.

La preocupación por "las gentes" en boca de la socia del gobierno, Yolanda Díaz, es la penúltima tontería que se les ocurre, que la del cohete que algunos se preparan para irse de la Tierra es de traca. Parece que las mujeres abusadas y violadas, y ninguneadas por el gobierno, no son parte de las "gentes" que interese ni a Sumar ni al PSOE. Todos eluden el asunto de los violadores puestos en la calle por el empecinamiento en que Podemos se pusiera hacer leyes, como quien hace huevos fritos o punto de cruz. Las mujeres con dimensión pública en el PSOE, y no digo de todas las mujeres de SUMAR, callan, disimulan, y miran al infinito, y en el colmo de la indignidad, PODEMOS reclama para Irene Montero, en caso de volver a gobernar, el compromiso del mismo ministerio que sacó violadores a la calle y redujo penas. No tienen vergüenza, ninguna tiene vergüenza, esa es la conclusión. Y ahí siguen todos y todas, instalados en la distracción. Son especialistas.

Sánchez ha heredado el conocimiento, que no la sabiduría, de que al pueblo, lo que lo tiene sometido es un buen circo, y en eso anda.

"Amnistía constitucional por la convivencia", "por el interés de España" son las recientes ocurrencias del PSOE cuando lo que tendría que proponer es una amnistía por la poltrona de Sánchez, por el interés de Sánchez y de sus protegidos.

Todo esto es la muestra de nuestra degradación como seres sociales, lo cual hemos trasladado a los partidos y a nuestras instituciones. No hay gobiernos, partidos o administraciones corruptas o sinvergüenzas. Lo que hay es una fauna que da gloria, y allá donde entra, imprime sus formas. Menuda mierda de casa común estamos construyendo con tanto impresentable tomando decisiones políticas. Para mí que les falta sustancia, una fila de bloques o un hervor. O todo junto.
¿Faltón? Sí, faltón y cabreado. Nunca más tendrán estos mi voto. Para que eso suceda tienen que proceder a la refundación del PSOE, allá y aquí, y quitarse todo el lastre, que es mucho y mucha.

 

Comentarios

Cómo que les falta sustancia? Si vielen de Francia!
Pues no entendí nada. Muy faltón todo: un exabrupto de derechas
Acertado articulo. El Psoe es ya un partido antisistema.
Arrecifeño, seguramente las declaraciones de García Page, de Felipe González, de Alfonso Guerra son exabruptos de derechas. ¿No será que es usted uno de esos que han perdido el norte abducidos por Sánchez?
¿Ya nadie se acuerda del "chúpame la minga, Dominga" de Pablo Echenique?

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