Mariem Díaz Fadel

La troupe de Ástrid Pérez: ni principios ni valores

Me resisto a pensar que el PP insular tenga algo que ver con la formación nacional, que sea un apéndice, una parte, o una extensión del PP de allá, ni que la talla de los dirigentes locales sea la de otros del mismo partido, ni que se rijan por los mismos principios, ni que sean los mismos valores a los que apelen unos y otros. O que los militantes sigan la misma doctrina, o que exijan el mismo nivel de ejemplaridad. Vamos, sin ir más lejos, yo misma votaría a Feijoo, pero no participaría en asadero alguno con ningún componente de los afines a Ástrid Pérez.

Si alguno de sus cargos públicos o sus militantes tuviera algún interés en elevar la calidad de la actividad política insular o del ejercicio de la gestión pública, exigiría a su presidenta que fuera  modelo de transparencia. Todos, dentro y fuera de la organización, deben saber de sus cuitas domésticas, porque estas tienen dimensión pública. Es un asunto enrarecido, poco transparente y del que ella, si no es actriz principal, al menos, lo es de reparto. La diferencia entre Pérez y el resto del plantel es que por las responsabilidades públicas de las que disfruta se le exige más y debe darlo todo. Si Ástrid afirma que a ella se debe la renovación completa de la red semafórica de la ciudad, lo hace a sabiendas de que miente y si lo saben los afiliados y los cargos orgánicos y públicos, y se lo permiten, es que son iguales que ella: cómplices y poco honorables. Si miente en esto, nada hace pensar que no lo haga de otra cosa de su actividad pública o privada. Que se suba a la tribuna del Parlamento y mienta, o que lo haga en los plenos municipales. De la parcela privada, no miente porque calla, y, a veces, un silencio y una falta de explicaciones lo que hace es enmascarar, no la inocencia, sino una falta. Que cuál es la falta. Que lo diga ella. Estoy deseando escuchar su versión de la ampliación ilegal de una vivienda para valorar qué grado de confianza me inspira para saber el sentido de mi voto. Ya antes, otros alcaldes de otros partidos como CC, han mostrado idéntica poca ejemplaridad porque parte de su patrimonio inmobiliario era -es- ilegal.  Ejemplaridad, decía.

¿Que otros también mienten? Cierto, pero en este momento yo estoy hablando de mi alcaldesa, no del presidente del gobierno de la nación.

 

Comentarios

Yo iría a un asadero con Feijoo, pero nunca le votaría. Cómo persona con la que hablar comiendo chuletas y bebiendo unos vinos, seguro que cosas de interés hablaríamos, y no entenderíamos en asuntos de personas educadas. Pero como persona política es deleznable. Cosa que evitaría decirle en el asadero por educación.

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