El mismo día, histórico, de esta semana que España volvió a la dictadura, el jueves 16 de noviembre, el mismo día de la reelección del presidente de Gobierno en el Congreso de los Diputados por mayoría absoluta, denominada ahora “golpe de Estado” por la derecha y derecha ultra en su nuevo orden constitucional, el mismo día en que se resquebrajó el país y España se rompió de norte a sur y de este a oeste, el mismo día de semejante cisma, ‘clavaito’, la ciudad de Sevilla acogió en su Centro de Exposiciones y Conferencias la espectacular gala de los Grammy Latinos.

No creo que ‘Perro Sanxe’, sagaz como pocos en la política nacional y con más vidas que un gato, haya calculado que su investidura coincidiera en fecha con el potentísimo evento de repercusión internacional. La estimación más reservada de los Grammy en tierras andaluzas cifra en 50 millones de euros el impacto económico en destino.

Es la primera vez, en 24 años de historia de los premios otorgados por la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, que su gran noche emigra de Estados Unidos. No hay sospecha que sea el comienzo de una invasión latina glamurosa y tenebrosa a España.

Para nada fachas, dejen la paronoia, allí estuvo mi paisana Shakira que volvió a lanzar dardos al peligroso ciudadano catalán independentista Piqué. Estuvo también Carlos Vives, contratado hace poco por Ayuso, la chica respetuosa que reivindicó esta semana el trabajo de los agricultores espetando “me gusta la fruta” desde la tribuna de invitados del Congreso, pese a que una España, quizá totalmente aturdida por su ruptura, viera por la tele el “hijo de puta” dirigido al ‘Perro Sanxe’. El pueblo solidario hasta cestas de fruta envió a la sede de la Comunidad de Madrid después de ver el loable gesto de la presi con el sector primario.

La Comunidad de Madrid pagó a Vives un dinerito adulto, 847.000 euros, por el concierto de celebración de la Hispanidad el pasado mes de octubre, aunque seguro que en el caché no estaba el mojarse en favor de ella en los medios de comunicación y redes sociales: “Ayuso me parece una mujer y una líder increíble. Es una mujer supernatural…, es hermosa”. Hace seis años la ciudad de Vigo pagó al mismo cantautor 70.000 euros por un concierto.

Esto de la investidura de ‘Perro Sanxe’ ha dado y sigue dando para mucho. Un buen grupo de miles y miles de ciudadanos y ciudadanas se manifestaba con toda libertad el fin de semana en la plaza de Cibeles de Madrid en contra de la amnistía de los encausados independentistas propuesta por el nuevo gobierno de coalición de los partidos PSOE  y Sumar, proposición de ley de amnistía que tendrá que superar un trayecto complicado en las Cortes Generales del Estado, sobre todo en el Senado donde el PP tiene mayoría absoluta, esta sí muy constitucional, y su más que previsible registro en el Tribunal Constitucional para intentar tumbarla.

Mientras tanto plañideros y plañideras siguen llorando en tertulias de radio y televisión la derrota de ‘Fakejóo’, con poca dosis de autocrítica. PP y Vox, que intentaron marcar distancias de cara a la galería en las elecciones del 23 de julio,  hicieron una nueva declaración de amor mutuo en la Cibeles avisando que se unirán, o seguirán unidos, para responder institucionalmente al “golpe de Estado”. En la manifestación también apareció el moribundo partido “centrista” Ciudadanos, otra de las víctimas en el pasado reciente por plegarse sin criterio a un ideario ajeno.

Yo que no tengo redes sociales, me descojoné de risa con un vídeo que me envió una de mis sobrinas de un tiktoker que recopiló mensajes de un grupo de Telegram del que forman parte manifestantes que por estos días asedian la sede del PSOE en Madrid.

Desde el que acusan de “infiltrao del PSOE para desinformar”, por proponer el traslado de las protestas a un parque cercano a la sede principal de los socialistas y no hacerlas en la fachada del edificio, a otro que también descarta la propuesta porque “si van al parque os van a robar una manada de ‘menas’”, en referencia a los chicos y chicas menores inmigrantes de 18 años que se encuentran separados de sus padres y que tampoco están bajo el cuidado de ningún otro adulto.

En el grupo también hay personas conciliadoras que hacen un llamamiento a la protesta sin violencia; uno le contesta: “cállate gay”. Bueeeno, y no podía faltar el que se siente perseguido que advierte de la presencia de “un helicóptero con tecnología de reconocimiento facial que sobrevuela Madrid”, y así hay decenas de intercambio de mensajes que aparte de sacar risas, en un plano más serio, dan una idea del pensamiento retrógrado y delirios de los ultras, espoleados por partidos políticos constitucionalistas más españoles que Manolo Escobar.