S.A.T. El Jable

El futuro de la agricultura en Lanzarote

En esta isla está unánimemente aceptado por la gente del campo que la agricultura que  se viene practicando no puede seguir el rumbo que lleva dado que estaría condenada a desaparecer. En la búsqueda de una perspectiva de futuro para el sector debemos abordar dos cuestiones de manera conjunta: ¿Qué tipo de agricultura queremos para la Isla? y ¿Cuál es la agricultura del futuro?. En esta disyuntiva, contemplando las alternativas que se presentan, tenemos dos opciones:

1).- Abogar por una agricultura intensiva de regadío con agua de mala calidad -con uso incluso de aguas depuradas- que tanto daño ha hecho a la comercialización de nuestros alimentos al desprestigiarlos en los mercados exteriores, como ha sucedido con la batata que en un pasado, no muy lejano, gozaba de una reconocida fama no solo en las islas Canarias sino también en el mercado europeo donde se llegó a exportar a Inglaterra con notable éxito.

Se puede pensar que por mucho que se mejore la calidad de las aguas (actualmente con altos índices de salinidad, ph desequilibrados, presencia de boro), ¿los ingleses van a querer algún día volver a comprar batatas de Lanzarote regadas con dichas aguas?. Se puede aspirar a mantener una agricultura que utiliza productos fitosanitarios y abonos químicos en abundancia con grave riesgo tanto para salud de las personas como para la conservación de nuestros suelos.

Pensamos que no, por mucho que nos gustaría estar equivocados.

2).- O, por el contrario debemos apostar por la agricultura de calidad que siempre se ha practicado en nuestra tierra. Una agricultura de secano como la que hacían nuestros antepasados con riegos puntuales, cuando el aprovechamiento del agua de la lluvia lo permita y el desarrollo vegetativo de los cultivos lo exija. Es decir, un modelo de agricultura que posibilita la sostenibilidad de los suelos tan singulares y frágiles que tiene esta isla (enarenados y jable), y que ha permitido ser cultivados generación tras generación dando papas, tomates, cebollas, sandías, melones y granos de una calidad exquisita y diferenciada que los hace únicos.

Quizás, la solución al dilema planteado no la vamos a encontrar en nuestra isla, que como espacio físico limitado puede condicionar su búsqueda. Pero si oteamos el horizonte, si miramos más allá y vemos lo que se hace en Europa, podemos contemplar:

-Que el consumo ecológico se viene incrementando de forma constante por parte de una población plenamente consciente de la conveniencia de consumir alimentos sanos y naturales.

- Nos encontramos con unos agricultores que comprometidos con su medio realizan prácticas que posibilita la conservación de los suelos para las generaciones futuras.

- Y, por último, vemos a unos consumidores que dan preferencia al producto local cultivado de forma  respetuosa con el medioambiente.

Por lo que se ve, en Europa ya se ha tomado una decisión de futuro, y ésta no es otra que apostar por la “agricultura ecológica”. Ahora, nos toca a nosotros decidir qué tipo de agricultura  queremos para Lanzarote.

Vamos a optar por dejar unos suelos contaminados por el uso y abuso de productos fitosanitarios, abonos químicos y aguas depuradas, y por ello: ¿vamos a condenar a las generaciones venideras a no poder cultivar dichos suelos?. ¿Qué derecho tenemos para hacerlo?. Cuando lo cierto es que si los suelos los hemos recibido sanos y fértiles de nuestros antepasados, no es  menos cierto que, en justa reciprocidad, deberíamos devolverlos en el mismo estado.

O,  nos inclinamos por una agricultura sostenible como la que se practica en Europa (que no deja de ser la que se hacía aquí por nuestros abuelos), donde los agricultores, por un lado, cultivan de forma ecológica y contribuyen a la conservación de los suelos; y, los consumidores, por otro lado, se comprometen con el consumo de alimentos naturales de producción local y ecológica; garantizándose con ello la deseada triple sostenibilidad: económica, social y medioambiental. Que menos se puede pedir para una isla Reserva de la Biosfera como es Lanzarote.

Al final, todo se circunscribe a una simple cuestión de elección que siempre tendrá sus consecuencias no solamente para ti, sino también para los que te rodean y tu entorno.

Nosotros, un grupo de agricultores integrados en la S.A.T. EL JABLE, ya hemos tomado la decisión de realizar una agricultura ecológica  que  permita obtener cosechas de alimentos sanos y nutritivos, a la vez que preservar la tierra para los agricultores que vengan después de nosotros. Por lo tanto, solo falta que tú también elijas: o bien consumiendo alimentos ecológicos o bien cultivando de forma ecológica. Y, entonces será cuando veamos que la agricultura en Lanzarote sí tiene futuro.

 

* S.A.T. EL JABLE: “Cultivamos el paisaje de Lanzarote, una isla posible”

Comentarios

De donde procede el agua en la agricultura ecológica si no quieren el agua depurada? Van a hacer maretas o aljibes en pleno campo, o se crearán invernaderos?. Me parece que no será posible conociendo a los ecologistas de salón que por aquí pululan.
De la presa de Mala previa impermeabilización.
¡Guerra de caza subvenciones! . Esta es la lacra del campo. ¿Qué se planta y cómo y dónde se vende? ¿Cómo se gestiona el dinero público?

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