Irma Ferrer

El beso negro del fútbol

Podríamos haber pasado años intentando desvestir al monstruo. Arduo trabajo el de desnudar el negocio sociópata en un país patriarcal y feudal. Pero ha sido el jefe del monstruo el que ha decidido exponer pornográficamente sus vergüenzas. La degradación de la Federación del Fútbol exhibida impúdicamente ante el mundo.

El falso hombre sólo es uno más, quizás el más torpe. El que se ha presentado voluntario para protagonizar el bochorno no es más que un pelele, un instrumento en manos de un negocio violento. Este es el fruto de la entrega al poder a quienes sólo están dotados de ignorancia y soberbia. El falso hombre es la personificación de la brutalidad.

Pero la imagen de esta ignominia no es un retrato personal. La imagen es una foto de familia. La foto de este espectáculo soez es la foto de conjunto de la Asamblea de la Federación de Fútbol que, cargada de sobredosis de testosterona, representa la violencia de una masa servil. Enfervorecida por la demostración de prepotencia del líder. Entregados a un clientelismo que se sirve a cuatro patas.

El falso hombre es una lacra para este país. El falso hombre es un peligro para este país. El falso hombre es un freno para el desarrollo de este país. El falso hombre nos denigra como país. El poder en manos de hombres falsos es herencia del caciquismo. El hombre falso es producto de un país inmaduro y acomplejado. El falso hombre está enfrentado al desarrollo de la humanidad.

La profundidad de la degradación se hizo visible en Arabia Saudita, se hace visible en la exhibición constante de la podredumbre del negocio, se hace visible en la ostentación de la brutalidad, en la pobreza del lujo, en la adoración de la violencia, en la promoción de la ignorancia. La gravedad de la situación trasciende al fútbol. El abuso se extiende por el deporte, por la política, por la justicia, por la familia, por la infancia y por la vejez. Del Tribunal de Orden Público al Tribunal Supremo.

La impunidad es un delito en sí mismo. La impunidad de este tipo de actuaciones sólo favorece su reproducción. Semejante exhibición impúdica del abuso del poder nos retrata como país. Nos muestra débiles, cobardes, infantilizados, serviles. El silencio nos condena a ser un país sometido al ejercicio mafioso del poder.

España está siendo abusada.

 

Comentarios

También este escenario es un magnífico trampolín para el éxito de las mujeres que así lo deciden. La nueva inquisición ha actuado. Por cierto un beneficiario por la ley del si es si ha actuado en Sevilla. Haced algo…
Las hienas vienen al olor de la carroña...
Pura lógica. Si Jenny es culpable del beso forzado de Rubiales, las mujeres somos culpables de que un delincuente reincida. Silogismo puro y duro. Ve encendiendo la hoguera troglodita.
De acuerdo con el artículo. Y me guastaría añadir, para aportar una visión que tenga en cuanta todo el espectro de la sociedad, que, en este caso, buena parte de ella (la sociedad), ha actuado a la altura de las circunstancias. La condena a la bochornosa actuación y abuso de Rubiales, por una parte importante de la sociedad, hace 5, 10 ó 15 años, no se habría producido. Quizá esto sea lo único positivo, si se puede sacar algo positivo, de un asunto tan lamentable como éste.
Inquisidores ha habido muchos y todos del mismo sexo; nada nuevo!. El palurdo de turno mete la pata repetidas veces, esta vez no se tolera. Es un acto público y todos los momentos son captados y con mujeres, toca sacar la tarjeta roja. El palurdo acostumbra a salirse con la suya, pero esta vez no va a ser así,los buitres que están sobre su cabeza la entregan y callan. Los únicos que ladran son los cuatro reaccionarios que se sienten atacados en su fervor machista, son de vox pero no hacen honor al término latino; no saben, demasiado cutres para argumentar con inteligencia. Repetir sandeces no cuenta!!
Obvio. Con nenos retórica también puede decirse
Otra más que se suma al carro del feminismo barato . Estas señoras que tanto representan la defensa de la mujer por un pico, a mi no me representan. Hay tantas cosas importantes que esto me parece memeces, así nos va. Todo ese grupo de podemos, Yolanda y compañía nos va a hundir
No te preocupes, Inma. Yo, como hombre, te prometo que no veré más fútbol femenino. Así me evito problemas, que dan y muchos. Saludos.
Nadie quedó indiferente tras la asamblea de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en la que Luis Rubiales gritaba que no iba a dimitir al tiempo que repetía una retahíla de frases que podrían considerarse grandes hits del machismo atemporal como eso de que uno no puede ser machista porque quiere a sus hijas.
No hubo beso, ni nada que se le parezca; solo un hombre machista, uno más, que se cree con el derecho a acceder, cuando le apetezca, al cuerpo de sus subordinadas. ¡Qué importa lo que piensen ellas! Ya está él y las decenas de miles que, como él, en los trabajos, centros de estudio, discotecas, gimnasios o cualquier otro espacio interpretan las voluntades de las mujeres desde su posición de poder.

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