Tras la suspensión del concierto en Tenerife por problemas en la estructura del recinto (según palabras del propio Alan en Facebook), la gira Alan Parsons Live Project llegó a Lanzarote el sábado 23 de abril, con el aliciente de actuar en un marco incomparable como es el Auditorio de Los Jameos del Agua, que,  a pesar de su limitado aforo, atrae a figuras de primer orden.

Las expectativas que crea un evento como este son altas: Sin embargo, en el pasado, Alan Parsons afirmaba -con razón- que su música era muy complicada de llevar al directo, por su compleja orquestación, coros, etc. De hecho, The Alan Parsons Project no tocaba en directo durante la etapa dorada del proyecto, formado por el triunvirato Parsons/Woolfson/Powell. Los conciertos en directo llegan mucho más tarde -quizá demasiado- ya con Parsons en solitario liderando lo que queda del ‘Projecto’.

Con estos precedentes, es obvio que reproducir en un escenario la complejidad de este rock sinfónico con un puñado de músicos es casi misión imposible, pero me gusta que me sorprendan...  Con el auditorio lleno y expectante, comienzan a sonar los acordes de ‘I Robot’, y queda patente que el montaje técnico, sabiamente, no pretende robar protagonismo al insuperable entorno natural que le rodea, y en cuanto al sonido, no será precisamente el mejor técnico de sonido de la historia quien suene mal aquí, en un recinto con una acústica impoluta.

La discografía del Proyecto es lo suficientemente amplia como para poder tocar durante horas y horas... en este caso fueron poco más de noventa minutos, pero el puñado de músicos al que me refería al principio, demostraron ser muy versátiles, y presentaron de manera muy efectiva algunos de los temas más conocidos de la época dorada del Poyecto -no fueron más allá de la Sagrada Familia-. Pudimos constatar que Alan Parsons no es precisamente un adolescente, pero hizo su papel con dignidad, aunque el peso del concierto lo llevaba siempre su banda: No hace falta decir que el público disfrutó y aplaudió a raudales, que era de lo que se trataba. Alan dedicó el tema ‘Limelight’ al fallecido Eric Woolfson, el alma del proyecto. Sin darnos apenas cuenta, en un ambiente casi familiar, llegamos al final del concierto entre aplausos. Memorable.