Sandra Caballero Leyton

“No fue mi profesor, pero sí mi maestro”

Hace unas horas hemos despedido a Juan Antonio de la Hoz González, un gran hombre, un ser humano que casi en silencio influyó en las vidas de muchas personas desde distintos ámbitos. Revolucionario, pero comprometido siempre con su tierra y con su gente.

Desde su llegada a Playa Honda, al “Cole”, en los años 90, su presencia se hizo notar tanto por las propuestas a la comunidad educativa, como por la forma de afrontar el día a día en el aula. Sus alumnos recuerdan las “asambleas” como espacios de escucha, aliento y consenso. Sé que a muchos/as les marcó como enseñante porque Juan Antonio era diferente, era revolucionario.

La llegada del colegio a Playa Honda marcó el nacimiento de la comunidad que hoy observamos con orgullo. De ahí partió la primera Asociación Juvenil de Playa Honda “Diama III”, con el incansable Miguel Ángel Miguel Borbolla al frente y el apoyo de Juan Antonio. Estos soñadores empedernidos consiguieron poner a los jóvenes de San Bartolomé y del resto de la isla en el mapa.

Defensor de las injusticias, nacionalista y amante de la enseñanza dedicó gran parte de su vida a luchar por la cultura y promover el conocimiento y el respeto a la Identidad Canaria. Con ideales de izquierdas apostó por la unidad nacionalista primero en ICAN y posteriormente en CC. Se embarcó hasta lo más profundo en esta organización política, donde cumplió con creces las labores encomendadas en comités locales, insulares o nacionales y en los puestos de responsabilidad que desempeñó.

El tiempo que dedicó a la política local e insular le permitió poner en marcha iniciativas y proyectos que aún hoy perduran. Su maletín, ese que llevaba siempre consigo, estaba lleno de proyectos detallados, con calendario, presupuesto y objetivos a cumplir. Recuerdo como sacaba su libreta divida en temas, sus carpetas llenas de documentos, notas, recortes de prensa… y comenzaba a desgranar a su equipo de trabajo la gestión a desarrollar. Era incansable en la labor de entusiasmar y poseía una especial habilidad para dotar de confianza y seguridad a los que trabajábamos con él. Tras dejar la vida política regresó a su puesto de maestro en el CEIP Ajei donde seguía ejerciendo en la actualidad.

Era generoso, siempre a punto para echar una mano si te hacía falta. Ayudó en silencio a mucha gente, con trabajo y gestión. Luchó contra cualquier causa que fuera, a sus ojos, injusta o dictatorial. Gritó muchas veces en concentraciones y manifestaciones “Sahara y Palestina libres”. Su sentir pacifista, pero combativo, le llevó a declararse Objetor de Conciencia cuando todavía, esta acción, estaba penada por la Ley. Participó con un papel señalado en la CAL (Coordinadora Antimilarista de Lanzarote) y entre otras acciones desarrolladas durante años llegó a encadenarse como protesta a la construcción militar de Las Nieves.

Ha sido mi compañero, jefe y amigo, durante años compartimos proyectos en las asociaciones juveniles del municipio, en el Consejo de la Juventud de Lanzarote, en varias Comisiones de participación juvenil del Gobierno de Canarias, y en las áreas de Cultura y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de San Bartolomé bajo sus directrices como Concejal.

Ha sido un honor “jefe”. Yo soy una de esas personas a las que cambiaste la vida, en las que has dejado una huella profunda e imborrable. Muchos/as te lloramos, no te gustaría, lo sé, será mejor brindar por la vida, celebrar haberte conocido y caminado junto a ti, eso seguro que te gustaría más. Me quedo con tus enseñanzas, entre ellas este amor al servicio público que brotó en mí gracias a ti.

¡Hasta siempre compañero, hasta siempre amigo!

Comentarios

Palabras preciosas y precisas que me llenan el corazón en estos momentos tan duros, mejor brindar que llorar y nunca olvidar. Muchas gracias por esto y que viva la memoria de mi padre.
Así fue, Sandra. Humilde, generoso y fiel a sus ideas. Casi silenciosamente influyó de forma positiva en un cambio de mentalidad en el que casi toda-os teníamos cabida, donde las instituciones eran espacios abiertos a la ciudadanía. Juan Antonio no se ha ido, deja su huella en la participación, la cultura, medio ambiente y en todas y cada una de las personas a las que ayudó. Éso es trascender.
Un gran hombre
DEP. También tuvo alguna idea un tanto peregrina, cambiar en nombre del municipio por ejemplo.
Una pena muy grande no era de san Bartolomé pero lucho más que nadie por el municipio
Una pena muy grande no era de san Bartolomé pero lucho más que nadie por el municipio
Una gran pena fue un gran hombre
Una gran pena fue un gran hombre
El cambio de san bartolome a santa bartolome de ajey era una buena idea
Mi más sentido pésame fue una gran persona
Otra noticia que nos parte el corazón, Nunca quedará saldada la cuenta con Juan Antonio, de todo lo que ayudó al colectivo de uruguayos en Lanzarote desinteresadamente, hasta siempre Juan.

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