Ástrid, ni un día más la ciudad en tus manos (el árbol como pretexto)
Quienes creemos que Arrecife tiene unas posibilidades reales de cambiar su aspecto y que es extremadamente sencillo lograrlo; que arbolar la ciudad es uno de los mejores recursos para lograr una percepción diferente, observamos con perplejidad y con rabia que la alcaldesa no se haya dado cuenta de que las intervenciones que la empresa que realiza las tareas sobre el arbolado en la ciudad, PreZero, es un extraordinario disparate; que no es posible que especies distintas demanden iguales intervenciones y que esas actuaciones sean tan agresivas y destructivas. No sólo la alcaldesa como cabeza bien visible del gobierno municipal, sino todo el gobierno, cada una de las concejalías y cada asesor parecen mostrar una conformidad absoluta con estas acciones tan perturbadoras, tan degradantes para nuestro parque arbóreo y tan negativas para la imagen de las calles de la capital. Muestran, en tanto ciudadanos especialmente cualificados por su actividad pública, una sonrojante falta de criterio, de juicio crítico sobre una parte del espacio público que son responsables de gestionar.
No es que los árboles sean un asunto poco complejo, puede que no tanto como el área de sanidad, de residuos urbanos, de servicios sociales o de hacienda, pero de árboles, todos somos capaces de manifestar algo, ya sea que aportan o no sombra, que tienen o no un buen porte, que los maltratan con la tijera… En el equipo de gobierno se complacen de conocerse a sí mismos, y no van a dejar en evidencia a su jefa aunque esté en juego el bienestar de su vasta población, esa que existe esta semana porque en unos días, tras las elecciones, volveremos a la invisibilidad total. Ni Armando Santana, socio preferente y cómplice de la alcaldesa, candidato a NC va a criticar a quien le ha puesto los garbanzos en la mesa, porque, además, carece del más mínimo criterio.
Quienes llevamos años apreciando cómo han arraigado los árboles de la calle Méjico, no acabamos de entender la salvajada perpetrada, idéntica a decenas de árboles en toda la ciudad. Tampoco antes del mandato de Ástrid Pérez es que se hiciera muy bien, pero lo de su fin de mandato es de juzgado de guardia. La alcaldesa, que cobra de la caja pública, se caracteriza por hablar de todo y tener criterio sobre poquitos asuntos. Los árboles no son una de estos últimos. La calle Méjico, como muchas otras, es el escenario de la pelada de los árboles, dejando largos troncos con las copas a enormes alturas, lo cual hipoteca la función estética del árbol urbano, deja de proyectar sombra a los peatones y compromete la función de generar oxígeno a mansalva.
La alcaldesa ignora las prácticas recomendadas para las especies vegetales en los entornos urbanos. La alcaldesa no ha mostrado durante su mandato un rasgo de inteligencia, sólo hace gala de algunas habilidades que hay que reconocerle: se vende como lo que no es y ha podido sortear el conflicto que supone que la primera ciudadana sea tan poco ejemplar por las obras ilegales en su casa. Ganar la alcaldía a toda costa es la única opción de estar en el lugar adecuado para una resolución satisfactoria de sus intereses urbanísticos.
¿Te atreves a cogerme? es el título de su último panfleto de autobombo que no sé quien y con qué se paga, y que circula estos días. "Coger", en Argentina, no se usa ni para subirse a la guagua debido a su uso para mencionar el acto sexual. Es lo único jocoso de las cosas de la alcaldesa. De resto, todo es para echarse a llorar.
Comentarios
1 Zona azul Jue, 25/05/2023 - 10:33
2 Políticos Conejeros Vie, 26/05/2023 - 12:58
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