Cerca de 28.000 lanzaroteños son pobres. Así se refleja en la Encuesta sobre ingresos y condiciones de vida en los hogares canarios. Representan más de 10.000 hogares de la Isla que se encuentran bajo el umbral de la pobreza, un 18 por ciento de la población lanzaroteña. La pobreza severa alcanza a 5.000 de estas personas, con menos de 292 euros disponibles al mes para cubrir sus necesidades.

Según este estudio, elaborado por el Instituto canario de estadística (Istac) y difundido por el Centro de Datos, en la Isla se estima que hay 2.932 hogares que sufren una situación de pobreza severa, lo que supone el cinco por ciento de los hogares lanzaroteños, con una media de en torno a dos o tres miembros por familia. Unas cifras que evidencian un empeoramiento de la situación.

Tan sólo el programa de alimentos que coordina Cruz Roja alcanza a 6.000 beneficiarios en la Isla. Personas en situación de vulnerabilidad para las que la ONG ha iniciado el reparto de 157.000 kilos de alimentos que permitirán a las familias solicitantes cubrir sus necesidades alimenticias, con productos poco perecederos, durante tres meses.

Más datos. Entre 292 y 583 euros disponibles al mes, lo que se considera “pobreza moderada”, en el estudio se estima que hay en Lanzarote unas 22.812 personas y alrededor de 7.174 hogares. La Encuesta de ingresos y condiciones de vida evidencia que el 18,4 por ciento de la población lanzaroteña se sitúa bajo el umbral de la pobreza, prácticamente el doble que en el año 2001, cuando se contabilizaba sólo el 9,4 por ciento de la población.

Las cifras son ligeramente inferiores a la media de Canarias: en el conjunto del Archipiélago el 20,7 por ciento de la población subsiste con menos de 583 euros al mes. La diferencia entre Lanzarote y el resto de islas se traduce en el empeoramiento paulatino de las condiciones de vida. Así, la población canaria bajo el umbral de la pobreza en los últimos 17 años ha sido similar, en términos porcentuales, e incluso ha disminuido con respecto a hace cinco años, cuando se hizo el anterior estudio.

Sin embargo, en el caso de Lanzarote ha experimentado un notable incremento: del 9,4 por ciento de la población en 2001 al 14,3 por ciento en 2007, para aumentar hasta el 15,6 por ciento en 2013 y situarse en el 18,4 por ciento a finales de 2018.

Calor y Café

Sor Ana, de la ONG Calor y Café, acaba de ser designada Mujer Canaria 2019. Sor Ana dice que hay personas que “lo están pasando verdaderamente mal y, sin embargo, no piden ayuda o cuando lo hacen es como último recurso porque la familia ya no puede aguantar más”.

Calor y Café atiende a unas 25 familias lanzaroteñas mensualmente, mientras que al comedor, que ofrece servicio de cena para los más necesitados, acuden a diario entre 40 y 50 personas. También hacen entrega de lo que denominan “carro de emergencia”, con productos que permitirán poder alimentar a familias que, de manera puntual, acuden a pedir ayuda y del que suelen ser beneficiarios en torno a otros 25 hogares más.

Aunque Sor Ana habla de que la situación se ha agravado en los últimos tiempos con la entrega durante marzo y abril de hasta 58 “carros de emergencia” con comida para un mes. Para ello cuentan con la ayuda institucional del Cabildo de Lanzarote y con “la buena voluntad de mucha gente”, supermercados como Chacón, que a diario dona alimentos perecederos.

Algunos mayoristas también entregan los productos defectuosos para la venta pero en buen estado, como latas abolladas, o mercancía que no han podido comercializar, así como agricultores que aportan generosamente su producción.

Tras 30 años en la Isla, Sor Ana, afirma que “Lanzarote vive en una crisis permanente”, con efímeras alegrías de sus usuarios cuando consiguen un trabajo en el sector turístico que, al poco, tendrán que abandonar porque los datos de ocupación han descendido y son los primeros en ser despedidos por las empresas.

“Hostelería y turismo son sectores muy decepcionantes”, mantiene. Esto contribuye a que no exista estabilidad en el empleo y la renovación del personal es continua. “Poca gente logra estabilizar su vida en estos sectores”, enfatiza. También acuden foráneos a la llamada de un próspero turismo, cuyos beneficios no se ven reflejados en la generación de puestos de trabajo.

“Cuando llegan a la Isla lo pasan muy mal porque se dan cuenta de que no hay tanto trabajo como pensaban”, matiza Sor Ana. Asimismo, comenta que hay otros ciudadanos que se encuentran en situación irregular y que, a pesar de ello, encuentran empleo y puedan enviar dinero a sus familias y salen adelante. “En estos casos, la economía sumergida soluciona la vida trágica a las personas. Pero no creo que España vaya a reflotar de esta manera”.

Cruz Roja

Por su parte, Cruz Roja cuenta con otro frente de ayuda para las familias desfavorecidas. En la actualidad se encuentra en marcha el programa de distribución de alimentos correspondiente al segundo cuatrimestre del año en el que repartirán más de 157.000 kilos de alimentos en Lanzarote a personas vulnerables, dentro de un plan de ámbito nacional en el que alcanza los 13,5 millones de kilos. Este programa está cofinanciado en un 85 por ciento por el Fondo de ayuda europea para las personas más desfavorecidas (Fead) y en un 15 por ciento por el presupuesto nacional.

La distribución de los alimentos la llevan a cabo Cruz Roja Española y la Federación Española de Bancos de Alimentos, un 50 por ciento cada organización. La ONG se encarga de entregar estos productos a la decena de organizaciones y asociaciones que están integradas en el programa que serán las responsables de hacer llegar la ayuda a los alrededor de 6.000 solicitantes en situación de vulnerabilidad que se contabilizan en la Isla.

El objetivo es que quienes reciban la ayuda puedan preparar fácilmente una comida completa para una persona o para una familia con varios miembros, incluidos bebés. Los alimentos son de carácter básico, poco perecederos, de fácil transporte y almacenamiento que permitirán alimentar a las familias beneficiarias durante varios meses, hasta que se ponga en marcha el siguiente programa de reparto.

Los alimentos que se entregan son: garbanzos cocidos, pasta alimenticia, macedonia de verduras en conserva, pera y macedonia de frutas en conserva, atún y sardinas en conserva, conserva de cerdo (magro), batidos de chocolate, arroz blanco, leche UHT, tomate frito, galletas, tarritos infantiles de fruta y de pollo, y aceite de oliva.

Además, la entrega de alimentos va acompañada de otras muchas acciones en materia de emergencia social y medidas de acompañamiento, dirigidas a favorecer la cobertura de las necesidades básicas y la inclusión social de estas personas que tienen escasos recursos económicos.

Al respecto, Tamar Luis, presidenta de la Asamblea de Cruz Roja en Lanzarote y Yéssica de León, responsable de Intervención Social, destacan que a lo largo del año se llevan a cabo otros proyectos que posibilitan también el pago de alguna mensualidad de alquiler o suministros a las familias sin recursos, así como el reparto de tarjetas de alimentos y entrega de productos de higiene para bebés.

El perfil de estos beneficiarios es el de parados de larga duración con difícil acceso al mercado laboral “con el peligro de que la situación se cronifique en el tiempo”, señalan. En su opinión, a pesar de la bonanza económica que se empeñan en destacar las patronales, la realidad es que continúan presentándose solicitudes de ayuda y las personas siguen llamando a la puerta de la ONG “para poder salir adelante”. Familias que han demostrado que cumplen con todos los requisitos para ser consideradas en riesgo de exclusión social y vulnerables.

Para los más pequeños de estas familias en edad escolar han iniciado un programa de formación que se encuentra en su primera fase, consistente en contactar con los colegios para sondear cuántos menores cumplen el perfil de vulnerabilidad de cara a activarlo con el inicio del nuevo curso, en septiembre.