Tras haber solicitado una reunión para que se les informe sobre la situación actual de la red de saneamiento, y no haber obtenido respuesta, varios vecinos de la isla de La Graciosa han vuelto a dirigirse a las administraciones competentes para que atiendan su petición.

“Como es sabido, la obra de la red de saneamiento se inició en 2016 y se paralizó en 2018 porque el Tribunal de cuentas no consideraba justificada la emergencia con la que había tramitado”, señalan en su comunicado.

Tras años de espera, hace unas semanas el Gobierno de Canarias declaró esta obra como de interés regional y actualmente se está a la espera de los informes sectoriales necesarios para llevar adelante el proyecto.

Entre tanta burocracia, la situación actual de los vecinos afectados sigue siendo que sus pozos se llenan con frecuencia y que son ellos los que tienen que asumir los gastos de su vaciado. Hay que recordar además que, aun tratándose de un parque natural, el llenado de estos pozos sigue produciendo un impacto ambiental por sus vertidos al entorno.

Por parte de estos vecinos lo que se solicita, en tanto en cuanto no se realice la obra, es que las administraciones se hagan cargo de la limpieza de los pozos, “puesto que es competencia de estas que la isla de La Graciosa cuente con un servicio de saneamiento adecuado”, concluyen.