La empresa Ramrey Energy ha solicitado autorización al Gobierno de Canarias para llevar a cabo una investigación de energía geotérmica de alta entalpía en el municipio de Yaiza.

Se trata de determinar si existe un recurso geotérmico en el subsuelo del sur de Lanzarote, de temperaturas superiores a los 150 grados.

“Siempre se había supuesto que las anomalías térmicas de la zona de Timanfaya eran únicas, pero hay serios indicios de que tienen mucha mayor extensión”, señala la compañía en la solicitud.

“Nuestros equipos de trabajo han descubierto, vía satélite en banda infrarroja, una importante presencia de anomalías térmicas fuera del perímetro del Parque Nacional”, asegura la empresa, con sede en Tenerife.

Así, indica que “por algunos indicios geofísicos y resultados de modelos numéricos preliminares” se supone “que en algunas zonas el magma se halla muy cercano a la superficie”.

Si esto es cierto, “y el objetivo de este permiso de investigación es verificarlo”, la empresa asegura que “la potencialidad geotérmica de las Islas Canarias, que ahora debería comenzar a investigarse mediante sondeos profundos, puede dar un importante giro”.

La zona a investigar se sitúa en el municipio de Yaiza y alcanza los 76,25 kilómetros cuadrados. La empresa apunta que ha procurado “restringir al máximo la zona a prospectar respecto a la Red Natura 2000”.

Añade que la investigación geofísica a realizar “no comporta ninguna alguna alteración sobre el medio ambiente, pues se trata únicamente de apoyar los aparatos registradores en el suelo”. También se utilizarían satélites.

La zona a investigar en Yaiza alcanza los 76,25 kilómetros cuadrados

No obstante, aclara que “si los resultados geofísicos lo aconsejaran, las anomalías térmicas podrían verificarse con algún sondeo de reconocimiento de 100 a 200 metros de profundidad y pequeño diámetro, entre 70 y 101 milímetros, con el fin de poder introducir una sonda y medir su perfil térmico”. Una vez finalizada esta operación, “se cementaría el sondeo y se restituiría el terreno”.

El presupuesto del proyecto de investigación, que está en manos del departamento de Minas de la Consejería de Industria del Gobierno de Canarias, asciende a unos 255.000 euros, “sin contar con el coste de los posibles sondeos termométricos”.