La última intervención del presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, en el Debate sobre el estado de la Isla la ha utilizado para arremeter contra la oposición, especialmente PP y PIL, y contra los consejeros ‘díscolos’ de CC, Sergio Machín y Mónica Álvarez, a quienes acusó de haber montado un “circo” al dejar al grupo de gobierno en minoría.

San Ginés intervino para echar en cara a PP y PIL la iniciativa que presentaron para prescindir de tres directores insulares, su jefe de gabinete y seis cargos de confianza, que rechazó por “no cumplir los requisitos” del debate. Dijo que cuando gobernaban juntos en el pasado mandato había un gasto mayor en este tipo de personal que en la actualidad.

A los consejeros nacionalistas ‘rebeldes’ advirtió que, en el caso de que en el siguiente pleno apoyen planteamientos de la oposición como éste, no sólo consumarían una “traición” a CC sino que irían “contra sus propias decisiones” anteriores, “confirmando que lo harían por una miserable vendetta personal, en la que serían capaces de arrastrar la poca dignidad que les queda”.

“De hacerlo”, añadió, “lejos de hacerlo en conciencia”, como ambos han asegurado públicamente que emitirán sus votos, “demostrarían que carecen completamente de ella”. El presidente hizo una cerrada defensa de los cargos de confianza, “un plantel de magníficos profesionales y técnicos que nos están ayudando a cumplir nuestro objetivo”, dijo.

"Serían capaces de arrastrar la poca dignidad que les queda"

San Ginés también cargó contra la oposición por forzar la convocatoria del Debate sobre el estado de la Isla, que según el reglamento del Cabildo es obligatorio una vez al año, aunque de manera voluntaria no lo había celebrado desde que es presidente en 2009. Dijo que su “única intención” es “aprovechar este momento de debilidad” y les acusó de estar “sumidos” en una “enorme mediocridad política”.

“Pretenden, al abrigo de este fraude democrático, lo que no lograron en las urnas”, afirmó en referencia a PP y PIL, mientras que de los consejeros ‘díscolos’ agregó que se creen “con derecho” a perpetrar “este fraude” y producir una “parálisis insular”, que “al parecer se avecina”, dijo. Sin embargo, acto seguido apostilló que está “casi convencido de que no va a tener lugar”, lanzando un “mensaje de tranquilidad” a los ciudadanos de Lanzarote.

“Contubernio pergeñado” en su contra

El presidente atribuyó su situación de minoría a “un contubernio pergeñado desde la oposición, desde un sector residual de CC y de otro sector residual pero creciente del PSOE, cuyo “único objetivo” es “derrocar la figura de la presidencia de la Corporación”, dijo en alusión a sí mismo.

Además, consideró que detrás se encuentran “unas encuestas” que le consta que “manejan” sus “adversarios políticos”. “El tiempo me va dando la razón en el pronóstico, aunque no lo reconozcan”, afirmó el presidente durante su intervención final.

“Destápense, pongan las cartas boca arriba”

San Ginés también exigió a la oposición y a los consejeros ‘rebeldes’ que expliquen “cómo salimos de esta situación”. Descartó una “moción de censura” porque, afirmó, “la oposición ni puede ni quiere ponerla, como han dicho públicamente”.

Del PSOE dijo que se “cree” que va a garantizar la “estabilidad en el pacto” y que “no habrá cambios de gobierno aunque quisiera la oposición”. “Le pueden explicar al los ciudadanos cuál es la salida, destápense, pongan las cartas boca arriba”, instó el presidente a la oposición y a los ‘díscolos’, “porque a lo mejor se llevan una sorpresa”.