El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, han participado este sábado por la mañana en Lanzarote en un acto de homenaje al escritor José Saramago, cuando se cumplen 20 años desde que le fuera concedido el Premio Nobel de Literatura.

“Saramago encontró en la belleza única de Lanzarote la inspiración y paz”, afirmó Sánchez durante su intervención en A Casa, la sede de la fundación del escritor en la Isla, ubicada en Tías, en la que recordó los 25 años de Lanzarote como Reserva de la Biosfera.

El presidente del Gobierno aprovechó para reivindicar el “proyecto ibérico”, de cooperación entre España y Portugal, que “tanto reclamó Saramago”, dentro de una Europa más unida. “Con Saramago”, dijo Sánchez, “conocimos mejor a Portugal pero también nos conocimos mejor a nosotros”. También resaltó el “compromiso” del escritor con “causas universales” y su figura no solo como un “escritor excepcional” sino como un “referente moral”, especialmente para España y Portugal.

Con el acto de este sábado en Lanzarote, se honra “al creador” y “también al hombre”, añadió el presidente del Gobierno, de quien la esposa del escritor, Pilar del Río, recordó que había visitado la sede de la fundación en Lisboa “y le llevó flores a Saramago”. Sánchez destacó del escritor que era un “ser humano íntegro”, que “no se refugió en torres de marfil” sino que se “implicó en debates muy sensibles” desde una postura de defensa de la “justicia social”.

En ese sentido, el presidente dijo que Saramago hoy les pediría que “estuviéramos con los más débiles y que tuviéramos una mirada crítica” hacia el mundo, además de que “tomemos partido” ante desafíos como la conservación del medio ambiente o la lucha para frenar el cambio climático. Del escritor, Sánchez dijo que era el exponente de un “nuevo humanismo” frente a discursos actuales en los que predomina “la exclusión y el odio”.

Antonio Costa y Pilar del Río.

Por su parte, el primer ministro de Portugal afirmó que “Lanzarote es toda una metáfora” de cómo la gente puede “vencer las distancias” y “acercar” a dos países, y añadió que Saramago era un “referente” de la “unión” entre los dos países. Pilar del Río desveló que Antonio Costa, que también fue alcalde de Lisboa, fue “la primera persona” a la que se le comunicó el fallecimiento del escritor.

Del Río subrayó que “desde la balsa de piedra de Lanzarote, la tierra de César Manrique” se ha defendido “el desarrollo sostenible, la educación y la cultura para todos”, y añadió que la Isla “se salvó” por la “acción y el pensamiento” del artista lanzaroteño. “Mantener su espíritu es señal de inteligencia y elegancia”, recalcó.

Un Nobel “de todos”

La esposa y traductora de Saramago rememoró que cuando el escritor recibió el premio Nobel se extendió una sensación de “alegría” y de que era un galardón de "todos", “compartido” por su entorno, de tal manera que en alguna ocasión el autor tuvo que recordar de forma irónica que “se lo habían dado a él”. Del Río contó la anécdota de cómo el periodista y escritor Juan Cruz “acabó secuestrando a Saramago” que el entonces presidente del grupo Prisa, Jesús Polanco, llegó a decir en público: “Premio Nobel de este año, Juan Cruz, recoge José Saramago”.