La travesía a nado del Río es un gran acontecimiento que congrega cada año a varios miles de personas en La Graciosa, pero no todo el mundo sale beneficiado. Los restauradores de Órzola (Haría) se quejan del estado en que queda todo el fin de semana el pueblo, que se convierte únicamente en un aparcamiento para La Graciosa y apenas se acaba beneficiando del trasiego de esas miles de personas.

En anteriores ocasiones, el Ayuntamiento de Haría dispuso de dos personas para organizar el aparcamiento, peor este año, según las fuentes consultadas por DiariodeLanzarote.com,  no ha sido así. Tampoco se ha habilitado una zona o un solar de aparcamiento y el pueblo, desde la entrada hasta el muelle queda abarrotado de vehículos.

“Si no hay aparcamiento libre no viene nadie a comer”, se queja el dueño de uno de los restaurantes de Órzola. Algún establecimiento incluso cerró para evitarse las molestias. Hace varios meses algunos restauradores avisaron al Ayuntamiento de lo que iba a ocurrir si no se tomaban medidas y se ordenaba el tráfico pero no ha servido de nada. 

El problema no se ciñe sólo al sábado sino que el pueblo se mantiene abarrotado de coches durante todo el fin de semana, de las personas que se quedan alojadas en Caleta de Sebo. Lo mismo ocurre durante las fiestas del Carmen en La Graciosa.

“Están hundiendo el pueblo”, denuncia un comerciante

“Están hundiendo el pueblo”, señala este comerciante que se queja de que el pueblo norteño se está convirtiendo en un parking para La Graciosa y que el Ayuntamiento no adecenta el pueblo para intentar que se queden parte de los 200.000 viajeros que cada año cruzan el Río. También se queja de las molestias del aumento de tráfico en el puerto y del ruido, que tiene un barco cada media hora.