Una investigadora británica, con el apoyo de Desert Watch, publica un artículo científico que “abre nuevas vías sobre el comportamiento de los córvidos y lo inteligentes que son”
Relaciones inauditas: los cuervos, las latas de cerveza y El Jable
Una investigadora británica, con el apoyo de Desert Watch, publica un artículo científico que “abre nuevas vías sobre el comportamiento de los córvidos y lo inteligentes que son”
“La evidencia inicial sugiere que los cuervos solo perforan latas que consideran relevantes en términos de adquisición de alimentos, siendo las latas de cerveza el enfoque más común de los comportamientos observados, posiblemente vinculado a estímulos olfativos, el movimiento de la lata o comportamiento aprendido”.
No queda claro si a los cuervos les gusta especialmente el olor de la cerveza o es que se aprovechan de que las de cerveza son las latas que más fácilmente se pueden encontrar en el campo. Ese párrafo inicial pertenece a un artículo científico titulado Identificación de un nuevo comportamiento de manipulación de latas en el Cuervo común (corvus corax) y publicado en la revista Bird Journal, dirigida a expertos y aficionados a las aves.
El artículo, a su vez, corresponde a una investigación de Rebeca Dickinson, una alumna de postgrado de la Universidad de York (Reino Unido) sobre el comportamiento de los cuervos en El Jable de Lanzarote. El resumen sencillo es que esta investigación “abre nuevas vías sobre el comportamiento de los córvidos y lo inteligentes que son”, en palabras de la propia investigadora. Pero es algo más complejo.
La investigación tiene un antecedente. La asociación Desert Watch trabaja desde hace años en esta zona tan peculiar de la Isla observando el comportamiento de las aves y haciendo campañas de limpieza, entre otras funciones. Los voluntarios observaron que aproximadamente un tercio de las latas que recogen en sus campañas estaban abiertas o picadas por los cuervos. Ese porcentaje, según dice Carmen Portella, de la asociación, ahora se ha duplicado. A partir de esa información, Rebeca Dickinson se interesó en estudiar ese comportamiento.
Para conocer los hábitos de los cuervos, su motivación y su relación con las latas, la investigación puso en marcha un sistema de cámaras. Se colocaron cinco cámaras durante un período de seis meses, con tres latas de aluminio ubicadas en cada lugar. Una de las tres estaba cebada con carne y huevos, imitando un sustrato de alimentación silvestre. La investigación se completó con observación humana, por parte de voluntarios, durante el mismo período de tiempo y en las mismas ubicaciones. Los avistamientos de cuervos están relacionados con las áreas habitadas por humanos y con las áreas agrícolas, aparentemente vinculadas a la adquisición de alimentos.
Partieron de la hipótesis de que habría una diferencia significativa en los comportamientos de los cuervos identificados a través del uso de trampas de cámara frente a la observación humana y que los cuervos podrían tener una preferencia identificable por diferentes tipos de latas en sus interacciones. La motivación de los cuervos para gastar energía en abrir las latas podría ser su contenido: carne y huevos si el cuervo selecciona una lata del estudio o insectos y reptiles que migran a latas no estudiadas.
Se colocaron cinco cámaras, con tres latas de aluminio ubicadas en cada lugar
Los comportamientos de los cuervos con las latas y lo que hacen con ellas (interacción, manipulación, mirar dentro de ella o picotearla) se captaron mucho mejor con las cámaras, obviamente, pero la observación humana permite completar la información de los comportamientos en el entorno. En definitiva, se ve un mayor número de cuervos a ojo que con la cámara.
El cuervo común es una especie territorial, pero también altamente social. “Tienen un largo período de desarrollo socio-cognitivo y se piensa que su naturaleza altamente social y complejas relaciones sociales ayudan al desarrollo del aprendizaje social e individual, la exploración de objetos novedosos y aspectos atencionales”, señala el estudio. Es decir, que innovan en la búsqueda de alimento e inventan nuevas técnicas.
Las trampas de cámara, según dice el estudio, son un método no invasivo de monitoreo de fauna silvestre y causan una perturbación mínima: pueden grabar las 24 horas del día, pueden dejarse sin supervisión durante semanas y permiten detectar especies y comportamientos esquivos. Después, se recogen las latas y los datos de las cámaras los evalúa un observador humano además de hacer un registro del estado de cada lata, su método de apertura y su ubicación. Hubo 146 horas de observación humana a lo largo de 28 sesiones de observación, y se registraron 229 horas de datos de trampas de cámara en 23 sesiones.
Se identificaron diez comportamientos distintos en los cuervos, desde aterrizar, picotear en el suelo o caminar, aunque los más comunes fueron la vigilancia de la lata y su manipulación. “Se observó una evidencia de un nuevo comportamiento de perforación de latas por parte de los cuervos predominantemente a lo largo de la región del cinturón de arena de la isla”, dice el estudio.
La mayoría de las latas recogidas tenían un agujero grande en un lado de la lata, un pequeño desgarro en otro lado y un gran desgarro en el centro. Hasta ahora, esos comportamientos novedosos de manipulación de las latas no habían sido reportados previamente en la literatura sobre córvidos aunque ya se sabía que “los córvidos pueden converger sus ojos para mirar de cerca un objeto y luego usar sus picos para manipular el objeto picoteando o sondándolo”.
“Los comportamientos demostrados por los cuervos incluyen interacciones sociales sofisticadas, como mantenerse vigilantes por la seguridad del grupo. El comportamiento visto en este estudio es una indicación de que, aunque un individuo estaba manipulando y mirando dentro de una lata, también estaba atento a su entorno, como se esperaría en una posición basada en el suelo potencialmente vulnerable”.
Por otra parte, el comportamiento de apertura de latas “no parece constituir un uso de herramientas. Los cuervos se alimentan de animales vivos, carroña y huevos y de manera similar a la apertura de huevos usando sus picos. Parece que los cuervos han generalizado este comportamiento a la perforación de latas de aluminio para extraer presas o alimentos que hay dentro”.
Hará falta una investigación adicional para determinar, entre otros aspectos, si el tipo de perforación de la lata es indicativo del tipo o tamaño de la presa que contiene, pero parece que los cuervos no trabajan en balde. “Este estudio sugiere que la población de cuervos comunes en Lanzarote está perforando selectivamente solo las latas con una cantidad suficiente de alimentos dentro que merecen el esfuerzo fisiológico”.
La autora considera que el estudio sería más completo si la observación se alargara durante un año y así podría facilitar la investigación sobre “los comportamientos en relación con los mecanismos evolutivos, la adaptabilidad cognitiva y el aprendizaje social”.
El estudio también resalta el efecto de los desechos humanos en el comportamiento
Los datos de este estudio también resaltan el efecto de los desechos humanos en el comportamiento y potencialmente en la salud de la fauna silvestre. El estudio también identificó reptiles, como lagartijas, intentando entrar en las latas, lo que ha sido reportado como una estrategia de supervivencia, de búsqueda de refugio, no de alimentación. “Alternativamente, esto podría indicar que las sensibles capacidades olfativas de las lagartijas con su gusto combinado podrían haberlas atraído a las latas de manera similar a los cuervos”, dice el estudio.
“El objetivo principal de este estudio fue explorar el uso de la tecnología de trampas de cámara para detectar comportamientos de interacción con latas previamente reportados de manera anecdótica y extrapolar las posibles motivaciones para estos comportamientos. Al hacerlo, este estudio ha identificado un interesante y novedoso comportamiento de manipulación de latas por parte de la población de cuervos en El Jable y ha considerado las posibles motivaciones de su comportamiento, destacando la evaluación de latas por parte de los cuervos y su posterior proceso de toma de decisiones para manipularlas, abrirlas y obtener alimentos, basándose en el trabajo de autores anteriores”, añade.
“Se justifica una investigación adicional sobre las motivaciones específicas detrás de este comportamiento y cualquier evidencia de uso de herramientas. Además, este estudio ha resaltado una disparidad en el tipo y la cantidad de datos recopilados a través de la tecnología de trampas de cámara en comparación con las observaciones manuales humanas, proporcionando información sobre estrategias metodológicas óptimas para estudios futuros”, concluye.
Por otra parte, hay una gran cantidad de investigaciones sobre poblaciones de cuervos en cautiverio, pero los datos de cuervos salvajes son escasos. Además, queda mucho por conocer de la vida silvestre que existe dentro de los ecosistemas de la isla y “aunque la isla es escasa en vegetación, sigue siendo un sitio importante para las poblaciones de aves y ha demostrado ser un destino perfecto para la observación de aves debido a su singularidad”.
Estudiantes
Portella señala que el estudio no solo es importante por la información científica que se obtiene, sino que también lo es para los estudiantes que colaboran como voluntarios con Desert Watch. Algunos son alumnos en prácticas del CIFP Zónzamas del Módulo de vigilancia ambiental. “Recibieron formación en el manejo de cámaras trampa y aprendieron cosas interesantes sobre la fauna de El Jable, además de practicar inglés”, destaca. Los voluntarios siguen haciendo limpiezas y registrando las latas, los animales que hay dentro de ellas y las que abren los cuervos. Todas esas actuaciones están recogidas en ‘El proyecto en lata’.
Comentarios
1 Anónimo Lun, 22/04/2024 - 08:19
2 Desert Watch Lun, 22/04/2024 - 16:21
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