Los tapones de Francisco: recoge plástico con fines solidarios y limpia solares en Haría
En su garaje de Punta Mujeres, Francisco Perdomo acumula 111 cajas apiladas que contienen miles de tapones de plástico. Algunos los recoge de más de cien empresas y particulares que los reciclan para entregárselos y otros los obtiene de los contenedores del municipio de Haría. Se lleva las botellas y las garrafas, les quita los tapones y las anillas y las devuelve después al contenedor.
De lo que recoge también selecciona lo que vale y lo que no, porque a veces la gente incluye materiales que no sirven. Los tapones son de un plástico duro que se recicla, y con los beneficios de su venta se compran sillas de ruedas adaptadas para niños y jóvenes con “necesidades especiales”, puntualiza.
Los que recoge ahora están destinados a Ángel, un joven de Tinajo de 21 años. Antes estaban destinados a Sofía y después estarán destinados a otros. Francisco, que es muy metódico y apunta todo a boli en unas hojas bajo el encabezamiento 'Historial taponero', empezó a acumular tapones de forma sistemática el 15 de enero de 2012.
Hasta la fecha en que se hizo el reportaje había recogido 5.825 kilos, o lo que es lo mismo 3,3 kilos al día, que traducido a unidades son 3.025.146 tapones. Cuando acumula una gran cantidad, cada dos o tres meses, los mete en sacos de los que se usan en la construcción y los lleva al puerto, junto a los padres de Ángel. Los envían a la Fundación Iraitza, que creó Jessica Benítez para recoger tapones para su propia hija.
Los tapones se los transporta de forma gratuita la empresa Martínez Cano y llegan hasta Telde, a una empresa de reciclaje que paga 175 euros por tonelada y que guarda una factura proforma de la silla que se quiere comprar. Cuando se llega a esa cantidad, al importe exacto, se entrega un vale y se compra la silla. Algunas sillas han tardado más de cuatro años en conseguirse. Para entregar tapones se puede llamar al teléfono 686725153.
Caminar y limpiar
Francisco trabajaba como auxiliar administrativo en una empresa de construcción, pero ya está jubilado, y también tiene otras formas de ocupar su tiempo. Creó, junto con otros voluntarios, en el año 2002 la Brigada ecológica en Haría, que se acabó disolviendo, pero él sigue con esa labor. Se dedica a limpiar el municipio. Limpia solares, márgenes de carreteras, parques y jardines. También recicla cantidades de pilas y de productos de farmacia.
“Me da igual quién sea el dueño, no pregunto si es rico o pobre o de quién es”, dice sobre los solares. Ahora está limpiando de aulagas los márgenes de la carretera de Jameos y acumula las aulagas en un solar, a la espera de que el Ayuntamiento le ceda una bandeja. “Es lo único que me dan, ni unos guantes”, dice.
Para Reyes pide ese tipo de cosas: guantes y utensilios para limpiar. Además es voluntario de la 'Cochinilla trail' y limpia los senderos por los que corren los participantes. Esa actividad frenética, ese no quedarse quieto, empezó cuando le diagnosticaron diabetes. Francisco es un caminante irredento. En 1999 comenzó a hacer el Camino de Santiago y lo hizo durante diez años seguidos. También recorrió varias veces la Isla de Lanzarote a pie y en una ocasión, la de Fuerteventura, en un paseo que duró casi dos días enteros sin parar.
Comentarios
1 anonimo Vie, 09/12/2016 - 08:32
2 anonimo Vie, 09/12/2016 - 22:39
3 Andrés el chasli Sáb, 10/12/2016 - 09:36
4 Andrés el chasli Sáb, 10/12/2016 - 09:38
5 Manuel Martínez... Sáb, 24/09/2022 - 04:21
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