El nuevo presupuesto del Gobierno de Canarias ya está sobre la mesa y vuelve a incluir una serie de inversiones en materia de carreteras en Lanzarote que no han pasado el filtro de un debate previo. El Cabildo ha ido retrasando una fase de participación ciudadana pese a los reiterados anuncios del presidente Oswaldo Betancort. Y actores sociales de relevancia, como la Fundación César Manrique, han argumentado que el enfoque en el diseño de la red de carreteras de la Isla es erróneo y atenta contra la conservación del territorio.

Así, de la nueva autovía LZ-5, de la duplicación de la LZ-40 o de la “macrorrotonda” en la entrada de Arrecife desde el sur, la entidad presidida por José Juan Ramírez critica que son proyectos que se plantean “sin contemplar la capacidad de carga máxima que tiene el territorio” en Lanzarote, sin considerar “límites” al crecimiento del uso del automóvil o “sin respetar los valores paisajísticos” de la Isla.

Reducción en el presupuesto. El borrador de las cuentas de la comunidad autónoma para 2025, que ha empezado su tramitación en el Parlamento de Canarias, recoge apenas 8,7 millones de euros en inversiones en materia de carreteras en Lanzarote. La cifra supone una reducción del 35 por ciento respecto al ejercicio 2024. No obstante, todo hace indicar que un pequeño porcentaje de los proyectos contemplados se ejecutarán en 2025.

La duplicación de la carretera LZ-40, conocida como carretera de Las Playas, entre el Aeropuerto César Manrique y la rotonda del Toro en Puerto del Carmen, se encuentra más avanzada y tanto en el Cabildo como en el Ayuntamiento de Tías dan por hecho que se adjudicará en 2025, aunque todavía no ha salido a licitación ni consta la aprobación definitiva del proyecto. En el presupuesto se reservan 4,1 millones de euros, pero el coste real multiplica esa cantidad casi por nueve.

El equipo de la Consejería que impuso la autovía exterior LZ-5 en Lanzarote, en Tenerife descartó el modelo

La FCM presentó alegaciones a esa autovía, que aprovecharía en su mayor parte el actual trazado de la carretera de dos carriles, a lo largo de unos ocho kilómetros. De entrada, señala que carece de apoyo en la planificación vigente: se llegó a dibujar en la revisión del Plan Insular de Ordenación (PIO) encargado a José María Ezquiaga, que no pasó del documento de avance y se archivó hace dos años. También resalta que en el último tramo, desde el enlace a Tías, junto al campo de golf, hasta el enlace a Mácher y Puerto Calero, circulan menos de 8.000 coches al día, una cantidad pequeña para ejecutar una autovía.

Además, la FCM se adelanta a lo que puede suceder en el futuro: la autovía de Puerto del Carmen “abre expectativas de nuevas urbanizaciones y carreteras”. La Fundación resalta que si no existiera la intención de “continuar la autovía por la vega de Mácher no se pretendería llegar” con cuatro carriles y una vía rápida hasta “sus puertas”, pese a que “el tráfico decae a partir del enlace del Rancho Texas”.

Trazado de la LZ-5, a lo largo de más de ocho kilómetros por suelo rústico.

Descartar la LZ-5. Sin duda, el proyecto más polémico en el que trabaja el Gobierno de Canarias es el encargo efectuado al final de la pasada legislatura por 1,1 millones de euros a José Francisco Henríquez, que fue consejero autonómico de Política Territorial con el PSOE. En el presupuesto del próximo año aparecen 321.000 euros para el proyecto. La nueva autovía, entre el Aeropuerto César Manrique y Arrecife, supondría la eliminación de al menos 345.800 metros cuadrados de suelo rústico virgen a lo largo de ocho kilómetros.

Ya el año pasado, la FCM envió una carta a la presidencia del Gobierno de Canarias y al Cabildo de Lanzarote en la que expresaba “su oposición a la nueva autovía” y reclamaba “la retirada del proyecto”. En 2024, la entidad presidida por José Juan Ramírez ha elaborado un informe desfavorable sobre la denominada LZ-5, que “se aleja drásticamente del enfoque” que debería tener la movilidad en la Isla, tanto desde el punto de vista “territorial, como social, ambiental y económico”.

La Fundación César Manrique ha pedido a Gobierno de Canarias y Cabildo que abandonen la idea de la LZ-5

El tramo de la actual LZ-2 a su paso por Playa Honda es el punto con mayor intensidad de tráfico de la Isla. Se estiman unos 70.000 vehículos al día, algo menos de la mitad del parque móvil insular. La toma de decisión de la solución viaria por el anterior Ejecutivo regional estuvo manipulada: en los dos estudios previos que se hicieron, el criterio medioambiental pasó de valorarse con tres puntos a solo dos, mientras que los aspectos técnicos y económicos se incrementaron en sentido inverso.

De no haberse modificado la forma de puntuar, la nueva autovía por suelo rústico habría obtenido casi tres puntos menos que la alternativa de soterramiento: 59,8 frente a 62,4. La alteración de los baremos hizo que la autovía quedara por encima del resto de alternativas, aunque fuese por escaso margen, por poco más de medio punto.

Sin embargo, el mismo equipo técnico y político (el técnico José Luis Betancort, de la Consejería de Obras Públicas, y los entonces director general y consejero, José Luis Delgado y Sebastián Franquis) que apostó por una autovía de nuevo trazado en Lanzarote, aunque no estuviese recogida ni en el Plan Insular ni en los planeamientos municipales de San Bartolomé y Arrecife, en la misma época descartaba por “dificultades ambientales” una circunvalación en el sur de Tenerife, contemplada en su Plan Insular, y modificaba el convenio de carreteras entre Canarias y el Estado para ejecutar un soterramiento en Las Américas por 107 millones de euros.

La manipulación de los baremos dio la máxima puntuación a la autovía entre Playa Honda y Arrecife por suelo rústico

Condiciones para el debate. El pasado mes de junio estaba previsto que se celebrara un Consejo de la Reserva de la Biosfera, el principal órgano de participación ciudadana con el que ha contado la Isla. La intención del presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, era que se analizaran los proyectos de futuras carreteras, entre ellos la polémica autovía LZ-5. El vicepresidente Jacobo Medina, que ostenta la Consejería insular de Obras Públicas, forzó la desconvocatoria, según las fuentes consultadas.

A finales de agosto, en una visita del titular autonómico de Obras Públicas, Pablo Rodríguez, Betancort volvió a insistir en que se desarrollaría un debate en el seno de la Reserva, que auguró que se produciría en “septiembre u octubre”. En pleno mes de noviembre todavía no consta convocatoria.

El Cabildo sigue sin abrir el debate sobre el modelo viario en la Isla pese a haber anunciado que lo haría en el Consejo de la Biosfera

El presidente se quejaba en verano de que en el pasado mandato, con Dolores Corujo al frente de la Corporación insular, se había “vetado la participación”. Según su criterio, decía en la visita de Pablo Rodríguez al falso túnel de Playa Honda, la “obligación” del Cabildo es conocer la opinión de las entidades y colectivos vinculados a la preservación del territorio, aunque la decisión final sea “técnica”. En principio, existe una tendencia a rechazar proyectos que impliquen el consumo de suelo, lo que pone en la picota nuevos trazados como la LZ-5.

Si Oswaldo Betancort mantiene lo plasmado en su programa electoral, en el que apostaba por la otra alternativa, la nueva autovía entre Playa Honda y Arrecife habría muerto antes de nacer. ¿Qué margen de maniobra tiene el presidente?  Bastante reducido: desde el ámbito social, pronunciamientos como el de la FCM empiezan a marcar líneas rojas en cuanto a nuevas infraestructuras, en el Gobierno aspiran a concretar a qué tipo de proyectos le daría el visto bueno el Cabildo, y el PP tiene la obra pública como bandera política en la Corporación insular.