“Llegas con un ataque de ansiedad, hiperventilando, llorando y te ponen en una silla en la sala de espera porque no hay otro sitio, y por ahí pasa todo el mundo y te ve todo el mundo”. Lo cuenta una enfermera de Urgencias del Hospital José Molina Orosa, de Lanzarote. “Es triste que un paciente que tiene estas necesidades esté junto al resto”, añade. “Si estás vomitando y no es agradable estar junto con los demás usuarios, imagínate si estas llorando...”.

En el Hospital Doctor Negrín sí que existe una Subunidad en el servicio de urgencias para pacientes que necesitan atención psiquiátrica. En Lanzarote y en Fuerteventura, no. Los pacientes que precisan este tipo de atención tienen que esperar junto al resto. Y si ya es horario de tarde o de noche y no hay psiquiatra de guardia, lo que se hace es sedar al paciente y en ocasiones amarrarlo para evitar que se autolesione o que se ponga violento. “Y eso pasa todos los días”. Señala que en todas las guardias siempre hay alguien atado. “Para sujetarte te tienen que sedar. Si vas con la sensación de que te persiguen y además te atan, imagínate”. “Se seda con mucha facilidad”.

Hay pacientes que han esperado hasta 24 horas en Urgencias porque se les seda y después hay que aguardar a que se despierten. Otros pacientes acaban por marcharse. “Los ponemos en un sitio que los podemos ver mientras hacemos otras cosas, pero no puedes ser la policía de un paciente para evitar que se vaya”.

El problema no es solo el lugar, sino también los recursos humanos: la atención por parte de un psiquiatra. “Si hay camas libres, los podemos poner ahí, pero al final están ocupadas casi siempre por pacientes psiquiátricos que no necesitarían cama como la puede necesitar alguien con una lumbalgia o un cólico, por ejemplo”, dice esta enfermera.

Y hay otro factor preocupante: “Hay muchísima gente joven, incluso menores de edad. La otra noche en solo media hora vinieron dos personas jóvenes con intentos de autolisis”, explica. La Asociación Española de Pediatría alerta de las consecuencias de la pandemia, sobre todo en adolescentes, y destaca que se han ingresado hasta cuatro veces más pacientes en las unidades de psiquiatría infantil que antes de la primavera de 2020.

Rosa María González, presidenta de la Asociación Salud Mental El Cribo, señala que esta era una de sus reivindicaciones en la mesa redonda que se hizo el año pasado junto al resto de asociaciones de este tipo. Es una petición ya antigua. “A muchas personas a veces le dan un calmante y los mandan a casa, sin más”. Desde El Cribo también piden otras medidas. La primera, la prevención, trabajando con los colegios o  institutos. Además piden psicólogos en Atención Primaria. En este sentido, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) pide un tratamiento escalonado que comience en los centros de salud y que en Atención Primaria se incida en tratamientos contra la ansiedad.

“Es triste que un paciente con estas necesidades tenga que esperar junto al resto”

El número de pacientes en la Unidad de Salud Mental en Lanzarote ha subido de 6.100 en 2021 a 6.261 en 2022. La situación de El Cribo tampoco es buena. Desde octubre de 2022 no tienen psicólogo clínico para atender a 120 personas. “Nos corresponderían dos psicólogos y medio para este volumen de pacientes”, señala González. Desde hace dos meses cuentan con un psicólogo por horas que puso el Área de Bienestar Social del Cabildo, pero es insuficiente. El Cribo atiende a pacientes derivados del centro de salud de Valterra hasta que tienen hora en el Hospital, pero las citas pueden demorarse entre tres y cinco meses.

Fuerteventura

Ana Trujillo, de la Asociación Majorera por la Salud Mental, Asomasamen, coincide en la necesidad de tener un lugar especial en el Hospital General para atender a los pacientes con este tipo de trastornos. Dice que “si dejas a un paciente esperando cinco horas le tienes que poner más medicación de la necesaria”. También que si hay esperas de entre cinco y ocho horas, “la gente se va sin que los atiendan, y si se encuentran mal después, pues vuelven”.

Trujillo destaca el impacto negativo de atar a una persona: “Si atas a una persona, es lo que más le cuesta olvidar, es importante saber esto”. Incide en la importancia de “ponerse en el lugar del otro”. “Si vas a Urgencias con un trastorno y no sabes lo que te pasa, pero te ves rodeado de personas o solo te separa una cortina y pasan las horas, tu inquietud crece”.

También dice la portavoz de Asomasamen que en la parte cercana a Rayos X se podría poner esta subunidad. “No sabemos si está sobre la mesa porque no tenemos una comunicación tan abierta como nos gustaría”, señala Trujillo, que cree que esto no es una queja o una protesta sino que se trata de aportar ideas para tener una atención mejor.

Área del Hospital José Molina Orosa dedicada a la salud mental. 

Proposición

El parlamentario por Lanzarote Yoné Caraballo, de Nueva Canarias, propone la creación de dos subunidades de salud mental en los servicios de urgencias del Hospital José Molina Orosa y del Hospital Virgen de la Peña, en Lanzarote y Fuerteventura, respectivamente, como existen en Gran Canaria y Tenerife.

“Nos enfrentamos a una demanda asistencial cada vez mayor en pacientes con problemas relacionados con la salud mental. El conjunto de las administraciones públicas debe de hacer el esfuerzo por adelantarse a un nuevo escenario que se nos presenta, sobre todo tras la pandemia del Covid, donde la sanidad pública tiene que estar preparada”, señala Caraballo en el texto de la proposición no de ley que presentó ante el Parlamento de Canarias y que fue rechazada.

“Si atas a una persona en Urgencias, es lo que más le cuesta olvidar”

“Con la implantación de la subunidad de salud mental en la unidad de urgencias, el paciente recibirá una atención rápida y eficaz por parte de los facultativos especialistas en psiquiatría in situ junto con el personal sanitario especializado”, añade. La propuesta se completa con la presencia de un psiquiatra de guardia durante 24 horas en ambos hospitales, ya que ahora las guardias son localizadas, no presenciales.

En el servicio de urgencias del Hospital de Lanzarote hay una media de unos 150 pacientes atendidos cada 24 horas, algo menos en el caso de Fuerteventura. De ellos, un número significativo corresponde a la atención de pacientes con problemas de salud mental. Caraballo señala que la asistencia a este tipo de pacientes ha subido hasta un 24 por ciento.

Esa subunidad, en el caso de Lanzarote, se ubicaría en el área de internamiento breve, que dispone de cuatro boxes en una zona independiente del resto de urgencias. No haría falta hacer ningún tipo de obra. Entre las ventajas que destaca la iniciativa estaría recortar los tiempos de espera de atención especializada psiquiátrica de los pacientes que acudan derivados de atención primaria o directamente al servicio de urgencias, facilitar a los profesionales sanitarios la toma de decisiones sobre el estado de salud mental, potenciar la prevención en materia de riesgos de intentos de autolisis o promover los cuidados de calidad, entre otros.

La proposición no de ley también destaca que “con respecto a la tendencia al suicidio en nuestra isla, durante el año 2021, un total de 25 personas se quitaron la vida en Lanzarote. Esta es la cifra más alta recogida en la historia de la Isla”.