Entre las 366 casetas que se distribuirán este año a lo largo del Paseo de Coches de El Retiro, Lanzarote brillará con luz propia desde un stand reservado por el Cabildo y abierto a las editoriales locales. Es la primera vez que la Isla da el paso de exhibir su producción literaria en la Feria del Libro de Madrid, que se celebrará, en su 84 edición, del 30 de mayo al 15 de junio.

Por primera vez en sus 84 años de historia, la Feria del Libro de Madrid contará entre sus casetas con una dedicada a la producción literaria de Lanzarote. La ampliación progresiva de expositores en la convocatoria madrileña confirma la salud de la industria editorial española, y el territorio conejero no se queda a la zaga, ni en publicaciones, ni en empresas editoriales, ni en oferta cultural vinculada a las letras.

Abordar su presencia era una asignatura pendiente del Cabildo, incongruente con las cifras del sector en el ámbito regional. Un tercio de las editoriales de Canarias tiene su domicilio en la Isla, el lugar donde José Saramago eligió para vivir y alumbrar la mitad de su creación. El número de clubes de lectura, de festivales, de certámenes y de obras que se publican cada año es sin duda extraordinario y esta efervescencia merece un digno escaparate.

En tal sentido, la Feria del Libro de Madrid constituye el mayor evento de la industria del libro que se lleva a cabo en España y uno de los más destacados del panorama internacional. La última edición tuvo unas cifras de negocio de once millones de euros y medio millón de libros vendidos, y por allí pasó más de un millón de personas.

Toledo: “Una de las primeras reclamaciones del mundo del arte y la cultura es la dificultad que entraña superar los límites insulares y alcanzar al gran público”

El Servicio de Publicaciones del Cabildo de Lanzarote, cuya responsable es la consejera Ascensión Toledo, destaca la necesidad de apoyar al sector editorial local “porque constituye una industria importante, no solo desde la perspectiva cultural y la relevancia de la difusión del patrimonio inmaterial, sino como una alternativa que posibilita la diversificación del sector económico, excesivamente vinculado a la industria turística”.

“Una de las primeras reclamaciones del mundo del arte y la cultura es la dificultad que entraña superar los límites insulares y alcanzar al gran público, una opción accesible solo para unos pocos privilegiados. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad construir puentes, facilitar la presencia del sector en península y utilizar todos los altavoces al alcance para mostrar la excelencia de nuestra producción literaria”, señala.

Caseta compartida

En esta primera ocasión en que la literatura isleña tiene presencia en la Feria, el Servicio de Publicaciones ha invitado a todas las editoriales que operan en la Isla a compartir con el Cabildo una caseta en la carpa de gremios, que, bajo la denominación Lanzarote, albergará una amplia selección de títulos. La Asociación de libreros y editores de Lanzarote Isla Literaria, que aglutina a la práctica totalidad de las empresas del sector, ha sido la responsable de las gestiones y actividades que se desarrollarán entre los días 30 de mayo al 15 de junio.

Para su presidente, Tomás Pérez-Esaú, toda acción que visibilice la oferta cultural de Lanzarote contribuye a la devolución de una visita cualificada, que busca y aprecia la singularidad de la imagen acuñada por César Manrique. “La isla de los Centros de Arte, Cultura y Turismo es la isla del binomio arte-naturaleza, de los volcanes y del pasado heroico y resiliente, una imaginería muy presente en nuestra producción literaria, de la que cuesta abstraerse en escenarios y argumentos”, considera.

Cantón: “Aquí, en medio del Atlántico, a medio camino entre África y Europa, hay una efervescencia cultural única, con autores y autoras que escriben desde la Isla o sobre ella”

Como muestra, un botón: según se desveló en el fallo del II Certamen de novela La Balsa de Piedra, convocado por el Ayuntamiento de San Bartolomé con la colaboración de la Fundación José Saramago, casi la totalidad de las obras presentadas localizaba el relato en Lanzarote. Así sucedió con la ganadora, Las perlas de Eufemia Montelongo, del escritor, comisario artístico y técnico de Cultura del Cabildo de Lanzarote, José Ramón Betancort, quien ha convertido Arrecife en escenario habitual de su producción letrística.

“Aquí, en medio del Atlántico, a medio camino entre África y Europa, hay una efervescencia cultural única, con muchas librerías, autores y autoras que escriben desde la Isla o sobre ella, ferias que celebran la palabra, y un paisaje que ha sido, y sigue siendo, fuente de inspiración”, corrobora la responsable editorial de Itineraria, Alba Cantón. Y añade: “Pocas personas lo imaginan, pero Lanzarote concentra un tercio de las editoriales de Canarias”. Junto a su sello, conviven otras empresas del ramo, como Siete Islas, Ediciones Remotas, Fórmula Creativa, Horizontes Atlánticos o Caballos Azules.

Según destaca, “para una firma que nació con vocación de viaje y mirada universal, participar en la Feria del Libro de Madrid es un acto de pertenencia, de diálogo con otros proyectos editoriales y librerías, y sobre todo, con los lectores; de celebración de la literatura hecha desde y sobre este rincón del mundo. Porque en Lanzarote no solo se escribe: se lee, se publica, se comparte”.

Isla de libros

Las razones del vulcanismo literario de los últimos años en Lanzarote son concretas y abstractas, tangibles e intangibles. Para Rubén Acosta, cofundador de una de las editoriales pioneras Ediciones Remotas, el auge del sector responde, entre otras razones, a la mayor implantación de proyectos colectivos: “El asociacionismo, la unión de las editoriales y las librerías, ha permitido consolidar la Fiera del Libro, que va ya por su tercera edición, o la posibilidad de ir a Madrid”, defiende. También apunta al abaratamiento de los sistemas de producción, que dan la posibilidad de tiradas cortas y, por tanto, de incrementar los títulos que salen a la venta.

Pese a que se trata de un mercado pequeño, reconoce el interés por lo local, tanto de los residentes como de las personas que visitan Lanzarote. “Es gente que valora la edición de un libro como una obra artesanal; es decir, hay una renovada pasión por el libro impreso, considerado como un medio de difusión y de conocimiento, pero también como un objeto, lo que hace que las publicaciones estén muchísimo más cuidadas y aumente la cultura editorial”.

Acosta: “El asociacionismo, la unión de las editoriales y las librerías, ha permitido consolidar la Fiera del Libro, que va ya por su tercera edición, o la posibilidad de ir a Madrid”

También para José Ramón Betancort, la Isla vive un momento dulce en el que los sellos editoriales y sus autores y autoras van de la mano y empiezan a superar las fronteras insulares, “posicionándose en Canarias y, por primera vez, con voz propia en el mundo de las letras de la metrópolis, en la Feria del Libro de Madrid”. “Eso es motivo de celebración, pero, sobre todo, el momento para sacar pecho y tener la valentía de decir: también desde la periferia estamos aportando nuestro granito de arena para que la cultura del libro prospere, para que la escritura no sea solo un afán estrictamente romántico y anecdótico”, apunta.

Pero si hay un vínculo por excelencia entre la creación literaria y Lanzarote, es el que estableció el escritor José Saramago al elegir la Isla como lugar de residencia, destino de la llamada telefónica en la que se anunció la concesión del Premio Nobel y nuevo centro de peregrinaje para la legión lectora del portugués. Tal y como revela la directora de A Casa, María del Río, “hace algo más de 30 años que José Saramago pisó por primera vez la Isla y, desde ese primer día, ya supo que formaría parte de su vida”.

También recuerda que, una vez instalado de forma definitiva en 1993, escribiría aquí una gran parte de su obra, desde Ensayo sobre la ceguera hasta su último e inconcluso libro, Alabardas, contra la industria armamentística. “Saramago vivió una etapa muy fecunda en Lanzarote, ya nunca más pudo escribir en otro lugar”, explica. Y la galería de celebridades y plumas de prestigio nacional e internacional que tomó café en su cocina de Tías también contribuyó a situar a Lanzarote en el mapa literario mundial.

La III Fiera del Libro

En semejante contexto, lo natural fue la resurrección de una feria del libro pujante y rejuvenecida en 2023, promovida desde Isla Literaria, entidad que nació casi para esta misión de rescate. Como recuerda José Ramón Betancort, “la aparición de la asociación fue una gran noticia para el mundillo cultural porque se retomaba la organización y la gestión de la Feria, y además se impulsaba desde una entidad fuera del ámbito de lo público”. Considera que las últimas ediciones previas al parón “se habían celebrado de una manera un tanto renqueante y con problemas diversos, y esta asociación le ha dado un giro brutal al evento”.

El encuentro anual, que cumple este mes de mayo su tercer cumpleaños, continúa firme en su propósito de llevar la cultura a todos los rincones de Lanzarote, a través de una itinerancia que no siempre facilita las cosas pero que para la organización impulsora está fuera de todo debate. Tras Yaiza y Teguise, la Fiera sacará sus garras en San Bartolomé, hasta el 11 de mayo, con una amplia oferta de presentaciones, actividades escolares y espectáculos escénicos y callejeros.

Un tercio de las editoriales de Canarias tiene su domicilio en Lanzarote, como Ediciones Remotas, Itineraria, Siete Islas, Fórmula Creativa, Horizontes Atlánticos o Caballos Azules

Al catálogo de firmas de reconocido prestigio se suman los autores y autoras de la Isla que han sacado libros en los meses previos a la cita lectora, en un afán confeso de Isla Literaria de respaldar obras que nacen con las dificultades propias de la ultraperificidad física y mental. También con este fin se ha establecido una ventana a editoriales y escritores no radicados en Lanzarote, a través de la tramitación de solicitudes para formar parte del programa.

“Este año hemos visto multiplicadas las peticiones de presentación de títulos, lo que evidencia el excelente clima creativo y literario que vivimos y la necesidad de ampliar las fechas de la Fiera; debemos buscar el equilibrio entre la oferta de actos con autores comerciales y de éxito, que resultan muy atractivos para el público, con el respaldo a nuestras letras lanzaroteñas y canarias”, comenta Pérez-Esaú.

Así, junto a la popular Nieves Concostrina o Juan Gabriel Vásquez -de actualidad por su designación como miembro de la Real Academia Española de la Lengua, en sustitución de Mario Vargas Llosa-, se estrena un novísimo Kike Pérez; y en la misma tarde, la del sábado, se encontrarán el viaje interior de Lana Corujo, con Han cantado Bingo, y la crónica del periplo de Magallanes, de la mano de Isabel Soler. Míriam Tirado hablará de la crianza compartida y René Merino mostrará en dibujos su peripecia paterna, en No se admiten devoluciones.