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La ecotasa, una aspiración antigua pero vigente: Lanzarote podría facturar hasta 60 millones de euros al año

Cataluña, Baleares y Galicia ya aplican un impuesto a la pernoctación, que ya se planteó en 2002 ante la “evolución preocupante” de la Isla

Saúl García 8 COMENTARIOS 19/11/2025 - 06:42

El debate sobre la llamada ecotasa, que en realidad sería un impuesto a las pernoctaciones, sobrevuela esta legislatura el Parlamento de Canarias, aunque sin aterrizar. Tanto si fuera un impuesto a aplicar en todas las islas como si solo lo solicitara una de ellas, como reclamaba Lanzarote hace más de veinte años, la aprobación depende de la Cámara autonómica, o bien de forma directa como propone el PSOE o través del aumento del IGIC, como sostiene Coalición Canaria.

Sobre la mesa está, en cualquier caso, la necesidad de conseguir financiación extra para afrontar las necesidades derivadas del aumento del turismo, tanto la conservación de espacios naturales o incluso turísticos como la financiación de servicios que se ven desbordados, o incluso el rescate de derechos edificatorios para evitar aún más la masificación. La ecotasa, en trazo grueso, es una de las reivindicaciones del movimiento Canarias tiene un límite, que apuesta por “una ecotasa finalista dirigida a mitigar los impactos ambientales” del turismo. De cualquier manera, y aunque no será un camino sencillo, al menos merece un debate.

La patronal, en líneas generales, no está de acuerdo. Tampoco es una gran sorpresa. Exceltur, la Alianza para la excelencia turística, se opuso públicamente a que se implantara en Baleares aunque reclama más inversión pública para los destinos turísticos. En su Barómetro de la rentabilidad de los destinos turísticos españoles de 2024 reconoce que la mejora del turismo ha venido impulsada, entre otros factores “por las inversiones en reposicionamiento de producto, especialmente en la planta hotelera de los archipiélagos”.

“La evidencia -señala- de la mejora de la contribución del sector turístico en estos destinos a través de la inversión, principalmente privada, hacia su reposicionamiento, contrasta con las dificultades que estructuralmente tienen las administraciones locales de muchos de estos municipios para acompañar a la inversión privada”. Solicita más inversión pero no dice de dónde debería salir.

En Lanzarote, la patronal local siempre se ha mostrado en contra de cualquier iniciativa de este tipo. Nada raro teniendo en cuenta que incluso se mostró en contra de la subida de los precios de los Centros Turísticos. Y nada nuevo, teniendo en cuenta que hace seis años, cuando se planteaba una ecotasa por parte de Nueva Canarias (que no avanzó nada), la presidenta de la patronal, Susana Pérez, que se mantiene en el cargo, decía que era “un elemento que perjudica”. “Ya nos cuesta a los hoteleros y touroperadores vender vacaciones a Canarias porque la competencia es muy amplia y hay competidores, como Turquía y Egipto, con precios muy agresivos, que si aquí se incrementa el coste habrá una parte de la demanda que lo tendrá en cuenta, sin lugar a dudas”.

Sin embargo, las dudas sí tenían lugar y se han despejado con el paso del tiempo. No se ha fijado una tasa ni un impuesto, pero lo que sí ha ocurrido es que han subido todos los precios: el viaje, la estancia y también el alojamiento, y no ha dejado de aumentar el número de turistas, tanto en Lanzarote como en el resto de Canarias. No parece que varios euros más al día vayan a frenar la demanda de manera significativa.

Según los datos de la Encuesta de alojamiento turístico del Instituto de Estadística de Canarias, la tarifa media diaria en Lanzarote aquel año, 2019, justo antes de la pandemia, era de 82,40 euros, mientras que el año pasado, solo cinco años después, es de 122,91. Son 40,5 euros más, casi un 50 por ciento más de lo que pagaban los turistas, de media, con el añadido de que si en 2019 llegaron algo más de tres millones de turistas a la Isla, el año pasado fueron 3,4 millones, sin contar con los cruceristas.

Y sigue subiendo. El aumento de las tarifas de hoteles y apartamentos, depende del mes que se elija, entre el año pasado y este, se sitúa entre un tres, el más bajo, y un 16 por ciento, el más alto, según el Centro de datos del Cabildo.

Cifras

El informe Lanzarote en cifras 2024 revela que llegaron 2,5 millones de personas a alojamientos turísticos con una media de 7,5 días de estancia y otras 900.000 a casas vacacionales, con una media de 4,8, hasta completar más de 22 millones de pernoctaciones.

Aunque la aprobación y la gestión, como se ha visto en otros lugares, sería compleja, el cálculo es sencillo. Podría haber muchas variables, pero a una media de tres euros por persona y día, supone un ingreso de más de 60 millones de euros, un tercio del presupuesto anual del Cabildo de Lanzarote.

Con una tasa menos ambiciosa, muy por debajo de las que se han fijado en otros lugares, los ingresos seguirían siendo interesantes, de más de veinte millones, tan solo en Lanzarote. El cálculo que hace el Grupo Socialista en su proposición no de ley sobre este tipo de impuesto habla de una media de 250 millones de euros al año en Canarias.

Cuando se valoró su aplicación hace dos décadas, Lanzarote tenía la mitad de los turistas de hoy

Tampoco es un debate nuevo para Lanzarote. En el periodo previo a la Moratoria de 2001 se lanzaba desde el Cabildo una propuesta en el marco del Programa Life Lanzarote, que estimaba unos ingresos anuales de 16 millones de euros, hasta 480 millones en tres décadas. Pero, como se puede ver, las cifras han cambiado mucho.

El objetivo principal de esa tasa turística era el de captar fondos para rescatar derechos edificatorios y limitar el número de camas o pagar indemnizaciones por una posible desclasificación, otro debate desaparecido de la política insular, pero presente en el horizonte de los problemas del futuro.

En noviembre de 2002, según revela una encuesta incluida en Fiscalidad, medio ambiente y turismo en la isla de Lanzarote, que forma parte del Programa Life Lanzarote en la Biosfera 2001-2004, el 62 por ciento de la población lanzaroteña se mostraba a favor de implantar una ecotasa. La mayor parte de la población contestaba que se debía usar el dinero para el medio ambiente o “cuidar el paisaje”, y se planteaba una tasa de solo 0,50 euros por persona y día con la que recaudar ocho millones de euros para rescatar derechos edificatorios, indemnizar y “resolver problemas medioambientales”, según decía el estudio.

Jordi Roca Jusmet, de la Universidad de Barcelona, escribía entonces en su estudio La propuesta de impuesto turístico (Ecotasa) que sería “muy conveniente la creación de un fondo específico destinado a gastos de política ambiental” que tuviera carácter permanente pero que en sus primeros años estuviera destinado al rescate de derechos edificatorios.

La gestión del fondo debería ser independiente de cualquier otro presupuesto y con el asesoramiento de un “consejo representativo del conjunto de la sociedad” y se ponía como ejemplo el Consejo de la Reserva de la Biosfera.

Incluso no se hablaba de un solo impuesto sino de la posibilidad de diversificar el origen de los ingresos mediante donaciones, la modificación de tributos existentes, tasas por la prestación de servicios turísticos o ambientales, “una posible participación en las cuotas de entrada (quizás incrementadas) a los Centros de Arte, Cultura y Turismo”, etc, además del impuesto por pernoctación de entre uno y dos euros diarios o de entre 10 y 20 euros totales por la entrada.

Visitantes en el Charco de los Clicos.

Preocupante

Decía ese estudio que “la evolución de la Isla sigue siendo muy preocupante, y la situación actual, evaluada por una batería de indicadores que informan del período 1997-2000, es extremadamente frágil” debido al “desbordamiento de la presión humana” y el “crecimiento turístico” “desbordando los límites tolerables e induciendo todo una serie de desequilibrios generales en los ecosistemas básicos”.

Eso lo decía en un momento en que las cifras de turistas estaban en torno a 1,8 millones de visitantes, casi la mitad de la que se registra hoy y con una población residente que superaba por poco los 100.000 habitantes, cuando hoy supera los 160.000. Lo único que no ha crecido en este tiempo es el debate frente a esas situaciones.

Efectos

Cuando se planteó la tasa en 2019, que no estuvo ni cerca de aprobarse, se planteaba que no pagaran los menores de 14 años, que la cuota máxima fuera de siete noches por persona y que la cantidad oscilara entre 1,5 euros por jornada en hoteles y apartamentos de cinco estrellas, un euro en los establecimientos de cuatro estrellas y 50 céntimos en el resto.

Aunque el debate fue pionero en Lanzarote, las medidas han llegado antes en otros lugares

La ecotasa, según señalaba la asociación ecologista Ben Magec, ante las protestas por la masificación “permitiría ingresar millones de euros anuales que ayudarían a combatir los efectos negativos de una industria absolutamente depredadora; conservación de espacios naturales, restauración de ecosistemas deteriorados, aumento de la vigilancia en espacios protegidos, financiación de proyectos relacionados con la protección y conservación del medio ambiente, etc”.

Resumían señalando que significaría que “la industria responsable de la contaminación y la degradación ambiental asuma los costes asociados con la prevención, reducción y reparación de los daños causados” y que “la ecotasa no es la solución a los problemas y debe ir acompañada de otras medidas encaminadas a frenar este deterioro sin límites que afecta a las personas y el territorio de las Islas”.

Otras

Aunque el debate fue pionero en Lanzarote, las medidas han llegado antes en otros lugares. En España solo se aplica en tres sitios: Cataluña, Baleares y, desde hace un mes, Galicia. En Barcelona, donde no para de crecer el número de turistas y aplican un recargo de cuatro euros respecto al resto de Cataluña, se acaban de actualizar las tarifas. Se cobra entre seis y 11 euros al día, si se trata de un hotel de cinco estrellas. En vivienda vacacional se pagan 8,50 y en cuatro estrellas, 7.40. Los cruceristas también pagan. En el resto de Cataluña se pagan entre 1,20 y seis euros. Están exentos los menores de 16 años y las estancias por motivos de salud y otras similares.

En Baleares, la cantidad está entre un euro para albergues o pensiones y cuatro euros para los de gran categoría. Están exentos los menores de 12 años. En Galicia solo se aplica desde hace un mes en A Coruña y Santiago de Compostela, con tarifas entre un euro y 2,50.

En unos sitios se paga por pernoctación, en otros un porcentaje del coste del establecimiento y en otros también se diferencia por temporada. Fuera de España, en Italia hay 35 ciudades que la aplican y en Francia, 50. Ámsterdam es la ciudad más cara, con un gravamen del 12,5 respecto al coste de la reserva y una media de unos 18 euros al día, y otras ciudades también la tienen, como Berlín, Atenas, Amberes, Bratislava, Praga o países como Croacia, Malta o Bulgaria. En Venecia se paga incluso aunque no se pernocte: cinco euros por entrar.

Fuera de Europa, la lista también es larga: en Bali se destina el dinero a proteger hábitats naturales, en Japón se paga a la salida y la hay en Nueva Zelanda, Tailandia, Malasia o Filipinas. Mientras unos piensan que son ineficaces, otros creen en su utilidad para reequilibrar la carga del turismo.

Comentarios

Hay que acabar con el "café para todos" del turismo de Canarias. Los canarios cuando viajamos pagamos las tasas turísticas establecidas enbla ciudad donde nos quedemos. No estamos exentos de nada. Ya está bien de que todos los gastos de la recuperación de los espacios urbanos y naturales, recaigan sobre los canarios.
Hay que acabar con el "café para todos" del turismo de Canarias. Los canarios cuando viajamos pagamos las tasas turísticas establecidas enbla ciudad donde nos quedemos. No estamos exentos de nada. Ya está bien de que todos los gastos de la recuperación de los espacios urbanos y naturales, recaigan sobre los canarios.
Cataluña tiene una tasa turística y no por eso se ha quedado sin turismo, es más, creo que le da mayor estatus como destino turístico. Con eso se puede mejorar y conservar servicios e infraestructuras para turistas y residentes. También la tienen Baleares y otras comunidades se plantean implantarla, y la implantaron ciudades como Ámsterdam, Lisboa, Venecia, Florencia, Roma, Florencia, Venecia, París (de las que me acuerdo por haberlas visitado). No es ninguna barbaridad y serviría, bien empleado, para conservar y mejorar nuestras islas.
Estoy d'acuerdo con Tierra. ¡Hay que pagar tasas en todo el mundo por estar en una ciudad, por entrar en una zona de playa, etc.! La gente las paga sin pensar, mientras no estan abusivas. Nececitamos esta tasa para pagar los daños que vienen del turismo. A veces los daños (hecho por irresponsables por ser tontos o por ser "Influencer") lamentablemente no son reparables. ¡ Entonces hay que prevenir y cuidar lo poco que nos queda en Las Islas Canarias! Pués, necesitamos esta tasa. En caso de que unas cuantas turistas no vendrán, podria ayudar a alguien a encontrar un piso para vivir.
Qué maravilla de artículo Saul. Has dado todas las claves para una toma de decisiones en condiciones. Creo que los ciudadanos sabemos que Lanzarote la necesita. Esperemos que los políticos también recuerden que son ciudadanos y que sus hijos e hijas se merecen una isla en condiciones.
Qué buen artículo Saúl. Has dado todas las claves para una toma de decisiones en con fundamento. Creo que los ciudadanos de la isla sabemos que Lanzarote la necesita. Esperemos que los políticos caigan en la cuenta de que también son ciudadanos y que sus hijos y sus hijas se merecen una isla con servicios públicos de primera.
Como escuché en una charla a una conocida y respetada abogada , que el gobierno ejecute todos los presupuestos ( algo que no hacen nunca ) y se dejen de ecotasa que por otra parte son ilegales . Lo que hay que hacer es exigir trabajo efectivo a todos los políticos y menos tasa la e impuestos .
Necesitamos la tasa turística en Lanzarote. No sé como pueden llegar a dudarlo.

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