El Puente de las Bolas es uno de los emblemas de Arrecife, pero su estado de salud no es bueno. Una plaga de insectos ha devorado literalmente partes importantes de la madera de la rampa móvil. Los problemas de conservación que estaban afectando a la conservación del puente ya se advirtieron por el departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote hace más de diez años, pero el Ayuntamiento capitalino no ha dado solución a las deficiencias.

En un informe de Patrimonio Histórico, fechado en septiembre de 2003, se destacaba que el puente de madera sufría “un ataque de xilófagos, especialmente en las barandillas”. Una década más tarde, la madera ha desaparecido en ciertos tramos de la estructura del puente por la carcoma.

El Ayuntamiento capitalino ha debatido en los últimos años en varias ocasiones sobre el estado del Puente de las Bolas, pero sin que se haya intervenido para mejorar la situación de una parada casi obligada para los turistas que visitan Arrecife.

En octubre de 2005 el Ayuntamiento anunció que se había iniciado el trámite para la rehabilitación del Puente de las Bolas y que la Oficina Técnica municipal redactaría el proyecto para solventar las deficiencias detectadas: desde la erosión del enlosado a la pérdida de mortero en los muros o entre los sillares, pasando por la oxidación de los anclajes metálicos en las torres del puente. El asunto se volvió a debatir en el pleno en 2007, sin que se haya avanzado desde entonces.

Autorizada la limpieza de las pintadas

El departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo ha autorizado la limpieza a través de una empresa especializada de las pintadas que, en un acto vandálico ocurrido esta semana, han afeado la fachada, la puerta, la explanada de acceso y los cañones del Castillo de San Gabriel.

Se recurrirá a una empresa especializada que utiliza materiales no contaminantes y que no daña la capa que soporta las pintadas. El Ayuntamiento todavía está a la espera del presupuesto pero ha anunciado que pedirá a Patrimonio permiso para instalar cámaras de vigilancia.