El pasado miércoles el vuelo FR2001 de Ryanair despegó a las 15.10 horas de Lanzarote con 190 pasajeros a bordo y, pese a tener que aterrizar en Santiago a las 18.40 horas, terminó desviando su ruta para aterrizar en Sevilla debido a la borrasca Ciarán.

El vuelo, que fue con normalidad hasta la ciudad portuguesa de Oporto, comenzó a “moverse” y, al momento de llegar al aeropuerto Rosalía de Castro, tuvo que cancelar hasta en dos ocasiones el intento de aterrizaje según recoge el diario digital La Voz de Galicia.

Finalmente, se le comunicó al pasaje que tampoco se podía aterrizar ni en Oporto ni en Madrid por lo que fueron reubicados en Sevilla, un destino situado en la otra punta de la Península Ibérica a 800 kilómetros de Santiago.