En la sentencia del caso Proselan, además de los cuatro condenados, se acuerda deducir testimonio de la resolución, de las actas del juicio y de las grabaciones para emprender acciones judiciales contra el perito José Manuel Padillo Rivadima, que testificó a favor del empresario José Daniel Hernández.

La Audiencia Provincial considera que el “testigo-perito” pudo cometer en su declaración en el juicio un delito contra la Administración de Justicia en su modalidad de falso testimonio. El Código Penal establece penas de prisión de seis meses a dos años por este delito.

En la sentencia se destaca que afirmó que Proselan efectuó los trabajos y que “comprobó” los presupuestos, “que lo vio todo bien, correcto”, y que “en esa época” constató “que las obras estaban hechas”. Declaró que “no fue a las fiestas de los barrios” que se facturaron sin que se efectuara trabajo alguno, según la Audiencia, pero dijo que ha ido a los barrios “y ha visto que se han hecho obras”.

Padillo también declaró que “no era necesario el consentimiento de Endesa” para llevar a cabo obras para evitar incidencias en el suministro eléctrico durante el desarrollo de las fiestas porque se intervenía en “los cuadros de alumbrado público” y eran obras “provisionales”.

Además, insistió en que “todas las instalaciones” eléctricas que la sentencia considera probado que no se ejecutaron eran “exteriores”, en “espacios abiertos”. Aseguró “que él iba a las fiestas porque tenía el encargo del instalador de verificar la obra” pero que, sin embargo, “no le abonó nada por esos servicios”.