Josep Salip: “Los artesanos son la geografía humana de la Isla”
El retratista y paisajista homenajea en un libro los oficios artesanales a través de una obra con 300 fotografías y 33 creadores
Josep Salip ha realizado 15.000 fotografías y recorrido 25.000 kilómetros en coche para confeccionar el ilustrativo libro Geografía humana, editado por Geoparque Lanzarote, y en el que refleja la labor tradicional de los artesanos lanzaroteños. Una radiografía del patrimonio cultural y humano de la Isla de la que se enamoró desde el primer instante.
Josep llegó por primera vez a Lanzarote hace 31 años. Vino de vacaciones, pero como buen fotógrafo aficionado, con una cámara colgada al hombro que le acompañaría durante esta primera visita y las posteriores, con la que ha plasmado su pasión como retratista y paisajista. Interesado por la artesanía, quiso conocer de primera mano los lugares de trabajo de los creadores, pero especialmente a los artesanos. Los que para él son la verdadera “geografía humana”. Una tarea difícil teniendo en cuenta el celo con el que guardan su trabajo y preservan su intimidad
Durante los años que le llevó recopilar la documentación para la edición del libro, el fotógrafo logró salvar el hermetismo de estos creadores que finalmente le abrieron sus talleres y corazón, lo que permitió al retratista proyectar el alma y el corazón de los creadores reflejados en esos primeros planos de sus manos. El libro recoge el trabajo de 33 artesanos de Lanzarote y recopila más de 300 fotografías.
Primera visita
Josep reside en Blanes, el primer pueblo de la Costa Brava de la provincia de Girona. Su relación con Lanzarote empieza en el año 1994. Llegó con su familia, su mujer Isabel y sus hijos Xavi y Albert, porque quería ver un paisaje diferente y de paso que los “chavales” disfrutaran de la “atracción” que suponía Timanfaya. Hace 30 años “era una cosa novedosa y estaba seguro de que les encantaría”. Y así fue. Dice que en esa primera visita tuvo “un golpe”: “Me enamoré a primera vista”. Desde aquel momento empezó a ser un destino habitual en su itinerario de viaje. “Como fotógrafo paisajista me impresionó”.
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Aquilino Rodríguez.
“Soy incapaz de hacer un retrato si no conozco a la persona. Necesito saber cómo es”
Tras una carrera profesional como director de personal de compras de empresas multinacionales llegó la ansiada jubilación y con ella las continuas visitas a Lanzarote. “He pasado de ir con traje y corbata cada día, pelearme en departamentos de compras, gestionar personal, que es lo más difícil que hay, a dedicarme a la fotografía de forma más asidua. Ya antes tenía un pacto con mi mujer, una semana de las vacaciones yo me iba a hacer fotos como aficionado de la fotografía”.
“El tema de los artesanos siempre me había cautivado”, señala. Cuando viajaba a Lanzarote alquilaba un todoterreno, recorría la isla hasta que veía un cartel de artesanía y allí se lanzaba, hablaba con el artesano e intentaba empatizar. Fue entonces cuando decidió preparar el libro. Se instaló en Lanzarote para una temporada larga en junio de 2018. Explica que ya en esa primera larga estancia le impresionaron las costumbres lanzaroteñas coincidiendo con las fiestas de San Juan y la quema de Facundo. Su amiga, Inés del Hoyo, guía turística, fue quien le presentó a unos cuantos artesanos. “A partir de ahí empezó mi camino”.
En esta primera época de preparación, se instala desde junio 2018 hasta abril 2019. Conociendo artesanos, ganándose su confianza. Es fundamental para hacer una buena fotografía: “Soy incapaz de hacer un retrato, si no conozco a las personas. Tenía claro que quería hacer un libro sobre la artesanía para poner en valor su trabajo. Necesitaba conocerlos en profundidad, saber lo que hacían, cómo lo hacían, meterme dentro de ellos. Para hacer una buena foto, tienes que saber cómo es la persona”.
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Aurelio Pérez.
Exposición previa
De forma previa a la elaboración, realizó en marzo del 2019, la exposición Lanzarote, geografía humana y paisaje. “Fue un éxito”, pero aun así encontró reticencias. Decide regresar a la Península y no será hasta más de un año después cuando pueda regresar a la Isla. Se instala en Haría y comienza a tomar forma su proyecto trabajando directamente con los artesanos. La llegada de la pandemia le obliga a regresar a Blanes una temporada. Puede regresar en octubre de 2022 y se instala en Tabayesco.
“Los turistas se olvidan de las tradiciones y de la cultura de su destino”
Es entonces cuando logra terminar sus retratos. Pero aún tenía que salvar otro obstáculo, el de la financiación. Comienza a tener conversaciones con algunas instituciones, sin embargo nada fructifica. A la mente le vino entonces un dicho popular de la tierra: “Ya el conejo me enriscó la perra”. Tuvo que volver a marcharse y en los dos años siguientes regresa para dar por cerrado el trabajo fotográfico. Tocaba ahora hacer la selección de los artesanos cuyo trabajo acabaría retratado en las páginas del futuro libro, después de que Geoparque Lanzarote aceptara su edición.
La selección de imágenes se basa en la “empatía” -eligió a aquellos con los que congenió mejor- y “paridad”, quería que aparecieran tanto hombres como mujeres, también en poder reflejar las diferentes artesanías. Al final crea un libro donde retrata a 33 artesanos, 18 hombres y 15 mujeres, con más de 300 fotografías. En las imágenes se reflejan las técnicas que emplean. Unas líneas impresas que acompañan las ilustraciones resumen cómo cada uno de los creadores entiende la artesanía y Lanzarote.
“He intentado que con estas palabras se defina al personaje”, dice Josep. Una fotografía a sangre en la que se refleja el trabajo artesanal abre cada uno de los 33 capítulos. En un texto explica cómo llegó a esa fotografía para terminar con una imagen de las manos artesanas trabajando. Susana Martín ha sido la encargada del diseño de la obra y maquetación. Desde que comenzara la aventura hasta la edición final de la publicación han fallecido dos artesanos: Esther Romero y Marciano Acuña a quienes Josep dedica el libro.
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Esther Romero (fallecida).
Observador activo
Como viajero asiduo entiende que “viajar se ha convertido en una moda que la sociedad de consumo ha transformado en una necesidad. Las agencias de viajes ofrecen lo más popular en un espacio de tiempo corto, normalmente vacacional. ¿Qué le pasa al viajero? Que se convierte en consumidor de turismo, va a los sitios y disfruta del ocio y del paisaje, pero se olvida de las personas, de las tradiciones y de la cultura. Los lugares hacen a las personas. Las personas modifican los lugares donde habitan”.
“Los artesanos son personas, hombres y mujeres, que con los medios que les da la naturaleza promueven la cultura y las tradiciones de un pueblo. Son la geografía humana de Lanzarote y es lo que olvida la gente”. Dice que en su primer viaje, en el 94, venía con la cámara, disparaba y hasta veía a Lanzarote a través del visor de la cámara. Pero ahora esta visión es mucho más amplia. “Antes era un observador pasivo, por decirlo de alguna manera, y ahora soy un observador activo que se ha introducido en la cultura, que se ha metido en la sociedad, que comprende su manera de trabajar. He querido hacer un homenaje a su trabajo y que perdure”.
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Marciano Acuña (fallecido).
En la presentación del libro el pasado mes de junio en el centro cultural La Tegala de Haría recordó una frase del cantante Raimon, que siempre decía que “un pueblo que pierde los orígenes pierde la identidad”. “Y yo les pedí que por favor no perdieran nunca sus orígenes. Porque un pueblo sin orígenes es un pueblo que va errático y no tiene trayectoria”.















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