El Ministerio del Interior ha notificado, en fechas recientes, más de 90 expedientes de expulsión del país a ciudadanos de nacionalidad extranjera que están cumpliendo condena en el centro penitenciario de Tahíche, en Lanzarote.

Agentes de la Policía Nacional, acompañados de un abogado de oficio, acudieron a la cárcel de Tahíche para dar traslado a unos 95 internos de los procedimientos de expulsión de España amparados en la ley de extranjería.

Aquellos ciudadanos extranjeros que hayan sido condenados a penas de privación de libertad superiores a un año y cuyos antecedentes penales no estén cancelados corren el riesgo de perder el permiso de residencia, en el caso de que lo tuvieran, y ser expulsados.

Se da la circunstancia de que entre los reclusos que han recibido las resoluciones de expulsión del territorio español se encontraría algún ciudadano que no tiene nacionalidad española aunque habría nacido en Lanzarote.

En este caso, el interno no sólo habría pasado toda su vida en la Isla sino que ni tan siquiera conocería el país del que procedían sus padres ni su idioma, y carecería de vínculos en el caso de ser deportado.

Cabe destacar que a pesar de haber nacido en España, un ciudadano no tiene la nacionalidad española de origen si sus padres son extranjeros, salvo que ambos fueran apátridas o si sus países de origen no atribuyen la nacionalidad al hijo nacido en el exterior.