En los difíciles años de la década de los 40 del pasado siglo, el Ayuntamiento de San Bartolomé distribuyó en régimen de arrendamiento unas 90 parcelas a vecinos del municipio en la zona conocida como el Monte, en las inmediaciones de Montaña Mina.

En 1955, el pleno del Ayuntamiento seleccionó a 39 personas y le entregó otras tantas fincas mediante un sorteo. Entre las condiciones que se les exigía se encontraba estar “obligado a cultivar por su exclusiva cuenta” las parcelas.

El vecino que no las trabajase de forma “directa”, quedaba “privado de ellas” al momento. Aunque se entregaron por seis años, hasta ahora el Ayuntamiento no había revisado su situación.

El Consistorio detectó que “un número importante de parcelas se encuentra sin cultivar” y “muchas de ellas están en situación de abandono, fundamentalmente por el fallecimiento de las personas que resultaron adjudicatarias en su día”.

Tras poner en orden el estado de cada una de las concesiones otorgadas hace más de medio siglo, y con el objetivo de “recuperar el cultivo” para mejorar el paisaje y el “aprovechamiento agrícola”, el Ayuntamiento ha culminado un proceso en el que ha terminado subastando un total de 37 parcelas entre personas que querían optar a explotar agrícolamente esos terrenos municipales.

El tamaño de las fincas oscila entre los 3.600 metros cuadrados de la más pequeña a los casi 8.000 de la más grande. En total, suman una superficie de alrededor de 190.000 metros cuadrados.